bc

Desequilibrada

book_age18+
324
FOLLOW
1.8K
READ
dark
possessive
playboy
arrogant
badboy
decisive
drama
bxg
heavy
mystery
like
intro-logo
Blurb

Alison Ribera, es una paciente en un psiquiátrico a las afueras de Rusia llamado "The Losht". Alison ha perdido la memoria, no sabe quién es y aunque pasa por momentos traumáticos como asesinatos y homicidios. Ella conoce a dos hombres tan diferentes como el día y la noche; Carther Smit es un psiquiatra encargado de Alison y Dylan Connor es el paciente más peligroso del psiquiátrico. Dos hombres tan cautivadores que lograrán un gran conflicto entre la mente y el corazón de Alison.

chap-preview
Free preview
Capitulo 1.
La noche de repente se me hizo muy oscura, más de lo normal. No sé en qué momento, pero las nubes taparon completamente el cielo y empezaron a caer grande gotas de agua a la vez que truenos resonaban fuertemente por todas partes, generando que sintiera frío por culpa de los escalofríos que eso me producía. El viento que se escuchaba afuera, haciendo que poco a poco mi llanto cesara y solo quedaran las lágrimas corriendo por mis mejillas, pero yo ya estando más tranquila que hace una hora. La habitación estaba en un silencio casi profundo y sepulcral, no se escuchaba nada afuera en los pasillos o demás cuartos, siendo el viento, la lluvia, mi acelerada respiración y mi asustado y roto corazón los sonidos que me interrumpieran ello. La inmensa oscuridad se veía un poco opacada por la luz que entraba por la ventana. Las paredes blancas estaban teñidas de sangre, seguramente por haber sido salpicadas cuando sucedió todo mientras que el cadáver del doctor (del cual ya no puedo ni siquiera pensar su nombre sin volver a explotar en llanto) seguía en la mitad del lugar, con un charco gigantesco de sangre bajo él. Todo él está cubierto del liquido carmesí, con la (su) usual bata de doctor bañada de aquella espesa sustancia, totalmente pálido, con los ojos abiertos he inexpresivos igual que el resto de los cuerpos sin vida que he vistos desde que entre en este sitio, sus labios se encuentran entrecerrados y tan blancos como su rostro, dejando nada más el recuerdo de como eran estos hace tan solo unas horas. Tengo un caos de pensamientos y recuerdos sin concluir, confundiendo mi cabeza, jugando con los hechos pasados. La confusión se vuelve una lucha por encontrar una luz al final del túnel, tratando de no darle la razón a lo que mi memoria dice que paso, porque no quiero creer que en verdad fue mi culpa, que yo lo hice. Y al no encontrarla, la culpabilidad abraza a mi roto corazón como una braza ardiente, provocando que me sienta peor. Y mientras mis lágrimas calientes bajaban por mis manchadas mejillas, sentía como la sangre se secaba en mis manos, pegándose a estas como una segunda piel, haciendo que las sintiera pegajosas y asquerosas. Las manchas en mi rostro se pegaban como si fueran un chicle mientras las pocas gotas tibias se iban deslizando hasta llegar a mi cuello, provocando un cosquilleo a su paso. Mi pijama estando totalmente lleno de aquella sustancia, haciendo que el olor metálico del líquido espeso tuviera aún más intensidad a la hora de querer respirar y dificultándome el hacerlo sin querer vomitar. La culpabilidad es tanta, que se puede comparar con el dolor que tengo en el pecho. Lo que ven mis ojos en la oscuridad de mi habitación, son imágenes fuertes y dolorosas, nada comparado con los recuerdos que mi mente me hace ver como película vieja en repetición, dañándome y mareándome. Mientras me perdía en mis culpables pensamientos, escucho como los pasos de varias personas venían corriendo por el pasillo, abriendo y cerrando puertas a la vez que decían algo inentendible para mis oídos. Oía todo el escandalo que hacían sin hacerlo realmente, sin quitar mis ojos del cadáver, que entre más lo veía, más me dolía y quemaba el corazón. _ Te amo… _ digo en un susurro inaudible, lo mismo que he estado diciendo desde que la vida salió de su cuerpo a la vez que la puerta era azotada fuertemente por dos enfermeros que nunca había visto antes, estos viendo de inmediato al doctor y quedándose tan pálidos del miedo y la impresión como este. El shock que esto les causo les hizo quedarse totalmente en silencio para después, cuando volvieron en sí, gritaron fuerte desde su lugar una palabra que no llegue a procesar por culpa del mareo y el pequeño dolor de cabeza que empezaba a tener. No paso ni siquiera un minuto cuando la habitación se lleno de doctores y enfermeros, entre ellos Diana, la esposa del cadáver, que al ver lo que había frente a sus ojos, empezó a llorar descomunalmente a la vez que el enfermero detrás de ella la agarraba para que no se cayera. _ Mi amor… no… no te puedes ir… no ahora cuando más te necesito… no me puedes dejar así _ dice entre sollozos de dolor _. Las promesas… nuestros sueños… nuestros planes… No te puedes ir, no me puedes dejar _ susurrar lo último con mucho pesar en su tono de voz. Yo simplemente la miro desde mi lugar, entendiéndola y pensando en lo mucho que él la debió amar en el pasado y que murió amando a otra mujer… a mí, la que nunca debió hacerlo. Pero a pesar de que yo lo amo, de que ahora sé que lo hago, y que él me amó a mi, eso no evita que me sienta culpable. El amor no evito que él muriera. Me hace sentir muy hipócrita, y viendo como su no tan querida esposa, llora descomunalmente, me doy cuenta que ella también lo ama igual o hasta más fuerte que yo. Y por más molesta que me ponga ese hecho, siento compasión por ella, al sentir un mutuo sentimiento de dolor mezclado con vacío por nunca volver a tener la oportunidad de escuchar la voz o verla imagen del hombre al cual las dos nos enamoramos con completa locura, siendo la gran diferencia que yo siento también una gran culpabilidad y que ella, a pesar de estar casada con él y haber pasado más tiempo a su lado que yo, este dejo de amarla, pasará una vida creyendo que él siempre lo hizo. Debo admitir que nunca llegue a odiarla, pese que amé y amo a su difunto marido, porque no tuve y no tengo motivos verdaderos para hacerlo. Todo lo que pasó y el cómo pasó solo es culpa de él y en parte mía, si hay que odiar a alguien sería a la persona que cayese sin vida, pero que ambas seríamos incapaces de hacerlo. Ella y yo hubiéramos sido grandes amigas si él no hubiera estado en medio. Toda la habitación, ya de por sí silenciosa, con solo los sollozos de Diana de fondo, cambia a un ambiente más tenso y temeroso cuando las luces se vuelven a encender, haciendo que se vea mejor el cuerpo putrefacto del doctor y que se vea claramente, escritas con sangre en la pared, letras curveadas y refinadas las siguientes palabras: nadie esta salvo de mí. Y con esas palabras, sabía que nada había terminado, mientras que todos en la habitación ahogaban un grito por lo terrorífico que es. Todo lo que había pasado hasta ahora, era solo el comienzo del horror y desastre que venía por acontecer. No sé como, pero alguna parte de mí me dice que no soy completamente culpable y que por alguna razón él tuvo algo que ver, ahora me toca saber quien es él. °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°° 0, cero memorias. No tengo idea de que estoy haciendo en este lugar. No tengo recuerdos de mi pasado, ni siquiera de mi nombre. No se si tengo familia, o que haya pasado con ella y la razón para terminar en este lugar y mucho menos se si fue algo que yo haya provocado, no tengo idea de nada, solo de que hace dos días desperté sin memoria en un psiquiátrico en las afueras de un pequeño pueblo en Rusia. Según los doctores, mi nombre es Alison Ribera y tengo aproximadamente 18 años, eso fue lo único que me pudieron decir sobre mí. No hay registro alguno que me diga el por que me encontraba en este lugar, ni de donde venia y mucho menos si tenia familia. O al menos eso fue lo que me dijeron. Desde hace dos días, los doctores vienen a las 6 am para despertarme y hablar un poco para luego darme unas pastillas, que realmente no se su contenido o para que me las dan, pero igual las tomo, ellos dicen que me hará bien. Cuando ven que me las tomo, luego se retiran, para venir otra vez en la tarde como a las 6, para hacer el mismo procedimiento que en la mañana, como una especie de terapia o algo así. En total, han sido dos doctores, uno por día, hoy es mi tercero. Me la he pasado estos dos días encerrada en mi cuarto, pensando y tratando de recordar mi pasado, el quien soy, pero por mas que lo intente, siempre es el mismo oscuro vacío mental. No he salido por más de 5 minutos, donde solamente iba al baño y vuelvo. Tal vez hoy si me anime a salir y ver más allá de los muros de mi cuarto, que desde la ventana de tamaño promedio, me permite ver el patio donde desde una hora determinada, siempre se encuentran cinco o más personas disfrutando del clima. La verdad es que también me da un poco de pavor salir de aquí, porque no se con que tipo de locura me podre hallar. Si son agresivas, destructivas o son todo lo opuesto. Me da miedo que alguna de esas personas me pueda hacer daño por algún motivo inexistente, existente únicamente en su cabeza. Los doctores, o mas bien, los dos doctores que me han venido a visitar en estos dos días, me han incentivado a salir y conocer a los demás pacientes del lugar, diciendo que no todos están como yo lo imagino, o como pienso, y que en dado caso, los mas peligrosos por así decirlo, estaban en otra ala del edificio, en la ultima planta, donde ellos permanecían encerrados hasta que los médicos vieran mejoría con su estado. Por lo que me pudieron contarme los docs, hay 3 niveles de peligro en los estados de los pacientes y ellos los juntan debido a que tan o no tan peligrosos sean. El primer nivel es el más común, se podría decir que llegando a lo normal, cosas leves que no le hacen daño a nadie y pueden socializar normal sin problema alguno. El segundo nivel trata con las personas que pasan lo anormal, volviéndolos un problema, afectando sus vidas en si (y la de los pacientes a su alrededor), cosa que pueden controlar los doctores. Estos se encuentran tres pisos debajo de los de nivel 3. Y por ultimo, el nivel 3. Sus pacientes no entran jamás y nunca en lo normal. Ellos son los peligrosos del lugar, los que pueden hacer algún tipo de daño tanto a sí mismos como a los demás, tanto doctores y enfermeros, como a los pacientes, en general, los que no son controlables. Ellos se encuentran en las ultimas tres plantas del edificio donde están las habitaciones de refuerzo, muy lejos de los de primer nivel, que estos se hallaban en los tres primeros pisos del edificio. Yo me encontraba con los de primer nivel, ya que no soy peligro para otros pacientes. Dicen que soy la más normal, porque es una simple pérdida de memoria, que no hace peligro a nadie y mucho menos se trata de controlar porque es algo que se va a ir resolviendo con ciertas terapias. El centro psiquiátrico Losht, es un lugar donde tratan todo tipo de enfermedad mental. Esta constituido por 6 edificios, donde los cuales se encuentran: los dormitorios, los consultorios, la cafetería, entretenimiento y entrenamiento metal, los dormitorios de los doctores y enfermeros y por ultimo, la sede de todo, que es donde se guardan todos los registros, datos personales de cada m*****o y paciente del lugar. Se encuentra ubicado cerca de Rusia, en un terreno grande, muy lejos de cualquier civilización. A los alrededores del psiquiátrico se encontraba un hermoso lago y una gran cantidad de pinos altos y de diferentes tonos de color verde tan vividos, como el color azul del cielo y montañas que complementa la hermosa vista natural. Todo esto viéndose a través de mi ventana. Esa imagen la llevo contemplando desde que el primer psiquiatra salió de mi habitación, dejándome con mi laguna mental y desde entonces la observó desde que me despierto hasta antes de dormirme, exceptuando las veces que viene un doctor, entrando por la puerta y se queda hasta como alrededor de una hora, que es cuando me da la pastilla y se va. En este preciso momento, me encontraba leyendo un libro sobre las guerras mundiales, los muertos y heridos que esta dejo y las razones por las cuales comenzaron. Un libro de historia en fin de cuentas, que encontré entre mis cosas, ignorando el hecho de si es mío o me lo dejaro alguno de los dos doctores que han venido. Mientras estaba inmersa en mi lectura, siento pasos acercarse, para después de unos segundos, escuchar a alguien tocar la puerta de mi cuarto. Hecho mi libro a un lado, marcando la página en el proceso, para luego posar mi mirada en el reloj digital de la pequeña mesita de noche, viendo que ya eran las 6 en punto de la mañana. _ Alison, abre, soy el doctor Carther Smit, soy tu psiquiatra encargado_ Escucho que dice una voz masculina detrás de la puerta. Una voz fuerte y ronca, casi melodiosa, llegando a lo perfecta. Habla sin titubeos y firmemente, con seguridad en el tono de voz, como si se estuviera comiéndose el mundo, escuchándose un poco arrogante y altiva. Me entra mucha curiosidad de saber que es un psiquiatra encargado, quien será el mío y a que hombre le pertenece es linda voz, por lo cual, me levanto de la cama y camino a paso lento y perezoso hasta llegar a la puerta, para después abrir, revelando a un hombre de mas o menos 22 años de edad, con una bata blanca de doctor. Quedo totalmente anonadada por el atractivo físico del psiquiatra. Sus ojos son de color verde resaltados por la increíble cantidad de pestañas que rodean sus ojos y las pequeñas pecas que se haya debajo de estos, cabello castaño oscuro, piel blanca bronceada. Debe medir 1.80 o mas, ya que mi estatura es de 1.70 y el es mucho mas alto que yo. Lleva puesto una camisa de vestir azul oscuro, pantalones negros y encima la bata. Observo minuciosamente cada detalle, viendo que consigo trae una pequeña tabla de metal y encima de estas una serie de papales muy bien organizados, más unos lentes de pasta negros, puestos, resaltando su atractivo. En total llego a la conclusión que al doc le gusta vestirse bien, vistiendo semiformal. Miro lo que llevo puesto disimuladamente, sintiéndome un poco ridícula delante tal hombre tan bien vestido al llevar puesto una simple camisa blanca pegada al cuerpo, sin sostén, mas unos pantalones cómodos de yoga color n***o, andando descalza, con el cabello en un moño, posiblemente, despeinado y mis gafas de lectura puestas. El doctor me sonríe profesionalmente al yo abrir por completo la puerta, para después pasar a la habitación como perro por su casa. Se sienta en el mueble individual que se haya a la instancia del cuarto, cerca de la ventana, para después ver como el agarra un bolígrafo n***o de su bolsillo en la bata, para luego escribir algo en una del montón de hojas que traía encima de la tabla metálica. Ruedo los ojos mentalmente, mientras cierro la puerta detrás de mí, preparándome para otra sesión terapéutica, que, según yo, no necesito y que pienso que son largas y fastidiosas. _ Muy bien, vamos a comenzar, ¿Quieres, Alison? _ Pregunta mientras yo voy caminando devuelta hacia la cama, ignorando la pregunta del sexy psiquiatra. Solo asiento con la cabeza para no ser tan descortés, para luego sentarme en forma de indio sobre el cómodo colchón, recostando mi espalda a la pared _ Ok, veo que no eres de muchas palabras _ Dice al mismo tiempo que anota algo en la misma hoja de antes, para después regresar su mirada a donde yo me encontraba _ ¿Qué es lo ultimo que recuerdas de tu pasado? _ Absolutamente nada _ Digo sin rodeos, siendo directa, para luego observar que vuelve a escribir en la hoja. _ ¿Ni siquiera el por que estas aquí? _ Pregunta viéndome directamente a la cara, haciendo que me sienta un poco incomoda porque su mirada es algo fuerte, pero igual le mantengo la mía, tratando de que esta no me intimidara y fingiendo indiferencia ante su belleza. _ No. No recuerdo nada. Lo único que se es mi nombre y apellido mas la proximidad de mi edad, y no por mi misma, sino por los primeros dos doctores que me vieron en estos dos días pasados. _ Vaya, tenemos mucho con que trabajar, no me explicaron mucho sobre tu caso, que es algo especial, ya que nunca he tratado con una paciente con pérdida total de la memoria. Es una situación nueva para mí. Por ahora te explicare un par de cosas que no te han explicado los otros dos psiquiatras _ Dice y asiento, mientras internamente rezo porque explique que es un psiquiatra encargado _ Para empezar, soy el psiquiatra encargado de tu caso, eso significa que ya no veras a otros psiquiatras, solo a mi. Mis métodos de trabajo son sencillos y no te generaran ningún tipo de desgaste mental. Tu caso en especial, lo veo sumamente sencillo, aunque sea nuevo para mí, ya que es una simple falta de memoria que, con el tiempo y ejercicios mentales, podrás recuperar. La pérdida de memoria, con los trabajos y terapias que vamos hacer, podrás recordar todo lo que en el momento no, solo que no será de golpe, iras recordando poco a poco, como episodios o flashes en cualquier momento del día y hasta puede que en mis terapias o después de ellas, así sucesivamente iras recuperando tus recuerdos, no es nada alarmante, pero se le debe tener paciencia. Termina de explicar y se queda en silencio por un breve minuto, para luego volver hablar al ver que me quedo callada, sin preguntar o decir nada. _ Es importante que sepas que no puedes salir de tu nivel, siempre tendrás que quedarte en los lugares asignados para los del primer nivel. Veras que los niveles solo pueden socializar con los mismos integrantes de sus miembros, el por que es muy simple, cada uno tiene riesgos y peligros diferentes, por eso se clasifican en niveles, y este sistema sirve para que nadie corra peligro. Como eres primer nivel, puedes entrar a todas las áreas, no hay ningún problema… Excepto, esta demás decir, por los dormitorios de los médicos y enfermeros, eso si esta restringido para ustedes, además de la cede principal, ya que estos dos edificios solo son para personal autorizado _ Dice para luego levantarse del mueble y guardar su bolígrafo en el mismo bolsillo de la bata _ Ahora, si me disculpas, tengo otras pacientes que atender, la primera terapia será en la tarde _ Dice tranquilamente, mientras sujeta firmemente la tabla metálica con los papeles contra su cuerpo. Desenredo las piernas para luego pararme de la cama, caminar hacia la puerta y abrir esta, invitándolo a salir, haciéndome el recordatorio que esta vez, no me dieron una pastilla o ningún tipo de medicina, alegrándome mucho ese hecho. _ Fue un gusto doc _ Digo para después ver como el asiente con la cabeza y sale de la habitación. _ Hasta luego, señorita Ribera _ Se despide con una sonrisa, para luego desaparecer por el silencio pasillo. Idiota. Pienso mientras vuelvo a cerrar la puerta, devolviéndome a la cama para agarrar el libro que estaba leyendo y sentarme en la silla donde este estaba sentado, al frente de la ventana, pensando al mismo tiempo, que el doctor pareciera ese tipo de hombre superficial y egocéntrico, de que tanto me cae mal, o al menos lo siento así al no tener recuerdo alguno de una situación parecida. Pero a pesar de su altiva actitud, no me deja de parecer el hombre mas atractivo del mundo, aunque no me acuerde de los otros hombres que haya visto en mi vida, además de los otros dos hombres que tuve como psiquiatra. Y mientras veo como empieza a salir el sol, me dispongo a terminar de leer el interesante libro histórico sobre guerras.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Traicionada desde el nacimiento - La hija no valorada del Alfa

read
67.5K
bc

LISTA DE DESEOS

read
4.5K
bc

La Venganza De Emily

read
6.5K
bc

volveras a ser mía.

read
69.5K
bc

LA EMPLEADA DEL CEO.

read
57.5K
bc

La Esposa Obligada

read
2.7K
bc

La alfa Danna, reina de los lobos sin humanidad y los lobos desterrados

read
61.1K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook