Federico. —¿Quién los sigue?. —Raúl nos está esperando afuera de la casa. —No sé. —me bajo primero ayudándola donde quedo media en shock—. Le dieron una nota a Anto en el baño. —¿A ver?. —se la doy y después nos mira—. Conozco este café. —No va a ir. —No... Antonella no va a ir, va a ir Marisol. —¿Va a mandar a una de sus hijas igual?. —entramos a la casa mientras hablamos y Anto no dice ni una palabra. —No va a ir sola y a Mari no le tiembla el pulso de matar a nadie. —no me lo creo, habla de que la hija es una asesina como lo mas normal de la vida—. Sabe lo que tiene que hacer sin miedo a nada. —No... —dice Anto con fuerza—. Si es mi mamá quiero ir yo. —No nena... ¿Y si es una trampa?. —Lo es y listo. —No voy a mandarte a la horca... No lo voy hacer. —me aprieta los b