El mismo día Saint-Paul-de-Vence, cerca de Marsella Gizem A las mujeres se las cataloga como enamoradizas, románticas y soñadoras, pero yo diría que depende de muchos aspectos como: sentirse ilusionada, hechizada y más que todo haber encontrado a ese compañero que despierta tu corazón. Yo tengo todos los síntomas de esa enfermedad llamada amor y sobre todo sin darme cuenta hace mucho tiempo entregué mi corazón a Onur, porque, aunque quiera negarlo las señales son elocuentes. Me pone nerviosa con una mirada lasciva, me tiene suspirando y la cara de tonta no puedo ocultarla. Encima él sigue descolocándome con cada gesto, como lo hizo en la madrugada con su comprensión ante mi momento oscuro. No me presionó, más bien me siguió dando motivos para creer en sus intenciones o mejor dicho del a