Episodio 15

1752 Palabras
El escandaloso sonido de un despertador hace que casi caiga de la cama, lo curioso es que yo no tengo despertador. - ¿Pero que diablos? - digo y pongo una almohada en mi cara. - Ahhgg. - gruño con mi cara aún contra la almohada y acto seguido me levanto. Me pongo mis pantuflas y salgo de la habitación buscando de dónde proviene el horrible sonido del despertador. Camino hasta llegar a la habitación de Harry y me percato de que la puerta está entre abierta así que decido entrar. Al entrar veo a Harry tendido boca abajo en la cama, con la ropa aún puesta y rondando como un león gigantesco. Tapo mi boca para evitar una carcajada escandalosa y comienzo a caminar de puntillas hacia el despertador. Al llegar lanzo mi mano con fuerza sobre el aparato e inmediatamente Harry hace lo mismo, sin embargo, en lugar de pegarle al despertador, le pega a mi mano haciendo que yo suelte un grito realmente fuerte. - ¡Ah! - grita Harry después que yo y se sienta en la cama en un solo movimiento. - ¡Estúpido! - grito mientras giro besando mi mano. - ¿Qué pasó? ¿Qué te hice? ¿Qué haces aquí? - cuestiona mirándome con cara de confusión. - Estaba, esa cosa y yo, ¿Podrías darme hielo? - intento explicar mientras señalo el despertador pero el dolor no me deja y prefiero pedirle algo para el golpe. - Si, yo... - ¡Apurate! - digo interrumpiendo al confundido Harry y él solo sale corriendo a buscar el hielo. - Aquí está. - dice Harry entrando a la habitación y yo me siento en la cama para colocarme la bolsa con hielo en la mano. - ¿Te ayudo? Miro a Harry y está completamente distinto a como lo conozco, tiene la camisa por fuera del pantalón, no tiene puesta la corbata y el cuello de la camisa está levantado, su cabello está alborotado y su rostro es de preocupación. - Si. - digo mirándolo a los ojos y él se acerca extendiendo su mano para que le dé la mía. - Lo siento, no sabía que tu mano estaba ahí. - se disculpa al mismo tiempo que se pone de cuclillas frente a mi. - No te preocupes, estabas dormido y yo entré en silencio. - miro su cabeza y tiene pequeños remolinos en el cabello. - La próxima vez no seas tan silenciosa. - ríe ligeramente y yo hago lo mismo. - También discúlpame por beber de más anoche. - No, está bien, te veías gracioso. - respondo y él levanta su cabeza para verme con seriedad. - Perdón. - digo dejando de reír. - Puedes seguir riendo, te vez graciosa. - sonríe y yo le doy un ligero empujón en el hombro. - ¿Con qué así nos llevamos? - No, yo... - Tranquila, solo bromeo. - me interrumpe entre risas. - Tienes muy roja la mano, iré por algún gel para desinflamar. - dice poniéndose serio e intenta soltar mi mano pero yo tomo con fuerza la de él - Espera. - Harry me mira curioso. - Anoche dijiste algo, algo que me gustaría saber si es cierto. - veo como tensa su mandíbula y evita mis ojos. - ¿Que dije? - cuestiona nervioso y yo me acerco a él. - "Me gustas", eso fue lo que dijiste. - Harry mueve sus ojos de un lado al otro y logra soltarse de mi agarre para levantarse. - Estaba ebrio, yo, yo no recuerdo nada. - dice con la voz temblorosa y dándome la espalda. Me levanto quedando detrás de él y pongo mis manos en sus hombros. No voy a mentirles, Imanol me gusta, pero creo que Harry también, necesito saber quién de los dos me importa más y por lo tanto, necesito besar de nuevo a Harry para estar segura de mis locas emociones. Deslizo mis manos sobre los brazos de Harry hasta llegar a sus manos, ahí mis manos se entrelazan con las suyas y corto todo el espacio que quedaba entre su espalda y mi pecho. - Entonces, ¿No te gusto? - pregunto con mi mejilla pegada a su brazo. Harry suelta mis manos y gira haciendo que quedemos frente a frente. - Me gustas. - dice mirándome a los ojos y tomando mi cara entre sus manos. Pongo mis manos en el cuello de su camisa y lo jalo hacia mi, nuestros labios quedan a centímetros de distancia y mi corazón comienza a acelerar cada vez más. Cierro los ojos y Harry por fin decide cortar el espacio juntando sus labios con los míos. Su boca es cálida y aún tiene un sabor ligero a vino. Nuestros labios se mueven en una perfecta sincronía, una de sus manos pasa de estar en mi rostro a mi cintura, apretandola contra su cuerpo, enredo mis brazos en su cuello y comenzamos a caminar hacia la cama. - Espera. - digo separando un poco mis labios de los suyos, él me mira confundido y noto sus mejillas enrojecidas. - Me gustas Harryson McBride. Harry sonríe y vuelve a besarme apasionadamente pero a la vez muy dulce. Estamos a punto de caer a la cama cuando el timbre comienza a sonar. Nos separamos asustados y corremos hacia la planta baja. Harry mira por la cámara y su rostro se vuelve serio, se rasca la cabeza y me mira preocupado. - Lo siento, es mi madre. - dice a punto de abrir la puerta pero yo lo freno antes de que lo haga. - No, ve a bañarte, se va a molestar si te ve así, mínimo yo tengo pijama de señora. - Harry ríe con mi comentario y pone sujeta mi barbilla con sus dedos. - Te ves hermosa con esa pijama. - dice antes de darme un pequeño beso en los labios. - Vete, yo abro. - Harry asiente y se va. Me giro quedando frente a la puerta e inhalo con fuerza y exhalo despacio. El timbre sigue sonando así que no dudo más y abro la puerta. - Ha... - Amanda se queda con la boca abierta al verme. - Querida, ¿Que fachas son esas? Así jamás me darás nietos. - dice mirándome de arriba a abajo. - También me da mucho gusto verte amanda. - digo forzando una sonrisa. - Pasa, bienvenida a nuestro humilde departamento. - Gracias querida. - dice y entra rápidamente como si buscara algo. - ¡Valentina! ¡Valentina! - grita por todos lados. - Aquí estoy señora. - dice valentina saliendo de la cocina. - ¿Ya tienes listo el café de Harry? - Valentina asiente y después me mira a mi. - Amanda, Harry se está bañando y yo iré a hacer lo mismo, te quedas en tu casa. - ¿Van a bañarse juntos mientras yo estoy aquí? - cuestiona poniendo una mano en su pecho en señal de ofensa. - No, iré a bañarme al baño de mi habitación. - Ah, cierto, no duermen juntos. - dice sonriendo. - No, no lo hacemos. - digo y camino hacia las escaleras, mientras subo escucho como Amanda le hace preguntas a Valentina sobre el desayuno. Unos minutos después termino de bañarme y bajo las escaleras encontrando a Amanda hablando por teléfono en la sala. La miro y ella ni si quiera nota que estoy ahí, así que me voy a la cocina donde encuentro mi desayuno y un plato vacío en el fregadero. - Valentina, ¿Ya se fue Harry? - Si señora, me dijo que le diera esto. - Valentina me da un pequeño sobre. Lo habrá y dentro de él está una pequeña tarjeta con algo escrito. "Nos vemos a las 2:00 en el restaurante Ruseell" Atentamente: Tu esposo. Sonrio como una boba y comienzo a desayunar. Después de besarme con Harry, mis locas emociones son un poco más claras. Quiero intentarlo con Harry y pondré lo mejor de mi para que esto salga bien. Termino de desayunar y regreso a la sala donde aún se encuentra Amanda, me siento frente a ella y sonrío. - Estaba hablando con una amiga que casualmente dirije la mejor universidad de derecho en Londres, le hablé un poco de ti y me dijo que podrías enviarle un ensayo y ella lo leerá personalmente y bueno, prácticamente estarías dentro. - veo con confusión a Amanda y ella solo sonríe. - Esta es una oportunidad que no puedes dejar pasar, cualquiera querría poder entrar así de rápido a una tan prestigiada universidad. - Si, cualquiera, menos yo. - miro a Amanda y frunce el ceño. - No voy a estudiar derecho Amanda. - ¿Cómo? ¿Qué piensas hacer de tu vida entonces? - Disculpa Amanda pero eso no te incumbe. - Amanda se levanta furiosa. - ¿Cómo te atreves a hablarme así? Si mi hijo se hubiese casado con Camila las cosas serían muy diferentes. - cierro los ojos y siento que la sangre me comienza a hervir. - Lo siento, la esposa de Harry soy yo y mis decisiones solo lo incumben a él y a mi. - digo levantándose del sillón y quedando frente a Anmanda. - Si no te importa me gustaría que te retiraras de mi casa. - Este departamento es de mi hijo y aún así te atreves a correrme. - la miro y asiento. - Harry se va a enterar de esto y verás que primero está su madre. Amanda amenaza mientras camina a la puerta y yo solo voy detrás de ella para lograr que realmente se vaya de aquí. - Eres muy poca cosa para mi hijo. - dice antes de azotar la puerta con fuerza. - ¡Maldita sea! - grito haciendo sobresaltar a Valentina que está frente a mi mirando la escena. De inmediato comienza a sonar mi celular y corro a mi habitación para contestarlo. Cuando lo tomo me doy cuenta que Harry es el que llama y eso me pone muy nerviosa, estoy segura que Amanda ya le dijo todo. - ¿Bueno? - digo nerviosa con el teléfono en el oído. - ¡¿CORRISTE A MI MADRE DE MI CASA?! - pregunta Harry del otro lado del teléfono con un tono de voz frío y fuerte. No tengo idea de que contestar, cierro los ojos con fuerza y siento que mi corazón se me saldrá por la boca. Creo que realmente estoy en serios problemas.
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