—¿Cómo se supone que cabra todo en una maldita maleta? —Marissa murmuró frustrada mientras sacaba ropa de mi armario. Me siento con las piernas cruzadas en la cama, la radio suena y doblo la ropa. Ella tenía razón, yo tenía dos maletas, una para ropa y otra para equipo de filmación. Una maleta para todo un recorrido es difícil. Necesito pijamas, ropa casual, ropa elegante, sujetadores, ropa interior, artículos de tocador. —No tengo ni idea, voy a tener que rodar todo—. Resoplé mientras mi cama estaba cubierta de ropa. —¿Y qué hay de los zapatos? ¿Podrías ponerte algunos? —Giró la cabeza para mirarme, una confusión total en su rostro. —No creo que pueda empacar ninguno.— Me muerdo el labio y miro mi maleta. —¿Así que vas a usar tus feas zapatillas verdes con todo? —Ella pregunta. —Est