La misma madrugada Paris Gizem Dicen que el amor nos hace cometer locuras, nos arrastra de una manera ilógica y aunque queremos marcar nuestro ritmo es bastante indomable, nos llama con una mirada mostrándonos un camino que a veces nos asusta, pues tenemos la manía de querer controlar todo y ese es un gran error en cuestiones del corazón. Más bien nos toca ceder a lo que no exige nuestro ser entero. No importa sino estamos listos, si saltamos sin paracaídas, sin protección porque no hay varita mágica para detenerlo, ya claudicamos sin darnos cuenta a sus deseos. En lo particular amor era una simple palabra sin significado para mí, tal vez marcado por mi pasado, por mi presente, entonces no tenía cabida en mi existencia, aunque todo dio un giro extraño desde que volvió Onur a mi vida. Y