54. CARTA DE ESPADAS

2188 Words
El miedo y la adrenalina acabarían con nosotros muy pronto, aunque en medio de esta carrera no sabíamos quién nos atraparía primero, si el hermano de Mik o ese infeliz de Gharbi. Desconocía que había salido de la cárcel, así como tampoco conocía los motivos para haber terminado malherido, pero nosotros acabaremos peor si nos llegan a atrapar. —Mik, ¿qué tan malo sería que tu hermano nos alcance? —pregunté agitado en cuanto cogimos una curva intentando descansar. —Demasiado… No te lo dije porque creí que había desistido y tampoco quería darle mente, pero hace una semana se me apareció en la calle queriendo llevarme a la fuerza a Corea. —¿Por qué? ¿Qué planean si se supone que nunca te quisieron? —Me encantaría responderte, pero tengo la misma duda que tú y mis padres niegan saberlo, pero sé que saben. —¡OZ! Ese grito fue más que suficiente para continuar la huida logrando ver una esperanza al escuchar los autos a lo lejos. —¡Sigue, estamos cerca de la carretera! Me aferré de su mano corriendo más rápido y justo en la salida nos encontramos un grupo grande de turistas que sirvieron para bloquearles el paso. —¡Travis, Mikehl! —¡Xun! —gritamos aliviados. —¡Suban! —no lo pensamos dos veces—. ¿Qué les pasó? Hace nada los dejé listos para la luna miel. —Tuvimos dos interrupciones —él alcanzó a ver a Gharbi quien subió a un auto detrás de nosotros, mas fue el hermano de Mik quien consiguió golpear el vidrio del nuestro intentando sacarla—. ¡Rápido, acelera! —¿Quién es ese imbécil? —Ji-Yoo, mi medio hermano, me busca para llevarme a Corea. —¿Y se supone que debo preocuparme por el niño rico idiota o por el obsesivo de tu hermano? —¡Los dos! —coreamos desesperados Mik y yo. —Entonces abróchense los cinturones porque esto se pondrá feo con los dos detrás de nosotros. Mi corazón estaba a punto de estallar al no saber qué hacer, Mik temblaba horrores sin perderlos de vista en lo que indicaba hacia dónde se movían, permitiéndole a Xun tomar varios atajos intentando perderlos, pero se mantuvieron al pie del cañón y pronto escuchamos un estruendo, el espejo lateral había estallado. —¡¿Qué mierda fue eso?! —Eso, Trav, es un problema de verdad y si no tenemos cuidado nuestras cabezas serán el próximo objetivo. —Dime que no es un arma. —No, son dos… —respondió asustada Mik—. Mi hermano acaba de sacar la suya y está muy cerca de Gharbi. —Negocian una alianza definiendo la presa. —¿Cómo lo sabes? —Es lo que yo haría si estuviese en su lugar y dudo que ese idiota quiera hablar con su hermana. —¿Qué haremos? —su silencio era más perturbador—. ¡Xun! —Deja de gritar que no solucionas nada haciéndolo. —¿Cómo puedes estar tan tranquilo en un momento como este? —cuestioné pasmado. —Te dije que tenía un buen puesto en China, ¿recuerdas? —asentí—. Fui parte del ejército, estaba en la sección de espionaje, por eso supe camuflarme mientras buscaba una salida del país. —¡Cuidado, van a disparar! Mik se agachó cubriéndose, Xun me inclinó asegurándose de que hiciera lo mismo y otros disparos se efectuaron asustándome más de lo que estaba, en especial por ella, así que me pasé atrás intentando resguardarla. —Xun, dime que tienes algún plan para salir de esto. —Juro que habría tenido la caballería completa de haber ocurrido mañana, pero no podrá ser. —¿Y qué haremos? —Tu padre me dijo que te había enseñado a disparar. —¡No asesinaré a nadie! —¡Yo lo haré! —Xun y yo nos sorprendimos por la demandante afirmación—. ¡Dame el arma, mi padre me enseñó! —Menos mal no querías casarte con ella, aunque igual será una excelente esposa —es increíble que Xun me haga reír avergonzado en un momento como este—. Prepárate, pero no te asomes hasta que te indique —Xun le entregó el arma a Mik quien bajó el vidrio observando desde adentro—. Cuando gire, disparas —Mik asintió con la ansiedad a mil, hasta parecía querer hacerlo en verdad—. Travis, busca el último contacto, timbra dos veces, marca 4-0-2-2 y cuelga. En lo que él indicó a Mik disparar conforme avanzábamos, yo marqué tal como me indicó, recibiendo una llamada de inmediato que atendí en altavoz por orden suya. —Envía otro auto y dos motos, haré un camuflaje antes de llegar al puente y también necesito el túnel despejado —ordenó a la persona, quien no contestó, pero sí envió un mensaje. —Cinco minutos, da dos vueltas hacia el norte —dije y él colgó. —Trav, detrás de mi asiento hay dos abrigos, úsenlos y asegúralos bien, servirán como antibalas. —¿Qué camuflaje harás? —Les haremos creer que Mik y tú subirán a una moto cada uno, pero se quedarán en el auto. —¿Y cómo entraremos si ellos están tras nosotros? —su silencio me preocupó más—. No me digas que lo haremos en movimiento. —Sí, joven Oz, así que prepárense que esto será más peligroso que en las películas —otro mensaje llegó preocupándome más de lo que estaba—. ¿Qué dice? —Me debes un postre triple… ¿Qué signifi…? —en una mirada me confirmó lo que no quería decir en voz alta, pero debía hacer la pregunta—. ¿Es ella? —Sí, tu hermana y tu padre saben lo que ocurre. —Tienes mucho por explicarme. —Lo haré después, primero a salvarlos —señaló dos motocicletas que se quedaron atrás distrayendo a Gharbi y Ji-Yoo—. Déjame el arma, Lawless, tu carroza llegó —un auto se nos fue pegando abriendo las puertas de ambos autos y asegurándolas con un gancho—. ¡Mikehl, pasa! —Ve con cuidado —ella me besó y salí por la ventana ayudándola a cruzar, pero al llegar mi turno, Xun me regresó—. ¿Qué pasa? ¿Qué me ocultas? De pronto nos vimos sorprendidos por Ji-Yoo quien comenzó a disparar impidiendo mi escape, así que Xun se desvió al igual que el otro auto tras darle una señal. —Nuestro encuentro no fue una casualidad —confesó. —¿De qué hablas? —La persona que me ayudó a escapar a Londres años atrás fue tu padre, mi hermanastra trabaja para él e hice un acuerdo por mi libertad a cambio de cuidarte. —¿Q-Qué dices? ¿Todo fue mentira? —No, hijo, todo fue real —sus ojos no mentían, no era tampoco una broma o un truco—, si no te lo dije antes es porque no podía, pero en secreto te cuidé porque tu padre temía que algo así te ocurriera, por eso me hice tu amigo y tu sombra, solo que al final me ganaste, Trav. —¿Cómo que te gané? —Te convertiste en un hijo para mí y si quieres odiarme lo aceptaré, pero al menos quiero que sepas la verdad porque te quiero y me importas. —No lo digas… —Disculpa que te haya decepcionado, pero… —¡No! —él respingó mientras mi corazón quería detenerse—, te perdonaré lo que quieras, igual para mí todo fue real y sé que te importo, tú también me importas, te quiero y eres otro padre para mí, pero no me digas esto como si fuese una despedida. —No lo es, hijo, pero sentía que debía decírtelo. —Entonces no digas más, solo mantente vivo para hacerte un enorme cuestionario —rio en un mar de emociones que solo puede sentirse, no explicarse. —Prepárate para cruzar, te daré el tiempo suficiente, pero debes ser rápido —informó al acercarse el auto y me preparé para salir, pero enseguida me devolví abrazándolo como pude, él me respondió con la misma intensidad besando mi frente y en una sonrisa me dio la seguridad que necesitaba. —Sigue luchando, pequeño Oz, un día serás grande. Mi corazón se agitó de nuevo preocupado y él me empujó hacia la puerta siendo recibido por los brazos de un enmascarado que me sacó sin darme tiempo a nada, excepto vislumbrar la aniquilante fuerza que se reflejó en el rostro del hombre a quien puedo llamar “un segundo padre”, así como también hago con Walken. En breve entregamos nuestros abrigos a otras dos personas, estas salieron por el otro lado tras alejarse de Xun subiendo a cada moto y con esto distrajeron a Ji-Yoo, pero Gharbi seguía detrás de Xun en un fuego cruzado. —¡Tenemos que ayudarlo! —La orden es llevarlos al punto de encuentro —informó el conductor. —¡Me importa una mierda, no dejaré que ese psicópata asesine a Xun! Mik, como leyendo mis pensamientos, asintió tras observar el arma e hicimos un motín, yo tomé el control del volante y ella el arma disparando cada que tenía la oportunidad, pero Xun y Gharbi se adentraron a un túnel y nos llevé quedando detrás, pero siempre manteniendo otros autos en medio evitando ser descubiertos. —¡Suéltalo! —¡No lo haré! —me pasé al frente sin soltar el volante, pero al comenzar a golpearme incrementando mi desesperación, lo noqueé de un golpe dejándolo inconsciente—. Mierda… —¡¿En serio, Travis?! ¡¿Justo al conductor?! —¡No digas nada y pásalo atrás, yo conduciré! —Mik lo arrastró como pudo y después quedó al frente—. ¿Te quedan balas? —pregunté sin creer los tórridos pensamientos que atravesaban mi mente —Una. —Debe ser un tiro limpio. —¿Limpio para qué? —le arrebaté el arma intentando controlarme—. ¿Qué harás, Trav? —No eres la única que sabe disparar, mi padre me enseñó hace años y también sé hacerlo en movimiento, así que toma el volante, yo me encargaré del freno y el acelerador. —¿Qué planeas? —Dejaré todo en manos del destino, solo mantén firme el volante para darme el mejor ángulo. Ni yo sabía si esto funcionaría, pero ella creyó en mí, Xun creía en mí y eso era más que suficiente para no errar mi tiro o jamás me lo perdonaría, por suerte Mik sabía lo que quería y esto hizo más fácil saber a dónde moverse logrando camuflarse entre los vehículos a la vez que se adelantaba a Gharbi, pero un disparo de Xun fue la advertencia para retroceder. —Travis, mejor esperemos a salir, no falta mucho —me preocupaba, pero no tuve más opción, así que retomé el volante y mantuve la distancia como antes. Cuando menos lo imaginé, Xun aceleró y Gharbi hizo lo mismo tomando una ruta alterna hacia el puente, por desgracia quedamos muy atrás, pero no los perdí de vista, sino que intenté alcanzarlos adentrándome a otra calle mientras Mik seguía vigilándolos. —¡Gira! Con la vía despejada y el puente frente a nosotros, giré rápidamente dándome cuenta de que iban a una velocidad temeraria, ellos se abrían paso sin importarles nada, la gente se alejaba tanto como podía y cuando menos nos imaginamos, Gharbi lo alcanzó sacando su arma, Mik tomó el volante, yo saqué la mía fijando el objetivo, pero justo cuando disparé dándole a Gharbi en el brazo o el hombro, Xun frenó en seco y los autos colisionaron dando algunos giros, el estruendo era peor a lo que cualquier película podría imitar. Frené lo más cerca posible al impedirme avanzar varios autos frente a nosotros, pero no fue suficiente para salir corriendo con la esperanza de salvar a Xun, él seguía con vida, poco a poco se movía intentando ubicarse en tiempo y espacio. Nuestras miradas se cruzaron aliviándome y Mik me alcanzó, pero Xun negó como diciendo que no fuera y desvió su atención a un lado. —¡Estás muerto, maldito conserje! —el debilitado grito de Gharbi retornó el miedo pueril a mi carne y más al verlo salir con arma en mano. —¡NO LO HAGAS! —todo pasó a cámara lenta en cuanto grité… Gharbi viró con un inmenso odio y me apuntó dispuesto a matarme, escondí a Mik detrás de mí, Xun sacó su arma como pudo dándole a Gharbi en la mano y el arma cayó soltando un disparo que apenas rozó mi brazo. Un frío aire acarició mi mano en cuanto Xun me observó con el mismo orgullo inconmensurable que tenía en casa de Mik, pero cuando menos lo imaginé, él dio otro disparo y una llamarada infernal se expandió dando paso a una explosión de los dos vehículos. —¡¡¡XUN!!! ¡¡¡NO!!!
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD