Episodio 16

1358 Palabras
Cierro los ojos, respiro profundo y me bajo del auto. Estoy frente a la empresa de los McBride, después de que Harry me cuestionara a gritos por haber "corrido" a su madre, me citó en su oficina para hablar y aclarar el tema. Estoy nerviosa, no sé qué va a pasar ahí dentro, preferiría no saberlo pero tengo que hacerlo. Comienzo a caminar con cautela hacia la entrada del edificio, al entrar veo a la chica el otro día en la recepción. - Buenos días señora McBride. - dice con una sonrisa mientras me mira y yo me siento incómoda puesto que soy menor que ella y ya me dice señora. - Buenos días... - hago una pausa al no saber su nombre. - Lucía. - dice sonriendo. - Buenos días Lucía, por cierto, puedes decirme Allison - digo mientras sonrío. - Está bien señora Allison. - ruedo los ojos mientras río después de escuchar que volvió a decirme señora. - Vengo a ver a Harry. - digo y ella asiente. - La está esperando en su oficina. - Gracias Lucía. - sonrío y camino hacia el elevador. Al llegar al piso de la oficina de Harry me pongo aún más nerviosa. - Buenos días señora McBride, el señor McBride la espera. - dice y de inmediato abre la puerta. - Gracias... - se me olvide el nombre de la secretaría de Harry así que me apresuro entrar. Al entrar veo a Harry escribiendo en una libreta esta serio y despide frialdad por los poros. - Siéntate. - dice casi en forma de orden y sin dejar de escribir. - Harry yo... - Siéntate. - me interrumpe con voz autoritaria y yo sólo obedezco. Pasan algunos minutos, minutos que para mí son eternos y Harry no deja de escribir. - ¿Vamos a hablar? - cuestiono con tono serio. - ¿Por qué la corriste? - cuestiona mientras levanta la cabeza para verme. - Yo no hice eso. - Mi madre es una mentirosa, ¿Eso es lo que insinúas? - Por supuesto que no Harry, es sólo qué... - Harry me mira con curiosidad y yo no sé por dónde comenzar. - Es sólo que qué que mi madre no te agrada, sólo fue a darte una sorpresa, algo que tú no agradeciste. - ¿Tú sabías de la "sorpresa"? - lo miro confundida. - No no sabía nada. - me mira y después se levanta. - ¿Y estás de acuerdo con ella? ¿Crees que debo irme del país cuatro o cinco años? - ¿Irte a dónde? ¿De qué hablas? - Harry toma algo del escritorio y camina hacia mi. - Nos compró estos boletos para un crucero, para que pasáramos el verano ahí. - Eso no fue lo que me dijo tu madre. - lo miro confundida. - Ella me quiere enviar lejos, me quiere lejos de ti. - Hablas como si mi madre fuera una bruja, ¿Por qué iba a querer que te fueras? O tal vez eres tú la que se quiere ir. - Yo no... - Como sea, eso no te da el derecho de correr a mi madre de MÍ casa. - ¿De "TÚ" casa? Bien, tal vez sea bueno que me vaya cómo quiere tu madre. - Tal vez, si no eres feliz aquí, si no eres feliz conmigo y con mi familia, si no vas a respetar a mi madre, tal vez sería lo mejor. Lo miró con lágrimas en los ojos, intento que las lágrimas no comiencen a rodar por mis mejillas así que mejor me doy la vuelta y salgo de la oficina a toda velocidad, por un momento creo que Harry viene detrás de mí pero al girar él no está. Es increíble como Harry puede dudar de mí, igual no es como que nos conozcamos tanto pero digo, debería conocer a su madre ¿no? No tuve el valor para decirle todo lo que su madre me dijo, sin embargo, ella le dijo mentiras. Desde el primer momento que la conocí supe que no le agradé para nada pero jamás creí que haría algo como esto, justo en el momento en el que había comenzado algo con Harry, justo en el momento que mis locas emociones se aclararon, justo ahora que todo marchaba bien o qué eso parecía. Salgo de la empresa a toda velocidad y me subo mi auto, Luck me mira confundido al ver mis ojos llorosos, parece que me quiere preguntar algo pero mejor lo evita. - Luck llévame a mi casa. - ¿Al departamento del señor Harry? - No, a mi casa, a la casa de mis padres. - Luck asiente y comienza a manejar. Algunos momentos después llegamos a mi casa, me bajo inmediatamente del auto y corro hacia la habitación de Miranda. - ¡Miranda! ¿Dónde estás? - preguntó mientras la busco. - Un momento, estoy en el baño, ahorita salgo. Comienzo a llorar y me siento en la cama de mi hermana, algunos segundos después veo a mi hermana asomarse por la puerta del baño. - ¿Qué tienes pequeña Ali? - pregunta caminando apresurada hacia mí. - No sé, no sé qué pasó, ¿Qué hice mal? Tal vez No debí fijarme en él. - ¿En quién? ¿De qué hablas Ali? - De Harry. - ¿De Harry? - Si. Después de casi una hora termino de contarle a Miranda todo lo que pasó con Amanda y Harry. - Es una bruja. Tienes que hablar con él y decirle todo lo que su madre te dijo. - No puedo. - cierro los ojos con fuerza. - ¿Quieres que ella se salga con la suya y lo aleje de ti? - cuestiona levantando una ceja. - No. - niego con la cabeza y ella me toma las manos. - Entonces ve y habla con él. Yo solo asiento con la cabeza y abrazo a mi hermana, después de unos minutos de estar abrazadas me despido para irme al departamento de Harry. El sol se está ocultando y la vista desde el auto es un poco nostálgica, suspiró fuertemente y Luck me ve por el retrovisor. Al llegar al edificio del departamento siento un vacío y una extraña sensación. Prefiero no retrasar esto y entrar de una vez por todas al departamento, pensar fríamente lo que le diré a Harry y cómo se lo diré. Al abrir la puerta del departamento me encuentro a Harry sentado en uno de los muebles, está mirando a la nada, ausente, ni siquiera se da cuenta que entré. - ¿Harry? - me acerco a él y él sale de sus pensamientos y me mira. - Vine a buscarte... - Tengo que explicarte todo. - digo interrumpiendo lo que dice. - No es necesario, Valentina me lo contó todo. - ¿Valentina? - cuestiono buscándola con la mirada. - Si, básicamente la obligué para que me dijera. Eso no importa, lo que importa es que me perdones, yo no debí juzgarte sin escuchar toda la historia, conozco a mi madre y aún así me dejé llevar. Lo miró curiosa y camino hacia él, lo abrazo enredando mis brazos en su cuello, él me toma fuertemente entre sus brazos y me pide disculpas en un susurro. Me separo un poco de él poniendo mis manos en su rostro y lo miro fijamente a los ojos. - Me gustas. - digo y él sonríe. - También me gustas. - sonríe y acto seguido me besa, cada beso es mejor que el anterior, realmente lo es. Harry deja de besarme y me da un pequeño empujón hacia el mueble, caigo sentada y antes de darme cuenta Harry ya no tiene puesta la camisa. - ¿Es posible tener tantos cuadros ahí? - cuestiona mi pervertida interior. Harry se acuesta sobre mi y me mira a los ojos. - Te deseo. - yo solo tiemblo como edificio en pleno sismo. - Y-yo... - tartamudeo y Harry me besa de nuevo. ¿Cómo diablos le digo que soy una inexperta en este tema? ¡911, tenemos una emergencia!
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