Mi apartamento estaba felizmente vacío. El verano significaba que la mayoría de los otros estudiantes de mi complejo de apartamentos solían estar de viaje, disfrutando del descanso antes de que empezaran de nuevo las clases.
Cometí la tontería de intentar trabajar durante ese tiempo y me metí en un lío bastante confuso.
Al entrar en mi apartamento, me aseguré de cerrar la puerta con llave. No quería distracciones por un tiempo.
Me quité la ropa con la que había salido la noche anterior. Me sentí mal al quedarme con ella puesta un momento más. Estaban limpias, obviamente, pero se sentían sucias de alguna manera. Mi insensatez las había manchado. En su lugar, me puse una camiseta extragrande y unos pantalones cortos deportivos.
Me dejé caer en el sofá y me tumbé boca arriba. Los huevos q
