Capítulo 7

1210 Kata
  Al ver que su amiga estaba preocupada por lo que pasó, Nan solo sonrió ligeramente como si hubiera estado acostumbrada a ello y, le dijo: "Olvídalo, no pienses más en ello, no te lo tomes a pecho las palabras de la señora; después de todo, no tendremos nada que ver con ellos en el futuro".   Tras dar por concluido el tema de la familia Fu, las dos amigas siguieron hablando y riendo de algunas cosas; luego, cuando finalmente regresaron a la casa de la familia Su, ambas vieron a Su Jin sentado en el sofá y leyendo un periódico. A decir verdad, Nan no podía negar que su hermano, Su Jin, lucía extremadamente elegante, hermoso y, con una actitud seria e indiferente.   No obstante, tan pronto como lo vio, Nan lo abrazó felizmente por la espalda y, empezó a actuar como una pequeña niña mimada; es más, como hacen mucho tiempo que no se veían, ambos se extrañaban mutuamente.   Luego, con una dulce y cálida voz, la mujer le preguntó delicadamente: "Hermano, finalmente regresaste. ¿Por qué desapareciste repentinamente la vez que me trajiste a la casa?".   Por su parte, Jin no hizo nada por detenerla y la dejó actuar tan alegremente con él; después de todo, él la adoraba inmensamente y, también se sentía impotente por lo que su hermana tuvo que pasar.   Tras ello, sacándolo rápidamente de su seriedad, el hombre le respondió cariñosamente: "Lo siento, tuve una reunión importante a la que debía asistir; pero, tan pronto como terminó, regresé inmediatamente".   Luego, entregándole un presente, le dijo: "Toma, esto es para ti". A decir verdad, Jin tenía la costumbre de comprar un obsequio a su hermana en todo viaje que hacía y por más lejos que fuera; así que, no dudó en comprarle una bolsa de edición limitada que había en ese país, la cual valía millones y, que únicamente sería para Nan.   Sin embargo, como sabía de antemano que Yu también estaba en casa, Jin preparó un perfume como obsequio para la mujer y, se lo entregó amablemente.   Por su parte, tras recibir aquel presente, Yu se sonrojó ligeramente y, con delicadeza, le dijo: "Muchas gracias".   No obstante, a Jin no le importó en lo absoluto la actitud de la mujer y, de hecho, solo se quedó mirando fijamente a su hermana; es más, tras saber por todo lo que había pasado y lo desconsolada que estaba, Jin quiso hacer todo lo posible por darle lo mejor.   Por su parte, Nan si observó atentamente la mirada de su amiga y, al verla con esas expresiones en su rostro, ella sonrió ligeramente.   Mientras estaba pendiente en la reacción de su amiga, su hermano la miró con atención y le comunicó: "Lao Er es participante en un programa de investigación cerrado en el extranjero, por lo que no puede regresar por el momento y, Lao San, también está participando en una investigación, pero él regresará aquí en unos cuantos días; mientras tanto, puedes venir conmigo a la empresa durante estos días".   A decir verdad, a Nan no le agradaba mucho la idea que digamos; sin embargo, sabía que ya no podía escapar más de su destino, por eso solo asintió ligeramente con la cabeza.   ...   Por la noche, cuando ya todos estaban descansando, sonó repentinamente el celular de Nan; así que, ella no pudo evitar maldecir ligeramente.   Luego, tras ver de quién se trataba, preguntó en un tono un poco adormilado: "Ey, ¿qué ocurre?".   Después de escuchar su pregunta, Yu respondió apresuradamente: "Bebé, echa rápidamente un vistazo a las noticias en línea; a pesar de que te has divorciado de la familia Fu, ellos no te dejarán fácilmente el camino libre. Ahí menciona que te has robado algo valiosísimo y, que deberías ir mañana a devolverlo para que no llamen a la policía; de lo contrario, atacarán tu buena persona en todo internet".   Cuando escuchó ello, Nan se despertó rápidamente, se conectó lo más pronto posible a internet y, tras ver lo que decía, sintió un profundo dolor en su pecho. De hecho, no podía negar que, la noticia sobre la ex esposa de joven Fu ocupaba el primer puesto en el historial de búsqueda.   No obstante, se sintió aún más aturdida al ver que la declaración oficial provenía de Fu Group y, donde se indicaba que Nan no era una persona moral; pues, después del divorcio, se fue de casa llevándose unas joyas preciosas.   Sin embargo, sacándola de su aturdimiento, Yu maldijo muy enojada: "¿Qué le pasa? Dime, ¿es caro? ¿Cómo se atreve a decir que has robado algo que vale apenas diez millones? ¿Acaso cree que no has visto esa cantidad de dinero?".   A decir verdad, con ese comunicado solo se daba a entender a la opinión pública una sola cosa, que la calidad moral de Nan era tan mala que, no dudaron en expulsarla de la familia Fu.   Por su parte, la gente en internet no esperó mucho tiempo para atacarla y hacer comentarios crueles con respecto a Nan; inclusive, no dudaron en pensar que Nan solo era una doble cara y, que solo quiso el dinero de la familia Fu.   Luego, mientras veía atentamente su pantalla, leyó cuidadosamente algunos comentarios: "'¿De qué paz y felicidad estás hablando? Solo estás fingiendo'. 'Me alegra ver que te expulsaran de esa familia rica'. 'Llamen a la policía, esa mujer no solo es una mentirosa; sino que también es una ladrona'".   "..."   No obstante, en ese momento, Nan recordó inmediatamente que ella si había visto ese conjunto de joyas de las que se hablaba; sin embargo, también se acordó perfectamente que, el mismo Yanchuan las guardó en la caja fuerte.   En realidad, Nan no podía creer lo que Yanchuan estaba haciendo después del divorcio, pues él sabía perfectamente que ella desconocía la contraseña, ya que nunca se la pidió; sin embargo, aun así, él no dudó en calumniarla de tal forma.   Pero, como esta vez Nan no estaba dispuesta a que pisotearan su dignidad, ella inmediatamente llamó a Jin y, le dijo: "Hermano, recuerdo que la compañía de entretenimiento de nuestro hermano está a mi nombre. Dime, ¿quién la administra?".   A decir verdad, en el momento que recibió la llamada de su hermana, Jin también se acababa de enterar de las noticias en internet; no obstante, tras el pedido de su hermana, el hombre se frotó ligeramente la frente y, le respondió: "Du Yan. Pero ahorita mismo le diré que se encargue de estas noticias de internet".   "Hermano, no, yo misma me ocuparé de este problema", dijo Nan en un tono frío e indiferente. De hecho, en ese momento, ella no estaba dispuesta a permitir otro ataque.   Además, aún no podía creer que, en tan solo una noche, ella ya se había convertido en el blanco, en alguien que todo el mundo podía ridiculizar.   Sin embargo, a la mañana siguiente, justo a las ocho en punto, Nan público una foto y una declaración oficial directamente desde su cuenta principal; luego, mirando el clima en su exterior, sonrió amargamente.   A decir verdad, Nan ni siquiera podía creer como es que ella se pudo fijar en un tipo como Yanchuan; es más, pensó que estaba ciega para haberse casado con él.
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