1. Ben

1725 Words
INFORMACION IMPORTATE, LA SIGUIENTE NOVELA CONTENDRA CONTENIDO EXPLICITO, SUPER RECARGADO, SE TOCARAN TEMAS QUE PUEDEN NO SER DEL AGRADO DE TODOS, SE LES RUEGA QUE SI NO ESTAN DE ACUERDO NO SIGAN LEYENDO, ESTAN EN TODO SU DERECHO. PARA LOS QUE QUIERAN LEERLA, ESTA NOVELA TENDRA CONTENIDO b**m, EN NINGUN MOMENTO SE TRATA DE MALTRATO HACIA LA MUJER, SOLO ES UNA FORMA DE DISFRUTAR EN LA INTIMIDAD, DICHO ESTO, DISFRUTEN LA NOVELA. - Eres un imbécil – su cabello oscuro se movió como si un tornado pasara por la habitación – Un completo imbécil – apoye mi brazo debajo de mi cabeza y la mire. Esto siempre ocurría, siempre alguien se olvidaba de las reglas, por lo general eran ellas, no importaba cuantas veces le recordaras las cosas, un poco de empatía y puf, todo se iba a la mierda, las cosas se complicaban y lo demás, se podía resumir con lo que ocurría ahora. - Y ¿Por qué? – giro bruscamente, sus ojos me fulminaron, si las miradas matasen creo que estaría veinte metros bajo tierra. - ¿Por qué? ¡Por qué! ¿En serio preguntas? – la verdad era que sí, no entendía que ocurría en su cabeza, era una chica inteligente. - Sí – subí mis hombros y me acomodé para verla mejor mientras ella comenzaba con otra tanda de insultos, pobre mi madre, no merece esto. - Hemos estado haciendo el amor las últimas tres… - la interrumpo. - Follando – me mira – Follando nena, nada de amor, nada de cariño, fui claro desde el principio – ella en serio me estaba reclamando esto, ¡dios! quería gritar de frustración. - No vengas con esas mierdas Ben, - suspiro – Hemos pasado lindos momentos juntos, salido, nos hemos conocido, incluso acepté esos juegos tuyos – movió la mano – Pensé que para esta altura. – miro sus pies. - ¿Me enamoraría de ti? – negué – Charlotte, eres hermosa y una increíble mujer, pero fui claro, solo sexo, no quiero una relación, ambos pasamos un rato juntos, luego cada quien a lo suyo, aceptaste – levanto las manos – Y ahora sales con esto solo porque te ofrezco llevarte a tu casa – no lo podía creer. – Quizás debería ser un hijo de puta y dejar que te fueras sola a las tres de la madrugada – me levanto para colocarme mis bóxer. - ¿Por qué te cuesta tanto entregarte al amor? ¿Qué tiene de malo dejar que te quieran, querer? – de malo no tenía nada, seguramente me casare en algunos años. - Mira Char, te lo diré lo más amable y cariñoso posible – tome aire – No tiene nada de malo eso que dices, pero no eres tú la que provoca esas cosas – gire buscando mis zapatos y la volví a mirar – Esto no va a funcionar, eres divina, debes estar con alguien que valga la pena y quiera lo mismo – un zapato voló en mi dirección y me agache para evitar que se estrechara con mi cara. - Eres un imbécil – rodé los ojos - ¿Cuál es tu problema? – sus gritos comenzaban a aumentar – Le caí bien a tu prima y su novio, seguramente tu familia también me quiera, porque simplemente no puedes dejar ese papel de playboy y sentar cabeza – por eso mi prima no sabía de mis relaciones. - A Sam le cae bien todo el mundo – me arrepentí de esas apenas terminé de decirlas y otro zapato voló por mi cabeza. - Me iré en taxi, no vuelvas a buscarme Ben, no quiero verte nunca más en mi vida. – ¿se acordará que vamos a la misma universidad? Recogió los zapatos y salió de mi departamento hecha una fiera, su última frase rondo por mi cabeza, ¿volver a buscarla? Ni que estuviera loco, suspire ¿Por qué las mujeres complicaban siempre todo? Solo sexo, ¿Qué les dice eso? ¿casamiento? ¡No! ¡Solo sexo! Me tire en la cama agotado de tanto drama. En este año era lo único que había tenido, la separación de Sam, ella siendo un trapo por la universidad debido al idiota de Mateo y sus problemas con la loca de su ex, Sam conociendo al idiota de Peter, ese que era amigo del ex de Luna, la chica de la disco, ya saben, la escoria se junta con la escoria. Recuerdo cuando Peter me vio en casa de Sam, la forma en que su color bajo hasta quedar en blanco. Flashback - Ben ¿verdad? – balbuceo mientras se acercaba. - ¿Qué quieres? – lo mire de reojo, Sam estaba en el baño, claramente aprovecharía la oportunidad. - Lo que pasó hace un año – eleve una ceja – Ya sabes con Patrick – así se llamaba el infeliz. - Ve al grano – Barbie miro de reojo, se hacia la tonta, llevaba los auriculares, pero yo sabía que no escuchaba música. - Yo no soy como él, es más no me metí, solo quiero que lo entiendas – me levante y él trago. - Te lo voy a hacer simple, la tocas, así sea la punta del pelo – toco su cabeza y se achica – Cuando estas enojado y te tendrán que buscar debajo de algún puente, porque te mato – me acerque - ¿Lo entiendes? - No la voy a tocar, no le voy a pegar – respondió rápido y el, yo no soy así ¿Dónde quedo? - No me la creo, ella es tranquila, confía en todos, yo no y te voy a estar vigilando, siempre – la puerta se abrió y me senté de nuevo. - ¿Qué mierda fue eso? – susurro Barbie. - No lo quiero cerca de Sam – sisee. - Tampoco confió en él – nos miramos - ¿Tienes alguien esta noche? – sonreí de lado. - No – guiño un ojo y se levantó – Bueno, me largo, ustedes son mundo empalagoso y esté – me señalo – Bueno, sigue siendo un baboso – camino hasta la puerta. - Un baboso que tuviste entre tus piernas – replico y ella eleva una ceja. - Maldigo el día que eso pasó – se dio la vuelta para darle la espalda a los demás – Supéralo Ben, te cambie por una chica – guiño su ojo. Fin de Flashback Si me había cambiado por una mujer, eso era verdad, pero aun seguíamos teniendo sexo cuando nos aburríamos de lo que hacíamos, era una relación de amistad- odio, porque la realidad es que descubrí que no estaba enamorado de ella y ella por supuesto no estaba enamorada de mí. Es muy difícil competir contra algo que no tienes ni puedes dar, porque definitivamente no tenía un par de tetas y v****a en mis piernas, aunque seguramente si fuera así, sería como la versión hot de mis padres, ya que soy una mezcla de ellos. En fin, las cosas con Barbie era un ida y vuelta constante, pero nada más, nunca pasaba nada más, ella venía y se iba tan rápido como una tormenta, y eso estaba bien para mí, el sexo estaba bien, pero era una constante guerra de poder, ella no dejaba domar y yo no sería sumiso de nadie, bajo ningún concepto, ni ahora, ni nunca. No se trataba de ego, simplemente descubrí que ser sumiso no era lo mío, no me hallaba, no había forma en que lo hiciera, porque siempre quería domar la situación. Con respecto a Peter, tal y como le dije, terminé rompiéndole la cara, todavía podía sentir su rostro en mis puños, la sensación era increíble, cumplí lo que le dije, a medias, le rompí la cara, pero no aprecio debajo de un puente, gracias a que Mike me saco y no pude matarlo como quería. El infeliz pensaba que yo no sabía de quien era hijo, su cara de satisfacción me lo dijo, pero él no contaba con que yo tenía muy en claro quién era, había visto a su padre en la universidad y sabía que Hannah lo ayudaba en su campaña, así que, el jodido era él, no yo. Una situación realmente graciosa si la recordamos, pude tratar de animal al director, insultar un poco y salirme con la mía gracias a las influencias de mi familia, no me gustaba usarlas, pero cuando era necesario, las implementaba, siempre lo hacía, sobre todo teniendo a un Wells en la familia, eso era lo mismo que tener pepitas de oro o en mi caso una mujer completamente atada para mi satisfacción personal. Cabe aclarar que mi prima volvió con Mateo luego de que la verdad fuera revelada, este no se había vengado de mí por arruinar el cumpleaños de su ahijada con mi enojo, hasta hace unos días cuando se quedó mirando como Sam sociabilizaba con mi hueso, saliente, Charlotte. El hijo de su santa madre lo hizo apropósito y no podía decir nada, me lo merecía. Mateo era consciente de que yo no tenía relaciones fijas, me había visto más de una vez con distintas mujeres, siempre había hecho como si no me viera, incluso cuando me encontró con Barbie en el baño me ayudo a que no nos vieran, se encargó de colocar un cartel que decía fuera de servicio, en la puerta, lo vimos cuando terminamos, un genio, pero con esto, cayo diez pisos, solo por molesto y reírse. Pero volviendo a la situación principal, esa que acababa de salir por la puerta como bola de demolición, la razón principal de que terminara con Charlotte se debía a otra cosa, una que tenía nombre y apellido, la causa de que decidiera el celibato a la lujuria, momentánea claro está, se debía a la chica nueva con la que compartía mi segundo año, ella era la autora de mi desinterés, la razón por la que ahora no me interesaba acostarme con la pelinegra, la dueña de mi desvelo y de algunas de mis fantasías. Trate de no mirarla, la ignore, pero ahí estaba siempre, en las mesas, el parque, sonriendo con sus amigas, jodiéndome las neuronas, me quise alejar porque era lo correcto, pero ahora estaba decidido a tenerla, solo necesitaba que picara el anzuelo, que ella cayera.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD