¿Escuché bien? ¿Josh acaba de decirme que le gusto?
No le soy indiferente. Le gusto.
¿Qué es esta sensación el pecho que siento? ¿Por qué no puedo evitar sonreír?
¿Se supone que deba decir algo? Él ya sabe que me gusta, se lo había confesado, pero a decir verdad creo que decir que me gusta ya no es suficiente. Es algo más.
Algo más que aún no está preparado para escuchar.
Acercándome un poco a él vuelvo a tocar sus labios con los míos como respuesta.
-Siento haber contestado tu confesión tan tarde-
-No lo menciones- él rió y alejó sus manos de mi cuello dejando un sentimiento de vacío en mi piel.
Él se enderezó volviendo a su silla y volvió a conducir. Lo bueno era que en este pueblo casi nunca hay carros y menos en la noche por eso Josh frenó y ningún carro le molesto ya que no había.
-Oye- lo llamé, el hizo un ruido con la garganta indicando que hablara- ¿Siempre fue tu intención ir a la cafetería o mi teoría sobre que estabas molesto y no ibas a ir era cierta?
-Stephanie, no iba a dejarte sola con ese humano incompetente y mucho menos cuando hay una vampira suelta, pero tengo que admitir que estuve a punto de entrar a esa cafetería y desgarrarle la garganta por decir tantas estupideces- me dijo con rabia.
-Pero él se portó muy dulce- le informé, el me lanzó una mirada molesta y luego los revolvió volviendo a enfocarse en el camino.
No puedo evitar sonreír.
Creo que verlo celoso se ha convertido en mi pasatiempo favorito.
"Hace que quiera matarlo" "Hace que quiera beber la última gota de sangre" "Hacerlo sufrir hasta que muera"
¿Josh será un vampiro malo como en las películas?
Volteé mi cabeza para verlo.
No, él no es un villano. Un villano jamás se preocuparía por alguien o salvaría a una persona que apenas conoce.
Es un vampiro, ¿la sangre es su alimento no? Estoy conciente que ha tenido que matar alguna vez. De primera impresión pareciera que es malo por su semblante, sus expresiones, sus tratos a con la gente, pero esa no es su completa personalidad. Hay más, mucho más sobre él y yo quiero conocerlo todo. Quiero ver todos sus lados, quiero saber todas sus historias y quiero poder ser capaz de ver en lo más profundo de él.
-Mañana te voy a recoger a tu casa temprano- me dijo sacándome de mis pensamientos.
-¿Por qué?- pregunté confundida.
-Mañana lo sabrás- él giró su cabeza para mirarme a los ojos como siempre hace.
Un vampiro malo... my bad vampire boy...
(...)
Josh me había traído a casa. Aún sigo con la intriga de porqué mañana tengo que levantarme temprano, ¡un domingo! Pero no me importa, al fin y al cabo voy a estar con Josh.
Recién cuando llegué a mi casa mi madre me preguntó porqué mi cara.
Es porque tenía una sonrisa de tonta que ¿quién para quitármela? La felicidad no cabía dentro de mi. Haber escuchado esas palabras de los labios de Josh fue demasiado para mi, mi reacción fuerte fue horas después cuando acallaba mis gritos y risas con mi almohada.
Justo estaba sobre la cama con mi pijama, deseando que todo esto no fuera un sueño. Imaginar que nada de esto es real y que solo fue un sueño incluyendo lo sobrenatural, ya se me hace hasta imposible.
Las cosas cambiarán de ahora en adelante.
(...)
Me había levantado súper temprano, con energías que no sabía que poseía. Supongo que por todo lo que pasó anoche aún estoy un tanto ansiosa.
Eran las 7:30 de la mañana y había oído a mi madre en la cocina, supuse que debía estar haciendo su desayuno así que decidí bajar para que me preparara algo.
Me puse las pantuflas y bajé las escaleras para ir a la cocina.
-¿Stephanie? ¿Qué haces tan temprano despierta, un domingo?- dijo mi madre sorprendida con un termo de café en la mano. Yo le sonreí.
-Ya no podía dormir, ¿me preparas desayuno?-
-Claro- dejó su termo a un lado y tomó dos panes y los ingredientes para hacerme un emparedado- hoy tengo que irme temprano a trabajar. Te iba a dejar una nota, pero ya que estás levantada-
-Oh, yo también voy a salir temprano- no pude contener esa sonrisa.
-We, ¿con quien y por qué? si se puede saber- me dijo con una sonrisa pícara, amo a mi madre.
-A donde no sé, pero voy con Josh- le dije bajando el tono de voz. Ella rió y aplaudió.
-Bueno, por fin, una cita- ella terminó de poner la última tapa de pan y envolvió el emparedado en la servilleta- Sí es con él, por mi bien, ese muchacho me cayó bien- me dio mi emparedado y cogió sus cosas para irse.
-Cuídate, no hagas tonterías y cierra con llave- me dijo a lo cual yo respondí con un "ok", me dio un beso en la mejilla y después se fue.
Yo terminé mi desayuno, tiempo después miré la hora y eran las 8:10, así que subí a mi habitación para buscar la ropa que iba a usar.
¿Cómo se supone que sepa qué usar, si no sé a dónde vamos?
Después de treinta minutos me decidí por algo sencillo. Una blusa suelta color púrpura y unos shorts negros, con vans negros. Me alisé el pelo y lo recogí en una coleta alta.
Miré el reloj y ya eran las 9:30.
¿Tanto me había tardado?
Oí un ruido de motor de auto y me fijé que el auto de Josh estaba aparcando frente a la casa. Bajé las escaleras a toda prisa y cerré la puerta con llave como mi madre me había dicho por la mañana. Me subí al auto y ahí fue el momento de la verdad, no sabía qué hacer.
-Te vez bien- me dijo Josh mientras invadía el auto.
Yo sonreí, al menos había logrado mi propósito.
-¿A dónde vamos?- le pregunté.
-Ya lo verás- me dijo con una sonrisa divertida.
(...)
Ya hacía cincuenta minutos nos habíamos adentrado al bosque y Josh seguía conduciendo. No sé si se habrá perdido, porque no me gustaría perderme en un bosque.
De repente apagó el auto y vi que estábamos en la nada, solo habían árboles.
-¿Llegamos?- pregunté dudosa.
-No, solo que a donde te quiero llevar no puedemos ir con el auto- gracias a Dios elegí zapatos cerrados.
Y así comenzamos a caminar.
-¿A dónde me quieres llevar?- pregunté nuevamente.
-¿Vas a seguir insistiendo?-
-Sí, ¿A dónde vamos?- él respiró hondo y me miró.
-A un lugar- me respondió.
-¿A qué lugar?- y así nos pasamos la caminata. Yo preguntando una y otra vez la misma pregunta y él esquivándolas, hasta que llegamos como a una montaña o risco.
-Ven- me dijo Josh.
-¿A dónde?-
-Sube a mi espalda-
-¿Para qué?-
-A menos que sepas trepar riscos, tienes que subir a mi espalda para ir a donde queremos ir- me contestó.
-¿Estás seguro de esto? ¿No nos va a pasar nada?- le pregunté con temor. La verdad es que era muy alto.
Él no esperó, me tomó en brazos cual damisela en apuros lo que provocó que mi corazón se acelerara abruptamente. Podía sentir su piel en la mía, debajo de mis rodillas, debajo de mi espalda y su pecho contra mi lado izquierdo. Asimilando todas las sensaciones que provocó, al instante él se echó para atrás y corrió para coger impulso y luego saltó.
Llegamos a las cima del risco tan rápido que no me dio tiempo para sentir miedo o cerrar mis ojos, así que lo que vi al segundo de llegar a la cima me dejó sin palabras.
Estábamos sobre una cascada de aguas cristalinas. Al fondo de la cascada había una pequeña laguna y al lado de esta cascada eran paredes de piedras con musgo y árboles verdes. Esto es realmente hermoso, jamás había visto un lugar parecido. Me sorprende que un lugar así esté escondido por la misma naturaleza, es un lugar sagrado protegido.
-¿Te gusta?- me preguntó Josh.
-Me encanta, es hermoso-