Ha sido un lunes espantoso desde el instante en que abrí mis ojos. Todo por culpa de Josh. Todo por el efecto cita que dejó en mi ayer. Mi mente quedó tan afectada que decidió soñar con él.
En el sueño estábamos sentados en la arena de la playa. El mar estaba tranquilo, el sol se estaba ocultando mostrándonos un muy hermoso espectáculo lleno de colores. Él estaba detrás de mi, rodeaba mi estómago con sus brazos para poder estar más cerca el uno del otro.
-Es hermoso- le dije al ver el atardecer que estaba frente a nosotros.
-Tú eres hermosa- me respondió Josh, para dejar un beso en mi mejilla.
Ahí acabó mi hermoso sueño, ya que la estúpida despertadora sonó. Con una dificultad fuera de lo normal abrí los ojos y pude ver que eran las 6:00.
La puerta de mi habitación se abrió dejando ver a mi madre con su ropa de trabajo y un termo en la mano.
-Ahh, que bueno que ya estás despierta. Ya me voy a trabajar, ten cuidado. Te amo- dijo tan deprisa que casi ni la entendí. Cerró la puerta y yo solo susurré "También te amo, nos vemos" para después cerrar mis ojos.
Pensé en dormir diez minutos más y luego levantarme a desayunar, pero volví a caer en un sueño profundo.
Esta vez podía sentir sus labios sobre los míos. Eran tan suaves y fríos, se movían expertos sobre los míos. Era la mejor sensación del mundo, miles de emociones corrían por todo mi cuerpo. Yo me separé por falta de aire, pero él mordió mi labio inferior impidiéndome que rompiera el beso, sonreí, pero me separé de él, si seguía así no podría respirar.
Él posó su mano sobre mi mejilla y la acarició con ternura.
-Te quiero- me susurró.
-Yo tambien te quiero, muchísimo-
-¿Ah, sí?- me dijo riendo, esa sonrisa tan perfecta que tiene. Que debería estar en sus labios siempre. Lo tomé y planté mis labios en los suyos nuevamente.
El despertador volvió a sonar en ese momento, levantándome de mi fantasía.
Con un ojo abierto y otro cerrado volví a mirar el despertador, pero al ver la hora tuve que abrir los dos ojos para confirmar.
¡Eran las ocho de la mañana!
Se suponía que estuviera en la escuela.
Me paré de un salto, provocando que tropezara y callera al piso. Después de gritar y quejarme, me levantéy como no tenía tiempo para mirar en el closet cogí lo que estaba en mi cama recién lavado. Una blusa de manga larga negra, una falda rosa palido que encontré, mi ropa interior y saqué mis viejas convers negras para dejarlas listas cuando saliera del baño y así salí corriendo al baño.
Consecuencia: estrellar mi dedo pequeño del pie con la puerta. Grité, pero seguí caminando media coja al baño.
(...)
Ya lista, bajé las escalera a toda prisa y como yo hoy me levanté con el pie izquierdo, me caí -nuevamente- en el último escalón.
-Si sigo así, al final del día me quedaré sin un pié- dije a la nada
Salí por la puerta y ese fue el momento en el que me di cuenta que tenía que ir hacia la escuela sola. Mi madre esperaría que me fuera en el autobús escolar, pero como yo me quedé dormida.
Tenía que tomar el autobús publico.
Solo me pasa a mi.
Esto es culpa de Josh, si no fuera tan dulce en mis sueños no quisiera quedarme más tiempo en mi cama soñando con él y no tendría que caminar sola hacia la parada.
No importa, no estaba tan lejos. Podía llegar rápido.
Compruebo que mi teléfono tiene batería y emprendo mi carrera hacia la parada.
Ya llegando a la parada, veo que el autobús acababa de cerrar las puertas para irse.
¿Era en serio?
Salí corriendo tras el autobús y dando en la parte de atrás del autobús con la mano para llamar la atención del conductor y que parara. Luego de como tres minutos corriendo, él paró y me dejó entrar.
Ya media sudada y respirando con dificultad, me senté en una silla vacía esperando por fin poder llegar a la escuela.
(...)
Por fin logré llegar a la escuela. Eran las 9:20, pero no importa, llegué.
Ese fue mi excelente inicio de día y todo gracias a Josh.
Se supone que ahora esté en mi segundo periodo de clase por lo tanto todos están en su salón y los pasillos están desiertos.
Iba caminando por el pasillo hacia mi clase, pero sentí como una presencia en mi espalda, como si alguien estuviera detrás de mi. Me giré y no había nadie, los pasillos estaban desiertos.
Con el corazón ya acelerado y un poco de pánico me giro para volver a caminar y llegar al salón lo más pronto posible, pero cuando pongo mis ojos nuevamente al frente me encuentro con una Jeysa muy sonriente.
-Hola Stephanie-
Mi cuerpo volvió a estar paralizado como la última vez, mis manos estaban temblando como la última vez, la diferencia es que ahora no tengo a nada a lo que aferrarme.
-¿Qué qui..quieres?- logré decir.
No tartamudees Stephanie, va a pensar que le tienes miedo y que está por encima de ti.
"Sí, tienes miedo y ella está por encima de ti"
-Te gusta Josh, ¿verdad?- yo abrí los ojos como platos- sus labios saben bien, ¿verdad?- me susurró.
Sentí como en medio de mi temblor algo en mi estómago se revolcaba.
¿Acaso ella ha estado con Josh? Si no ¿por qué preguntarme eso?
-Quiero que hagas una cosa, escúchame atentamente- ella se acercó a mi y me agarró la cara con su mano derecha para que la mirara, yo me tensé en el momento- aléjate de Josh o tu madre sufrirá las consecuencias-
¿Estaba amenazándome? ¿Por qué quería alejarme de Josh? ¿Josh y ella están involucrados?
-¿Entendiste?- sentí como mis ojos ardían y mi vista se volvía nublosa- Si me entero de que Josh y tú salieron a otra "cita" juntos, incluso que están juntos, dile adiós a tu querida madre, Stephanie...- dijo para luego desaparecer.
"Hoy definitivamente no es tu mejor día"