Positivo.
Una prueba de embarazo fue suficiente para devolverme la ilusión de salvar mi matrimonio soñado con el empresario multimillonario, el CEO de Lancaster Collection. Alexander Lancaster.
Pero mis ilusiones se fueron tan pronto como llegaron, cuando me enteré que me estuvo engañando por mucho tiempo y con la persona en quien más confiaba.
Un embarazo, una infidelidad, un divorcio.
El dolor de perder a la persona que más amé, desapareció cuando lo tuve entre mis brazos, no sería la primera ni la última mujer en sacar sola a un hijo adelante.
Lo que Alexander nunca supo, es que yo soy la heredera de la fortuna del hombre más influyente e importante en el mundo de la moda.
Yo soy la heredera divorciada.