Después de oírla dije: "No es necesario que le pidas dinero al pingüino, busca un lugar dónde contruir o compra una de esas clínicas privadas.- Cuándo Aurelia se enteré las ayudará".
Aixa sonrió después de oírme. Luego dijo: "Cariño, no puedo pedirle dinero a Aurelia, ella se esforzó para ganarlo".
Yo la oí y dije: "Esta bien, le diré a Ruth Foster, que me compre una clínica. Le hice muchos favores, es hora de que me devuelvan alguno".
Ella se rió a carcajadas y respondió como pudo: "Cariño, pense que trabajarias, para ayudarme. No puedes pedirle dinero a las personas, después de hacerle favores".
Yo puse una cara amarga y dije: "¿De verdad, quieres que trabaje. mas de lo que ya trabajo?. Yo no estoy hecho, para eso".
Ella siguió sonriendo y respondió: "Cariño tu solo le pides dinero
