Acababa de levantarme con la molesta alarma sonando. Miro la pantalla digital y me fijo que apenas son las 6:10am. La apago y vuelvo a dormir, además hoy es viernes y mi ánimo ha disminuido un 97%. Cerré los ojos durante un instante y decido abrirlos para volver a mirar la pantalla del despertador y son las 7:40am.
¡Pero si solo los cerré un minuto!
¿¡Tanto había dormido!? ¿En tan poco?
Salí de un brinco de la cama y cogí la ropa que tenía encima de esta. Esta será mi ropa para hoy decidido y está recién lavada, perfecto.
Corrí al baño y en diez minutos estaba lista, corrí por las escaleras y en el último escalón me caí.
-Tranquila, que un día tarde no hace daño- dijo mi madre saliendo por la puerta.
Yo revolví los ojos y la seguí.
-Gracias por la ayuda- dije sarcásticamente.
(...)
Estaba en historia. Mi primera hora de viernes, y llegué tarde, lo cual significó que la papa verde del profesor me mandó a buscar un papel en la oficina del director por mi tardanza. Se preguntarán porqué le digo papa verde a el profesor. Verán este profesor es un gordo mal humorado, arrogante, sarcástico y parece una misma papa y lo verde es porque siempre esta con su camisa fosforescente verde, esa camisa nunca falla, es como si tuviera muchas de la misma.
Le entregué el papel a la papa verde y me senté con Leila en las últimas sillas del salón.
-Josh no vino- me susurró Leila- por la mañana vi a sus hermanos pero el no estaba, es muy raro- concluyó.
Yo sé perfectamente porque faltó.
Bueno creo saber. Tiene que estar buscando repuestas o pistas de porque Jeysa esta aquí. Por eso faltó a clases hoy supongo.
-Ah- le dije a Leila y volví a mirar a la pizarra.
-¡Venga ya! sé que estás saliendo con Josh- susurró medio gritando, Leila.
-¿Espera qué?- yo no estoy saliendo con él.
Me gustaría...
Bueno, no sé ni lo que está pasando entre nosotros. Solo nos besanos, pero no hemos hablado al respecto. El otro día en mi habitación él dijo que hablaríamos más tarde sobre eso, pero nunca lo hicimos. No sé lo que pensará al respecto, además, le confesé que me gustaba.
-Tu mamá me dijo que salías con Josh- ahora entiendo de donde sacó esa idea. Tiene sentido, creo que no he aclarado ese punto con mi madre, esto no va a terminar bien.
-No, yo... no salgo con Josh, ni con nadie. Es una larga historia- le digo.
-Pero tu mamá me dijo...-
-Ustedes de allá detrás, me hacen el favor de callarse o se van del salón- interrumpió la papa verde a Leila y lo agradecí porque no quería seguir ya hablando de eso. Las dos asentimos y gracias al cielo Leila no volvió a mencionar el tema.
(...)
Iba de camino hacia la cafetería, ya la ultima clase del primer periodo había acabado. Sería buena idea ir al baño antes de la cafetería, aún tengo el sueño conmigo y estoy un poco distraída por eso, no sería bueno estar el día así.
Cambiando de ruta me dirigí al baño para lavarme un poco la cara y tratar de despejarme y así alejar el sueño.
Entré en el baño de siempre, justo después del pasillo de Josh y abrí el grifo. Me estrujo la cara con agua y me golpeo los cachetes levemente para despertar. Alzando la cabeza para mirar al espejo me vi doble, cerré los ojis durante unos segundos y los volví a abrir. Seguía viéndome doble, pero la ropa era diferente.
Con el corazón a mil por segundo me giro rápidamente y ahí la veo.
Jeysa.
-Vaya, la famosa Stephanie, ¿Te puedo llamar Steph?-
No podía moverme, me quedé petrificada al verla. Ninguna palabra salía de mi boca y mi cuerpo no hacía ningún movimiento. Solo me quedé ahí, con mis manos sujetas al borde del lavabo para disimular que mi cuerpo está temblando de miedo y con mi corazón que pareciera que se me saldrá por la boca en cualquier instante.
Es idéntica a mi. Alguna parte de mi pensó que tal vez no era exactente como yo, que quizás algo tendríamos de diferentes ya que cada persona es diferente. Se me hacía imposible pensar que había alguien exactamente igual a mi en este mundo, pero vaya que estaba equivicada. Es como verme en un espejo o como verme en una fotografía. Tiene mi mismo cabello, mismos ojos, misma nariz, misma boca, misma simetría, misma quijada, misma frente y podría jurar que somos del mismo tamaño de copa.
-¿Cómo es posible que seamos idénticas?- sale de mi boca como un susurro, pero sé perfectamente que lo escucho.
Se me hace dificil hablar. Estoy respirando con dificultad debido al miedo que siento en este momento al estar sola con ella. Josh me dijo que era peligrosa, su expresión del otro día me lo dejó en claro y ahora estoy sola con ella. Tengo miedo, ella me da mucho miedo, mi cuerpo no reacciona al estar frente a ella.
Ella caminó hacia mi con paso lento y yo traté de retroceder, pero ya estaba pegada al lavabo. No podía separarme más de ella.
-Así son los doppelgängers, querida-ella tenía sus brazos estirados y sus manos en la parte de atrás de su espalda- El destino lo quiso así- dijo con una sonrisa de lado- El destino aveces es desgraciado ¿no crees?- su mirada se dirigió a mis manos sujetas al lavabo y sé que notó como temblaba porque al instante me regaló una sonrisa y dirigió su miradaa mi- No tienes porque tenerme miedo, Steph, yo no te haré daño- se acercó más a mi- De hecho quiero proponerte algo.
El sonido de la puerta abrirse la interrumpió. Dirijo mi mirada hacia la puerta del baño, pero no había nadie. Respiré aliviada, no quiero involucrar a nadir en esto y si hubiera sido un estudiante de la escuela las posibilidades de que Jeysa lo matara eran más altas de las que lo dejara ir como si nada. Volví a girar mi cabeza en dirección a Jeysa, pero me encontré a Joshua sujetándola del cuello contra una pared.
-¿Qué haces aquí?- dijo con tono de rabia en su voz.
Jeysa aunque estuvieran estrangulándola tenía una sonrisa cínica y de superioridad en sus labios.
Eso pareció molestar más a Joshua ya que de su boca salieron colmillos entre sus dientes y su expresión era de rabia absoluta.
De nuevo escuché la puerta abriendose, pero cuando miré no habia nadie, volví a mirar al frente y me encontré a Jazmin frente a mi. Me sujetó la cara entre sus manos y me examinó de pies a cabeza. Sus cejas estaban fruncidas y su tono de voz era distinto. Estaba preocupada y asustada.
-¿Estás bien?- me preguntó. De mi boca no salía nada así que solo asentí y volví a posar mi vista en Joshua y Jeysa como reflejo al escuchar el gruñido.
Jeysa cogió el brazo de Joshua que la sujetaba del cuello y lo puso en su espalda haciendo que Joshua se doblara del dolor. Vi como Jazmin se abalanzó sobre Jeysa, pero esta con la mano libre que le quedaba la empujó con la fuerza característica haciendo que cayera en el lavabo rompiendo un espejo.
-Soy mas vieja que ustedes, por lo tanto más fuerte. Así que no vengan a atacarme porque la próxima vez- hizo una pausa para soltar a Joshua que cayó al suelo- los mataré- dijo para luego desaparecer.
Vi a Joshua levantarse del suelo de apoco y varios cristales tirados en el suelo, los cuales hacian un camino hacia el lavabo en el que estaba Jazmin media tirada-media sentada en el lavabo con cristales alrededor. Estaban conscientes, se estaban levantando de apoco con muecas de dolor en sus caras. No sabía que hacer, yo aún seguía agarrada al lavabo como si mi mundo fuera a derrumbarse si no me sujetaba.
-¿Estarán bien?- les pregunté a Joshua y a Jazmin.
Joshua ya estaba de pie y ya ni tenía la mueca de dolor, de hecho era como si nunca hubiera estado en el suelo. Jazmin en un instante estaba a mi lado como si nada nunca hubiera pasado.
-Tenemos que llevarte a nuestra casa- dijo Jazmin.
-No estás segura ni en la escuela, está claro que no le importa que la descubran- dijo Joshua.
Yo solo asentí.
-Tranquila- Jazmin me dio una sonrisa calida para de apoco agarrar mis manos que estaban sujetas al lavabo y soltarlas- Vamos-