Ruptura repentina. 2

4012 Palabras
Al día siguiente, el Kingsley se preparaba para una elegante fiesta de compromiso de la familia Hawthorne, uno de los eventos más destacados que el hotel había organizado en semanas, Chloe, consciente de la importancia de mantener la reputación impecable del hotel, decidió subir al salón de eventos para asegurarse de que todo estuviera marchando según lo planeado. El salón, ubicado en el piso veinte del edificio, ofrecía vistas panorámicas de Londres, con ventanales que dejaban entrar la luz natural y realzaban la majestuosidad del espacio, cuando Chloe llegó, encontró al equipo de decoradores trabajando diligentemente; centros de mesa con flores frescas en tonos pastel, candelabros brillantes que colgaban del techo y una pista de baile en el centro, flanqueada por mesas elegantemente vestidas con manteles de satén blanco. — ¿Cómo va todo por aquí? — preguntó Chloe mientras se acercaba al jefe del equipo de eventos, Serena, quien supervisaba la instalación de una elaborada estructura floral. — Estamos avanzando bien, señorita Harper... — respondió Serena, mostrando una lista de tareas pendientes — La decoración estará lista en unas dos horas y el servicio de catering ya confirmó la llegada de los platillos principales, solo estamos esperando que ajusten la iluminación. — Chloe asintió mientras caminaba por el salón, inspeccionando cada detalle. Se detuvo en una de las mesas donde los arreglos florales estaban casi terminados y ajustó ligeramente un ramo, asegurándose de que las flores más vibrantes estuvieran orientadas hacia los invitados, tenía un lado perfeccionista cuando se trataba de su trabajo y eso a veces la frustraba porque sabía que los demás podían verlo mal. — Asegúrense de que haya suficiente espacio para que los camareros se muevan entre las mesas... — indicó, volviéndose hacia Serena — Y por favor, revisen que el equipo de sonido haga las pruebas antes del mediodía, no queremos sorpresas con los micrófonos o la música. — vio a Serena asentir. Antes de marcharse, Chloe echó un último vistazo al lugar, el salón ya comenzaba a transformarse en un espacio mágico, digno de una celebración tan especial y elegante como la familia Hawthorne quería, confiaba en que todo estaría listo a tiempo, pero sabía que era su responsabilidad garantizar que no hubiera cabos sueltos, anotó mentalmente algunas cosas para revisar más tarde, como la llegada del pastel y los últimos retoques en las luces decorativas. Chloe iba caminando por el pasillo, revisando mentalmente todo lo que aún debía coordinar para el evento, sabía que un solo descuido podía arruinar una celebración tan importante y quería asegurarse de que cada detalle estuviera en su lugar, sin embargo, cuando pasó frente a las puertas del segundo salón de eventos, algo completamente inesperado sucedió. Una mano firme la tomó por el brazo y antes de que pudiera reaccionar, la jaló hacia el interior del salón, Chloe apenas tuvo tiempo de soltar un pequeño jadeo de sorpresa mientras giraba hacia su atacante, sus tacones resonando contra el suelo de mármol del amplio salón y casi se cae por ese repentino giro. — ¡¿Qué diablos?! — empezó a decir, su tono mezcla de incredulidad y enojo. La luz tenue del salón vacío reveló al responsable, Lucas, él, el mismo hombre que la había dejado plantada la noche anterior con un simple mensaje, estaba frente a ella, su expresión era seria y sus ojos parecían buscar desesperadamente los de Chloe. — Lo siento, Chloe, pero necesitaba hablar contigo. — dijo rápidamente, su voz baja, pero cargada de urgencia. Ella se zafó de su agarre, cruzándose de brazos mientras lo miraba con una mezcla de sorpresa y molestia. — ¿Hablar? — repitió con sarcasmo — ¿Ahora quieres hablar? Porque anoche, cuando decidiste cancelar nuestra cita sin siquiera una explicación, parecías bastante ocupado como para hacerlo. — estaba muy enojada con él. — Lo sé, y me arrepiento... — Lucas suspiró, pasándose una mano por el cabello — Pero no podía explicarte anoche, es complicado. — estaba claramente frustrado. Chloe levantó una ceja, incrédula, aunque la situación la había tomado por sorpresa, no estaba dispuesta a dejar que él le diera excusas sin fundamento porque ya se estaba comenzando a cansar de su actitud, un día era frío, pero al siguiente iba a su apartamento y rogaba por afecto casi de rodillas. — ¿Complicado? — repitió, su tono lleno de escepticismo — Lucas, me dejaste plantada sin siquiera una llamada, no estoy interesada en juegos o en explicaciones vagas, yo no sé qué está pasando contigo y tampoco sé dónde está yendo nuestra relación. — él dio un paso más cerca, su voz bajando aún más. — Tienes razón, fui un idiota, pero por favor, dame cinco minutos, te lo explicaré todo y créeme que nuestra relación va a quedar clara. — le tomó ambas manos. — Cinco minutos, ni uno más. — respondió con su tono firme. Lucas inhaló profundamente antes de hablar, como si las palabras le pesaran en la garganta, Chloe lo miraba con el ceño fruncido, impaciente y con una gran ansiedad creciente en su cuerpo, no le gustaban los rodeos. — Chloe... — comenzó, con un tono de voz más suave del que ella esperaba — Esto no es fácil para mí, pero tengo que ser honesto... — bajo la mirada — No puedo seguir con esto. — el corazón de Chloe dio un vuelco. Por un momento, pensó que no había escuchado bien, frunció aún más el ceño, tratando de procesar sus palabras, una parte de ella no alcanzaba a comprender lo que estaba diciendo. — ¿De qué estás hablando? — preguntó, su voz más aguda de lo que pretendía — ¿Estás diciendo que? — Lucas la interrumpió, inclinándose ligeramente hacia ella, aunque mantenía cierta distancia, como si quisiera evitar empeorar las cosas. — Estoy diciendo que terminemos, Chloe, de forma definitiva terminamos nuestra relación. — la declaración cayó como un balde de agua fría. — ¿Esto es una broma? — respondió, su voz temblando levemente, no estaba segura si de ira o de dolor — Anoche me cancelas con un mensaje y ahora me jalas a un salón vacío para decirme que ¿Se acabó? ¿Así, sin más? — se soltó del agarre de Lucas. Lucas se pasó la mano por su cabello, un gesto que Chloe reconocía como uno de frustración, pero en ese momento no le importaba porque sus emociones estaban comenzando a fluctuar sin control por todo su cuerpo. — No quería hacerlo de esta manera... — dijo él, evitando su mirada — Pero sabía que tenía que ser honesto contigo, no puedo seguir pretendiendo que esto funcione cuando no estoy completamente comprometido, tú mereces algo mejor que eso y yo también, no podemos estar amarrados a sentimientos que no son correspondidos. — hablo bastante rápido. — ¿Algo mejor? — repitió Chloe, su tono cargado de ironía — ¡No necesito tus excusas de caballero arrepentido, Lucas! — puso los ojos en blanco — Esto es ridículo, si no estabas comprometido ¿Por qué no lo dijiste antes? Abandone mi país, mi trabajo, mi familia, lo abandone todo por mudarme contigo a una vida nueva. — Lucas dio un paso atrás, consciente de la intensidad en los ojos de Chloe. — No quería herirte, Chloe, de verdad que no, pero no podía seguir prolongándolo, no sería justo para ninguno de los dos y es injusto que me reclames todo eso porque yo nunca te obligue a mudarte conmigo. — negó con la cabeza. — ¡Me diste un ultimátum y dijiste que esta relación era seria! — se estaba enojando cada vez más. — ¡Yo jamás te puse un cuchillo en la garganta para que te mudaras conmigo, lo hiciste porque querías, pudiste decir que no! — se cruzó de brazos mientras la veía con recelo. — Pude decir que no... — Chloe respiro hondo — Pero yo realmente pensaba en un futuro a largo plazo contigo, un futuro duradero, no solo un año y medio, no puedes dejarme de la noche a la mañana en una ciudad que no es la mía. — comenzó a sentir una mezcla de tristeza y enojo que se iba arremolinando en su pecho. — Por favor, eres una adulta y puedes ingeniártelas por tu cuenta... — Lucas rodó los ojos con cierto fastidio — He sido honesto contigo y deberías agradecerlo, yo necesito pensar en mi futuro, en mi carrera y las metas que tengo por cumplir, siento que contigo nunca voy a tener nada de lo que deseo. — parecía empeñado en destrozar el corazón de Chloe. — ¿Hay otra persona? — hizo conexiones rápidas tras esas palabras. — Eso ya no es de tu incumbencia Chloe, nuestra relación ha terminado, sigue tu vida y yo seguiré la mía, mi futuro brillante está lejos de ti. — se dio la vuelta, dispuesto a irse. — ¡Espero que tu futuro brillante te electrocute y te mueras! — gruño mientras apretaba los puños con rabia. — Madura Chloe, es lo mejor para los dos, cada quien que siga su camino. — fue lo último de dijo antes de salir del salón. Cuando Lucas se marchó, el eco de la puerta cerrándose resonó en el salón vacío, Chloe permaneció inmóvil, como si su cuerpo no supiera cómo reaccionar, las palabras de Lucas seguían repitiéndose en su mente, una y otra vez, perforando la coraza que había intentado mantener durante toda la conversación, para Lucas era fácil decirle que cada quien siguiera su camino, él estaba en su país y tenía a su familia para apoyarlo en todo momento, pero ella estaba a miles de kilómetros lejos de su familia y no solo eso, ellos no la querían por haberlo abandonado todo, apenas estaba comenzando a recuperar la relación con sus padres y ahora Lucas rompía todos sus sueños e ilusiones sin importarle nada. Miró a su alrededor, al espacio elegante, pero estaba tan vacío como su alma en esos momentos, las luces suaves que colgaban del techo parecían burlarse de ella, recordándole lo lejos que se sentía de algo parecido a la felicidad y la calidez del amor. Un nudo se formó en su garganta y aunque intentó tragarlo, fue inútil, las lágrimas comenzaron a brotar, calientes y silenciosas, recorriendo sus mejillas, Chloe llevó una mano a su rostro, tratando de contenerlas, pero no lo logró, las emociones que había reprimido se desbordaron y un sollozo suave escapó de sus labios. Se dejó caer en una de las sillas cercanas, incapaz de sostenerse por más tiempo, se sentía traicionada, no solo por Lucas, sino también por sí misma, por haber permitido que alguien tuviera tanto poder sobre sus emociones, había confiado en él, había permitido que formara parte de su vida, solo para que él la apartara sin más. — ¿Cómo pudo hacerme esto? — susurró, apenas audible, mientras se limpiaba las lágrimas con la palma de la mano. El tiempo parecía haberse detenido en aquel salón vacío, Chloe se quedó ahí, dejando que las lágrimas cayeran, permitiéndose sentir el dolor que había tratado de reprimir desde el momento en que Lucas le tomó del brazo, por un instante, deseó no ser la mujer fuerte y profesional que todos esperaban que fuera, deseó tener a alguien que la consolara, pero, mientras el silencio la envolvía, Chloe comenzó a calmarse poco a poco, se obligó a respirar profundamente, aunque cada inhalación parecía dolerle más que la anterior, sabía que no podía quedarse ahí para siempre, tenía responsabilidades, un trabajo que la necesitaba fuerte y determinada, antes de poder secarse bien las lágrimas, la puerta volvió a abrirse. — Chloe. — la voz familiar la hizo bajar la cabeza y secarse las lágrimas rápidamente. — Señor Kingsley... — se levantó de la silla — ¿Deseaba algo? — se arregló la ropa y fingió que no estaba pasando nada. — ¿Todo está bien? — cerró la puerta tras de sí con suavidad. — Si... — Chloe sonrió — Estaba revisando que todo estuviera en orden en este salón, las luces se quedaron encendidas después del traslado de algunas sillas al otro salón. — trato de excusar su presencia en ese lugar. — Señorita Harper, es excelente en su trabajo, pero es muy mala mintiendo. — Arthur se acercó a ella, sus ojos estaban hinchados y su maquillaje un poco corrido. — Yo... — balbuceo un poco — Yo no estoy mintiendo, estaba revisando que todo estuviera bien, pero han pasado cosas que no merecen la pena ser mezcladas con el trabajo. — apretó sus lagrimales suavemente, sentía que iba a llorar nuevamente. — Chloe... — le tomó las manos y la acercó a él — Si necesitas hablar con alguien de lo que sea, sabes que puedes venir a mí, puedes descargar en mi todo lo que te aqueje. — Arthur la vio a los ojos con una mezcla de preocupación y genuino interés. — No sería correcto que me queje con mi jefe de problemas personales. — se rio con cierta ironía, su sobrino acababa de romperle el corazón y él le ofrecía su apoyo. — Soy tu jefe, pero eso no significa que no me voy a preocupar por ti y tu estado de ánimo, un buen jefe se preocupa mucho por sus colaboradores. — la tomó de los brazos para que no se alejara, aunque era evidente que era lo que deseaba en esos momentos. — Gracias por el ofrecimiento señor Kingsley, pero creo que es mejor que vuelva a mi trabajo... — la postura que adoptó indicaba que estaba cerrada a hablar — Le prometo que mi estado de ánimo no va a interferir en mi desempeño laboral. — retrocedió un par de paso. — Las puertas de mi oficina están abiertas, no importa la hora. — Arthur le dio espacio al verla tan cerrada. — Gracias. — Chloe salió del lugar a paso un poco apresurado. Mientras Chloe y Lucas hablaban, Arthur Kingsley, el propietario del hotel y tío de Lucas, estaba en el salón, revisando discretamente el espacio para un evento que se celebraría en unos días. Había entrado por una puerta lateral momentos antes de que ellos llegaran, sin hacer ruido y no quiso interrumpir al notar que su sobrino estaba allí. Al principio, no le prestó demasiada atención a la conversación, pensando que era un asunto sin importancia, incluso llegó a pensar que su sobrino ocuparía el lugar para tener un momento intimo con su novia y tendría que buscar la forma de librarse de eso para no verlos, pero cuando escuchó el tono serio de Lucas y la mención de "terminar" algo, sus pasos se detuvieron, instintivamente, se ocultó detrás de una de las columnas decorativas del salón, sintiéndose incómodo, pero intrigado. Arthur no tenía intenciones de espiar, pero las palabras de su sobrino lo dejaron inmóvil, no podía creer lo que estaba escuchando, Lucas estaba poniendo fin a su relación con Chloe, observó, sin ser visto, cómo Chloe trataba de mantener la compostura mientras Lucas le decía que no estaba comprometido con la relación. La tensión en el ambiente era palpable y Arthur sintió una punzada de incomodidad al ser testigo de algo tan personal, sin embargo, no pudo evitar quedarse allí, escuchando en silencio, cuando Lucas se marchó, dejando a Chloe sola en el salón, Arthur vio cómo ella se desmoronaba, su corazón se apretó al ver a una mujer tan fuerte y profesional, alguien a quien admiraba profundamente, romperse en lágrimas. Pensó en salir de su escondite y ofrecerle palabras de consuelo, pero algo lo detuvo, quizá era el respeto por su espacio personal o el temor de que ella se sintiera humillada al saber que había sido observada. Finalmente, decidió salir por la misma puerta por la que entró antes y dio la vuelta para fingir entrar al lugar por primera vez, esperaba ser un apoyo para ella en aquellos momentos por la ligera amistad que tenían, sin embargo, Chloe solo se cerró en sí misma y no quiso hablar con él, tuvo que dejarla ir, aunque en su interior no quería. Miró el lugar vacío, sus pensamientos girando en torno a lo que acababa de presenciar, sabía que debía hablar con Lucas, no solo porque era su sobrino, sino porque no podía permitir que decisiones personales comenzaran a afectar el ambiente profesional del hotel, no lo pensaba por Chloe, sabía que el inmaduro era Lucas y tarde o temprano iba a comenzar a poner excusas para no ser profesional con ella. Con una última mirada al salón, Arthur decidió que era momento de actuar, Lucas necesitaba entender el impacto de sus acciones, tanto en Chloe como en el equipo que dependía de ella y aunque no fuera su estilo, estaba dispuesto a intervenir si era necesario. Arthur regresó a su oficina, una amplia habitación decorada con madera oscura y detalles clásicos que reflejaban su estilo elegante, pero sobrio, cerró la puerta tras de sí y se dejó caer en su silla de cuero, meditando sobre lo que acababa de presenciar, no era alguien que se entrometiera fácilmente en los asuntos personales de los demás, pero quería saber que era lo que estaba ocurriendo realmente con Lucas, tomó el teléfono de su escritorio y marcó el número de Lucas, este contestó después de unos pocos tonos. ________________________________________________________________________________ — ¿Tío? ¿Qué pasa? — la voz de Lucas sonaba despreocupada, casi aliviada, como si el encuentro con Chloe hubiera sido un peso que finalmente se había quitado de encima. Arthur decidió comenzar con un tono casual, aunque su mente trabajaba rápido para evaluar cada respuesta de su sobrino. — Nada en particular, Lucas, solo quería ver cómo estás y cómo van las cosas con Chloe... — hizo una pausa deliberada — Me pareció que ustedes dos han estado bastante separados estas semanas, siempre los tenía que andar mandando a sus oficinas. — hubo un momento de silencio al otro lado de la línea antes de que Lucas respondiera. — Bueno... —dijo, su tono algo evasivo — Ya no estamos juntos, decidí que lo mejor era terminarlo. — con esas palabras, Arthur alzó una ceja, aunque Lucas no podía verlo. — ¿De verdad? ¿Y qué te llevó a esa decisión? — preguntó, manteniendo un tono neutral, como si simplemente estuviera haciendo conversación. — No estaba funcionando... — Lucas suspiro — Chloe es increíble, pero siento que no puede darme lo que merezco en esta vida, preferí ser honesto antes de que las cosas se complicaran más y es mejor que ella se vaya por su camino, yo por él mío, un camino que me haga más feliz y que me garantice un futuro excelente. — lo expresó tal cual lo hizo con Chloe, parecía un discurso muy bien ensayado. Arthur asintió para sí mismo, tomando nota de las palabras cuidadosamente elegidas de su sobrino, algo en ella le decía que no estaba siendo completamente honesto, que había más de lo que hablaba. — Es interesante que lo veas así... — dijo con voz tranquila — Aunque debo decir que ella es una pieza clave en el hotel, tanto profesionalmente como en el ambiente que hemos construido, espero que esto no afecte su trabajo ni su relación con el equipo. — esperaba que eso hiciera que su sobrino hablara más. — No lo hará, tío, lo prometo... — Lucas parecía ansioso por cambiar de tema — Chloe es muy profesional y estoy seguro de que seguirá manejando todo como siempre, en cuanto a mí, creo que el puesto en este hotel se ha quedado demasiado bajo para mí, estoy pensando en buscar otra oportunidad. — Arthur se recostó en su silla, tamborileando con los dedos sobre el escritorio. — Espero que tengas razón, Lucas, pero recuerda, en este negocio, las relaciones personales y profesionales están más entrelazadas de lo que parece... — hizo una pausa, permitiendo que sus palabras calaran — Y no solo me refiero a Chloe, piensa bien en cómo manejas las cosas, por el bien de todos y sabes que si quieres buscar otras oportunidades laborales, eres libre de hacerlo, yo amarrado no te tengo en mi hotel. — realmente no le importaba mucho si su sobrino se iba, podía conseguir a alguien que hiciera su trabajo con bastante facilidad. — Pensé que ibas a pedir que me quedara o al menos que ibas a cuestionar mis deseos para irme del hotel. — Lucas se sorprendió mucho. — ¿Debería hacerlo? — preguntó con cierto fastidio. — Solo lo decía porque creí que te importaba hasta cierto punto, pero veo que no es así. — su tono de víctima hizo que Arthur se molestara. — Hace unos meses has estado actuando extraño y has estado descuidando tu trabajo, con lo que me acabas de decir solo confirmas mis sospechas y es que ya estás trabajando para otra empresa, te he permitido muchas faltas, pero creo que ya es hora de que pongamos las cosas claras y que dejes de jugar. — su voz cambió completamente, se volvió más firme y profunda. — Es verdad, he estado fallando mucho y creo que hoy será mi último día de trabajo contigo, renuncio, tío. — Lucas se molestó, su tono de voz lo dejó en claro. — Presenta una carta a recursos humanos, una renuncia inmediata y me encargare de darte tu cheque por el tiempo trabajado. — giro un poco su silla para ver por la ventana. — Bien, esta tarde la voy a presentar. — cortó la llamada sin más. ________________________________________________________________________________ Arthur permaneció sentado en su oficina, girando lentamente la silla de cuero mientras miraba por la ventana, las palabras de Lucas resonaban en su mente, pero había algo en todo aquello que no terminaba de encajar, su sobrino siempre había sido impulsivo, pero también calculador, terminar una relación con alguien tan especial como Chloe de manera tan abrupta parecía, extraño. Se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en el escritorio y juntando las manos bajo el mentón, el tono de Lucas durante la llamada había sido demasiado despreocupado, casi frío ¿Dónde estaba el remordimiento? Incluso si pensaba que estaba haciendo lo correcto, Lucas no solía ser tan distante, sobre todo con alguien a quien decía valorar. Arthur repasó mentalmente los últimos meses, había notado cierto cambio en Lucas últimamente, una especie de desconexión con sus responsabilidades y con el hotel en general, si bien siempre había cumplido con lo básico, parecía distraído, como si tuviera algo más en mente, ahora, sumando esa actitud a la manera en que había terminado con Chloe, Arthur no podía evitar sentir que su sobrino estaba ocultando algo. Su intuición, siempre afilada después de años manejando negocios y lidiando con todo tipo de personas, le decía que debía indagar más, Chloe no solo era una excelente gerente; también era una mujer de carácter, simpática, dulce y en general, alguien por quien valía la pena luchar, si Lucas había decidido terminar la relación, debía haber una razón más profunda detrás de ello. Arthur se levantó de su silla y caminó hacia el minibar en la esquina de la oficina, sirvió un poco de whisky en un vaso bajo, el sonido del líquido rompiendo el silencio de la habitación, dio un sorbo mientras sus pensamientos seguían fluyendo. — ¿Qué estás tramando, Lucas? — murmuró para sí mismo. Sabía que no podía abordar el tema directamente con Chloe, al menos no todavía, quería protegerla tanto como fuera posible, pero también necesitaba más información antes de intervenir, si algo estaba ocurriendo, si Lucas estaba actuando de manera irracional o había factores externos que lo estaban presionando, Arthur debía descubrirlo. Se volvió hacia su escritorio y tomó su agenda, necesitaba llamar a alguien para darle claridad a todas sus dudas, no sería ético de su parte investigar la vida personal de Chloe, pero Lucas era un caso aparte y a él podría revisarle hasta los mocos si quería, su investigador privado podría resolver todo eso.
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