Capítulo 2

1754 Words
Al entrar está tira su bolso hacia un lado y corre directamente a la cama, con la esperanza de encontrar allí, su cuaderno de música, pero para su sorpresa, al levantar la almohada, no encuentra nada, lo que la hace buscarlo por todo el lugar. Backery pone su cuarto patas arriba, a movido todo en busca de su cuaderno. Al no encontrarlo está baja corriendo hacia la cocina, dónde está su madre tomando un té mientras revisa algunas de las fotos de la sesión que tuvo en un evento de inauguración de un restaurant. —¡Mamá! ¡Mamá! —Grita mientras baja las escaleras. —¿Qué pasó hija? Estoy aquí en la cocina. —responde Alisa. —¡MAMA! ¡Mamá! ¿Haa visto mi cuaderno de música? No lo encuentro por ningún lado —dice algo alterada. Alisa, desvía la vista desde la pantalla de la laptop, hacia Backery por encima de sus anteojos. —¿Estás segura de que ya revisaste bien? Siempre se te pierde y la encuentras en el lugar menos pensado —dice esto repitiendo como si fuera un cuento de nunca acabar. —¡Si mamá! Ya lo busqué por todo mi cuarto, y vacíe mi morral, pero no hay nada. —Bueno tranquila, ya aparecerá, mientras tanto ¿Por qué no te preparas algo para merendar? y también haces para mí, Llevo horas editando estas fotos y me duele un poco o el cuello —dice Alisa, colocándose la mano en el cuello mientras lo mueve haciendo pequeños círculos con su cabeza. —¡No mama! Hasta que no lo encuentre, no podré estar tranquila, me muero si no aparece mi cuaderno —dice tocándose la cabeza y regresando a su habitación. Alisa toma un trago de su té mientras cierra los ojos, pues sabe que Backery estará de mal humor hasta no encontrar su cuaderno. En la noche, cuando su Michael llega Backery corre hacia él. Este se detiene al verla, y abre sus brazos para recibirla. —¡Vaya! Hacia mucho que no te emocionabas tanto de verme —dice el padre al ver que ella se acerca. Backery lo envuelve en sus brazos, y este asu vez a ella, Hasta que Backery exclama. —¡Las tengo! —dice sacando las llaves de la camioneta del bolsillo de la chaqueta de Michael. —Ya me parecía extraño tu emoción repentina —dice el quitándose de la puerta. Baquery presiona el boton que abrirá las puertas de la camioneta, ya que este es el único lugar que no ha revisado, y es allí donde fue a la escuela en la mañana. Al rato Backery entra a la casa, con un rostro de decepción. —Tampoco está allí —dice colocando las llaves sobre la mesa al lado de la puerta. Camina hacia su madre y se recuesta en ella, colocando su cabeza en su hombro— Mi vida no volverá a ser la misma, allí tenia escrita todas mis memorias. Alisa soba el rostro de Backery con su mano —tranquila hija, como te dije, ya aparecerá, seguro está en el lugar menos pensado— la abraza. Al día siguiente Backery está sentada como siempre en las gradas, el día de deporte, viendo como corren los demás chicos, deseando ella poder ser uno de ellos. También aprovecha el momento para ver a Tommy un lindo chico el cual lleva observando desde hace dias, es el capitán del equipo de fútbol, un chico con el cual la mayoría de las chicas le gustaría salir. Estando sentada allí, llega un persona que se sienta a su lado. —Hola, chica misteriosa —le dice esta persona. Ella al voltear, nota que se trata del chico a quien había visto el día anterior, el que estaba perdido en la escuela. —Soy Brad, ¿Me recuerdas? Ayer choque contigo —dice este, pero Backery se voltea de inmediato —estamos juntos en el salón de clases. —¿Y a mi que? —le responde esta de manera grosera. —Quería poder hablar contigo —le dice este. Backery voltea su cara y toma su morral para levantarse. —¡Espera! ¿A dónde vas? —dice Brad tomándola por la mano— tengo algo para ti. Backery se voltea, ya que le ha dado curiosidad saber que tiene este para ella. Brad mete la mano de su bolso y saca el cuaderno que ella buscaba por todos lados. La expresión de sorpresa se adueña de su rostro, con las cejas levantadas, los ojos y la boca abierta, suelta un grito. —¡Ahhhh! ¡Lo encontraste! —le arrebata el cuaderno de las manos a Brad. Este se queda admirado al ver la expreion que ha puesto está a ver el cuaderno. —Al parecer es muy importante para ti —dice Brad sonriendo. —Sí, aquí está mi vida entera —dice pasando las paginas, ojeando de que todo este como ella lo dejo la última vez que lo tuvo en sus manos— espero que no lo hayas leído —dice, levantando la mirada amenazadora hacia Brad. Este se asusta al ver la dura mirada de BacKery hacia el —No, Claro que no lo he visto —resoonde haciendo un gesto con sus manos— Por cierto ¿Cómo te llamas? Backery baja su mirada al suelo, pues se siente insegura al hablar con este chico —mi nombre es Backery, y gracias por regresarme mi cuaderno, es muy importante para mí —dice mientras lo guarda dentro de su mochila. —Veo que te gusta el Rock ¿Cuál es tu grupo favorito? —le pregunta Brad. Backery piensa por un momento irse del lugar, pues ella no es de hablar con ninguna persona y menos con un chico, pero su mirada se posa en la franela que este trae, la cual tiene una imagen de su banda favorita “The Beatles” lo que le inspira confianza, y se sienta junto a el. —Sí, la verdad me gusta mucho, sobre todo la banda que llevas estampada en tu franela. Brad inclina su cabeza hacia abajo, para observar su franela. —¿The Beatles? —pregunta sorprendido, ya que a la mayoría de las chicas solo escuchan la música pop del momento, por lo que encontrar a una chica con sus mismos gustos musicales, se siente bien. —Sí, The Beatles, ¿Por qué te sorprendes? —ke pregunta Backery. —Es que a las chicas de hoy en día, no les gusta más que un grupo de chicos con los cabellos pintados de colores, brincando sobre un escenario —dice este. —¿Estas ciego? —le pregunta Backery pasando su mano por delante de los ojos de Brad. —Obvio no, ¿Por qué preguntas? —exclama Brad quitando la mano de Backery delante de él. —¿Es que no me has visto? No soy como las demás, soy la chica rara del salón, por esa misma razón —dice bajando su mirada. —Pues, a mí me parece que eres una chica muy cool. —¿Cool? Parece que estuviera escuchando a mi padre —con la comisura de su boca arqueada. —Entonces ha de ser muy cool tambien —ambos ríen. En ese momento, Backery ve su reloj y ya es hora de entrar a su próxima clase, por lo que se levanta y toma sus cosas. Para ir al salón de clases. Pero antes de irse, voltea y ve a Brad. —De verdad, muchas gracias —con una pequeña sonrisa en sus labios. Backery se va, y termina de ver todas sus clases. Llega en la tarde a su casa, entrando a su habitación, se sienta sobre la cama, para quitarse el pantalón, y así poder quitar la prótesis. Luego de ducharse, se tumba sobre su cama y saca su cuaderno, para escribir. Se coloca sus audífonos, pero solo piensa en Brad y en lo amable que fue con ella. Durante la cena Backery se muestra muy contenta. —Tal parece que has conseguido tu cuaderno —dice Alisa sirviendo ensalada en el plato de Backery— ¿Dónde lo encontraste? —pregunta con curiosidad. Backery se queda callada, pues sabe que si dice que conoció a un chico, estos no dejaran de hacerles preguntas. —Lo había dejado en mi casillero —dice metiendo un trozo de carne en su boca. —¡Viste! ¡te lo dije! Y tu armando un drama. Sabía que lo conseguirías en el lugar menos esperado —dice Alisa pareciendo muy obvia su respuesta. —Si mama tenías razón –responde tomando un sorbo de agua— y a ti papa ¿Cómo te fue el día de hoy? —pregunta Backery para cambiar de tema. —Muy bien, lo mismo de siempre, papeles, números, cuentas, ustedes saben. —¿Por qué no vemos una película en la sala cuando terminemos de cenar? He comprado cotufas dulces cuando fui al supermercado. Backery levanta sus cejas, pues estas son sus favoritas —¡ummm! Sí, pero yo escojo la película. —No, hoy me toca a mí, ya basta de ver vampiros y hombres lobos. O en su defecto, chicas llorando por el amor de un adolescente. Quiero ver una de acción, de autos veloces —dice su papa emocionado. Bckery pone la mano en su frente —¡hay no papá! Esas películas no son para nada reales. Un hombre que sale de una explosión sin ningún rasguño, no tiene nada de sorprendente. —Si, por que un chico que se para frente a la luz y brilla como escarcha es súper realista —dice Michael burlándose mientras ríe. —No, no es realista, pero es tan bello —responde Backery suspirando con su mirada iluminada. —¡Ya Basta! Dejen de pelear, que la película de hoy la escojo yo —dice Alisa— estoy aburrida de fantasía, y de hombres indestructibles, hoy veremos una romántica, de esas que te hacen llorar y enamorarte del protagonista —expresa mientras sus pestañas revoloteaban. —Sí, mama, ¡perfecto! Tengo una en mi computadora, que tiene comentarios muy buenos —dice Backery, buscando el nombre de esta en su celular. —¡Backery! Ya sabes las normas que hay de usar el teléfono a la hora de la comida —dice Michael seriamente. —Lo siento papa —responde Backery, colocando el teléfono sobre sus piernas.
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