bc

90 días para conquistarte

book_age16+
10.9K
FOLLOW
60.4K
READ
contract marriage
love after marriage
arrogant
independent
drama
comedy
bxg
humorous
kicking
poor to rich
like
intro-logo
Blurb

Kiara Craft trabaja como bailaría exótica en un bar esperando que su situación financiera mejore, sin embargo una madrugada a la salida del trabajo un auto la atropella.

Todo cambia cuando la persona que la atropelló fue nada más ni nada menos que el magnate Ángelo Werner, el hombre que siempre ha admirado y soñado desde hacía 5 años cuando lo vio en una foto, obsesionándose con él como toda una fan, pero comienza a decepcionarse cuando descubre que Ángelo es solo un idiota egocéntrico que se burla de su amor infantil, así que decide olvidarse de él, pero no contaba con que ahora se vería en la obligación de trabajar para él cuando su madre cae en una fuerte enfermedad, y que Ángelo necesitara de su ayuda para cobrar una herencia, pidiéndole ser su esposa por solo 90 días…

Pero Kiara no está dispuesta a soltar al hombre por el que soñó tanto tiempo y decide crear un plan para conquistarlo antes del divorcio.

chap-preview
Free preview
Prólogo
  Odiaba mi vida. El trabajo que tenía como bailarina exótica en el club era humillante para mí con los trajes exhibicionistas que nos hacían usar, bailábamos toda la noche en una jaula; me hacían sentir casi como una animal, pero al menos evitaba que los hombres borrachos nos llegaran a tocar, de igual manera teníamos que aguantar las palabras obscenas de imbéciles que siempre se pasaban de tragos y nos querían tratar como prostitutas. Ser bailarina exótica en un club de adultos no nos hacía prostitutas… Bueno, algunas chicas sí aceptaban pagos extras, pero era por elección propia, yo jamás me denigraría a vender mi cuerpo, había límites, necesitaba el dinero pero no estaba tan desesperada. Esto era lo que más odiaba; tener que caminar todas las madrugadas fuera del club con mis tacones de punta martillando el suelo y una chaqueta que me rozaba los muslos apenas cubriéndome; debajo tenía un pantalón corto que a duras penas me cubría parte del trasero y un top de lentejuelas ajustado con relleno incluido para resaltar mis pechos, mis grandes lentes oscuros cubrían mis ojos y parte de mi rostro para no llamar tanto la atención con el maquillaje exótico brilloso. Muchas personas juzgaban a las bailarinas exóticas, pero este era un trabajo donde tenía dinero rápido con buenas propinas, las deudas iban a acabar conmigo algún día, sin contar los pocos ahorros que tenía para poder apenas cubrir la inicial de la universidad, quería estudiar, pero no tenía dinero, ni tampoco el promedio para una beca.  Solo necesitaba llegar a casa y dormir, anhelaba únicamente que mi cara tocara la almohada y mi cuerpo el colchón… De repente, una fuerte ventolera hizo que mi chaqueta se alzara mostrando mi minúsculo pantalón y varios hombres de la calle comenzaron a silbarme, me apresuré a acomodar la chaqueta sintiendo la vergüenza llenar mis mejillas en un fuerte sonrojo, bajé la acera para cruzar la calle en el momento que mi cabello se amontonó sobre mi cara cubriéndome la visión y la fuerte ventolera volvió a alzar mi chaqueta mientras me volvía todo un desastre intentando acomodarme, apenas escuché el ruido de unos cauchos frenar y el reflejo de una camioneta blanca cuando me quedé paralizada esperando por nanosegundos el golpe, viendo mi vida pasar frente a mis ojos como una película en cámara rápida… Y todo se volvió oscuro.   ******   Abrí los ojos adaptándome a la luz intentando enfocar mi mente luego del profundo sueño en el que había caído. ‹‹ ¿Dónde estoy?›› Pensé. Miré alrededor fijándome que me encontraba en una sala y había estado acostada en el mueble durmiendo, una sábana azul de tela fina me cubría, no estaba en mi casa o un lugar en el que hubiera estado antes... Pero sí lo reconocía porque lo había visto en fotos. Era el pent-house de Ángelo Werner, el jefe de mi madre, el hombre con el que soñaba despierta y admiraba desde hacía 5 años atrás cuando lo había visto en una foto de los hombres millonarios jóvenes más cotizados del mundo, él era empresario, empezó haciendo videos en internet acerca de deportes y luego cuando tuvo la suficiente fama, creó su propia marca de productos deportivos haciéndose jodidamente millonario cuando importantísimas estrellas deportivas comenzaron a usar sus productos. Mi madre era una de las conserjes en su enorme empresa, el único trabajo que consiguió donde la paga era buena y tenía buenos beneficios. ¿Qué —coños— hacía yo en la casa de Ángel Werner? Lo último que recordaba era el viento atacarme y yo cruzando la calle… recordaba ver el reflejo de una camioneta blanca segundos antes de que entendiera que me iba a atropellar y luego todo se volvía oscuro en mi mente. ¿Estaba muerta? Mierda. Escuché la puerta principal abrirse, me siente en el mueble tensándome y quedándome sin aliento cuando vi al mismísimo Ángel Werner entrar, tenía una ropa casual de suéter n***o que se acoplaba a su ancha espalda y brazos fuertes, jeans y zapatos blancos deportivos, tuve que pestañear varias veces para asegurarme de que era realmente él y no uno de mis muchos sueños donde fantaseaba con conocerlo, algo completamente irreal. Sus ojos verdes se giraron hacia mí notando que estaba despierta y lo observé sonreír; sus dientes blancos como si se tratara de un comercial de pasta dental... su sonrisa era perfecta, exactamente como en las fotos. —Hey, despertaste —dijo Ángelo, su voz era profunda y algo ronca, maldición, era incluso mejor de lo que me imaginaba—, ya me preocupaba que estuviera muerta y tuviera de hecho un c*****r sobre mi sofá. ¿Era una broma? Si era una broma, entonces de igual forma no podía reírme porque no podía salir de mi completo estado de shock. Maldición, su rostro era algo completamente fuera de este mundo, lo había detallado mucho en fotos, pero en persona lo comprobaba. Sus espesas pestañas enmarcaban el iris color esmeralda, nariz estrecha, labios carnosos, hoyuelos en las mejillas y su cabello abundante cayendo en risos desordenados, dándole un atractivo extra con los aretes adornando sus orejas y los tatuajes de sus brazos. Verlo definitivamente era todo un sueño húmedo hecho realidad para cualquier persona, más que un ángel parecía un demonio del inframundo completamente ardiente. —Eh… ¿te vas a desmayar o…? —preguntó confuso al ver que me quedé como toda una estúpida únicamente observándolo con la boca abierta, pero no todos los días podías ver a tu amor platónico imposible en persona, seguía creyendo que se trataba de un sueño, él era como una súper estrella para mí. Bueno, no solo para mí, él era bastante conocido por ser soltero, millonario y cotizado. ‹‹Reacciona estúpida››. Me regañé para poder salir de mi transe. —Estoy bien —solté aclarando mi garganta al sentir mi voz reseca—, ¿qué pasó? ¿Cómo llegué aquí? Realmente necesitaba que me explicara qué era lo que estaba pasando. Me levanté del mueble para hacerle frente, pero mis estúpidos pies se enredaron con la sábana y caí de boca al piso torpemente. ‹‹Genial Kiara, siempre siendo un imán para el piso››. — ¿Te caíste o solo buscabas tu cerebro ahí abajo? —dijo Ángel en tono burlón. Fruncí el ceño lanzándole una mirada gélida, que él fuera mi amor imposible y tuviera un crush por él, no significaba que me gustaran sus comentarios odiosos. Odiaba a las personas odiosas. —No te atropellé —continuó respondiendo mi pregunta al ver que no iba a decirle nada—, frené justo a tiempo, pero creo que te desmayaste al pensar que te iba a atropellar. Eso explicaba un poco por qué no tenía ningún hueso roto o algún lugar de mi cuerpo que me doliera, solo tal vez un poco de dolor de cabeza y mareo… Él no me había atropellado. —Ah, ¿Y qué hago aquí? —murmuré pero sonó como una acusación, no entendía por qué me había traído a su casa, debió llevarme a un hospital. Desenredé mis pies de la sábana levantándome del suelo acomodándome mi chaqueta y me voltee hacia Ángelo, él se había acercado a mí y maldición, no me había dado cuenta de lo alto que era, me sentía minúscula y pequeña ante el enorme hombre frente a mí, di un paso atrás al sentirlo demasiado cerca, observando como una de las esquinas de sus labios se alzaba en una ligera sonrisa que parecía malévola cuando entrecerró los ojos, definitivamente se había dado cuenta de que me había intimidado. — ¿Te doy miedo? —preguntó con algo de burla. —Acabo de aparecer en tu casa luego de que me atropellaste —refuté—; ¡¿Qué clase de pregunta es esa?! Él pareció pensarlo y afirmó con la cabeza. —No iba a dejarte tendida en la calle, tampoco tenías heridas como para llevarte al hospital —explicó—, además tenía que venir a mi casa rápido, así que la única opción era traerte aquí. — ¿Eso te pareció más lógico? —Dije incrédula alzando una ceja— ¿traerme a tu casa? —Sí —dijo Ángelo encogiéndose de hombros—, deberías agradecerme, te dejé babear mi sofá y roncar como todo un oso. —Yo no babeo, ni mucho menos ronco —contradije llevando una mano a mi rostro, mis mejillas sonrojándose al darme cuenta de que sí tenía baba seca en una esquina de mi boca. Maldición, esto era humillante. —Ajá —dijo con algo de sarcasmo sin borrar esa odiosa sonrisa—, 5 horas roncando, y créeme que se escuchó por todo el edificio. — ¡¿5 horas?! —repetí incrédula casi gritando, de todo lo que dijo fue lo único que me importó. Joder, mi madre iba a matarme, busqué rápidamente en los bolsillos de mi chaqueta mi teléfono, casi sentí un paro cardiaco… mi teléfono no estaba. ¿Dónde lo había puesto? Solo esperaba que no se me hubiera perdido. — ¿Buscas esto? —dijo Ángelo llamando mi atención, alcé la vista hacia él observando mí teléfono en sus manos, su ligera sonrisa maliciosa estaba ahí bailando en sus labios. — ¿Qué haces con mi teléfono? —dije en un hilo de voz acercándome a él para quitárselo de las manos, pero lo alzó sobre su cabeza de modo que no podía ni tocarlo aun poniéndome de puntillas, él era demasiado alto, mi nariz tal vez le llegaba al pecho; aunque también yo era de estatura pequeña, de niña me hacían bullying llamándome elfo. —Tranquila, tranquila —se burló—. Necesitaba saber si tenías algún número de contacto a quién llamar o si eras peligrosa… pero encontré cosas mucho más interesantes en él. Me quedé congelada, sabía a lo que se refería, la vergüenza comenzó a llenar mis mejillas en un fuerte sonrojo y sentí una desagradable sensación en el pecho que solo ocurre cuando alguien descubre algo completamente vergonzoso, privado y personal. —Me veo bien adornando tu fondo de pantalla —continuó en burla—, además de las otras miles de fotos con imágenes de corazones y mal Photoshop de tu y yo besándonos en tu galería. Mierda. Había descubierto mi enamoramiento por él.                  

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

UN TOUCHDOWN A TÚ ❤️

read
225.6K
bc

Casado con la ¿Gordita?

read
312.3K
bc

En los Zapatos de Renatas

read
1.3K
bc

Efimero (Devil's touch)

read
372.7K
bc

AMOR CON ODIO

read
12.8K
bc

Mi jefe esta paralitico

read
3.2M
bc

Una esposa de mentira. Saga familia Duque.

read
8.3K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook