El escandaloso sonido de un despertador hace que casi caiga de la cama, lo curioso es que yo no tengo despertador.
- ¿Pero que diablos? - digo y pongo una almohada en mi cara. - Ahhgg. - gruño con mi cara aún contra la almohada y acto seguido me levanto.
Me pongo mis pantuflas y salgo de la habitación buscando de dónde proviene el horrible sonido del despertador. Camino hasta llegar a la habitación de Harry y me percato de que la puerta está entre abierta así que decido entrar.
Al entrar veo a Harry tendido boca abajo en la cama, con la ropa aún puesta y rondando como un león gigantesco. Tapo mi boca para evitar una carcajada escandalosa y comienzo a caminar de puntillas hacia el despertador.
Al llegar lanzo mi mano con fuerza sobre el aparato e inmediatamente Harry hace lo mismo, sin embargo, en lugar de pegarle al despertador, le pega a mi mano haciendo que yo suelte un grito realmente fuerte.
- ¡Ah! - grita Harry después que yo y se sienta en la cama en un solo movimiento.
- ¡Estúpido! - grito mientras giro besando mi mano.
- ¿Qué pasó? ¿Qué te hice? ¿Qué haces aquí? - cuestiona mirándome con cara de confusión.
- Estaba, esa cosa y yo, ¿Podrías darme hielo? - intento explicar mientras señalo el despertador pero el dolor no me deja y prefiero pedirle algo para el golpe.
- Si, yo...
- ¡Apurate! - digo interrumpiendo al confundido Harry y él solo sale corriendo a buscar el hielo.
- Aquí está. - dice Harry entrando a la habitación y yo me siento en la cama para colocarme la bolsa con hielo en la mano. - ¿Te ayudo?
Miro a Harry y está completamente distinto a como lo conozco, tiene la camisa por fuera del pantalón, no tiene puesta la corbata y el cuello de la camisa está levantado, su cabello está alborotado y su rostro es de preocupación.
- Si. - digo mirándolo a los ojos y él se acerca extendiendo su mano para que le dé la mía.
- Lo siento, no sabía que tu mano estaba ahí. - se disculpa al mismo tiempo que se pone de cuclillas frente a mi.
- No te preocupes, estabas dormido y yo entré en silencio. - miro su cabeza y tiene pequeños remolinos en el cabello.
- La próxima vez no seas tan silenciosa. - ríe ligeramente y yo hago lo mismo. - También discúlpame por beber de más anoche.
- No, está bien, te veías gracioso. - respondo y él levanta su cabeza para verme con seriedad. - Perdón. - digo dejando de reír.
- Puedes seguir riendo, te vez graciosa. - sonríe y yo le doy un ligero empujón en el hombro. - ¿Con qué así nos llevamos?
- No, yo...
- Tranquila, solo bromeo. - me interrumpe entre risas. - Tienes muy roja la mano, iré por algún gel para desinflamar. - dice poniéndose serio e intenta soltar mi mano pero yo tomo con fuerza la de él
- Espera. - Harry me mira curioso. - Anoche dijiste algo, algo que me gustaría saber si es cierto. - veo como tensa su mandíbula y evita mis ojos.
- ¿Que dije? - cuestiona nervioso y yo me acerco a él.
- "Me gustas", eso fue lo que dijiste. - Harry mueve sus ojos de un lado al otro y logra soltarse de mi agarre para levantarse.
- Estaba ebrio, yo, yo no recuerdo nada. - dice con la voz temblorosa y dándome la espalda.
Me levanto quedando detrás de él y pongo mis manos en sus hombros.
No voy a mentirles, Imanol me gusta, pero creo que Harry también, necesito saber quién de los dos me importa más y por lo tanto, necesito besar de nuevo a Harry para estar segura de mis locas emociones.
Deslizo mis manos sobre los brazos de Harry hasta llegar a sus manos, ahí mis manos se entrelazan con las suyas y corto todo el espacio que quedaba entre su espalda y mi pecho.
- Entonces, ¿No te gusto? - pregunto con mi mejilla pegada a su brazo.
Harry suelta mis manos y gira haciendo que quedemos frente a frente.
- Me gustas. - dice mirándome a los ojos y tomando mi cara entre sus manos.
Pongo mis manos en el cuello de su camisa y lo jalo hacia mi, nuestros labios quedan a centímetros de distancia y mi corazón comienza a acelerar cada vez más.
Cierro los ojos y Harry por fin decide cortar el espacio juntando sus labios con los míos. Su boca es cálida y aún tiene un sabor ligero a vino. Nuestros labios se mueven en una perfecta sincronía, una de sus manos pasa de estar en mi rostro a mi cintura, apretandola contra su cuerpo, enredo mis brazos en su cuello y comenzamos a caminar hacia la cama.
- Espera. - digo separando un poco mis labios de los suyos, él me mira confundido y noto sus mejillas enrojecidas. - Me gustas Harryson McBride.
Harry sonríe y vuelve a besarme apasionadamente pero a la vez muy dulce. Estamos a punto de caer a la cama cuando el timbre comienza a sonar. Nos separamos asustados y corremos hacia la planta baja.
Harry mira por la cámara y su rostro se vuelve serio, se rasca la cabeza y me mira preocupado.
- Lo siento, es mi madre. - dice a punto de abrir la puerta pero yo lo freno antes de que lo haga.
- No, ve a bañarte, se va a molestar si te ve así, mínimo yo tengo pijama de señora. - Harry ríe con mi comentario y pone sujeta mi barbilla con sus dedos.
- Te ves hermosa con esa pijama. - dice antes de darme un pequeño beso en los labios.
- Vete, yo abro. - Harry asiente y se va.
Me giro quedando frente a la puerta e inhalo con fuerza y exhalo despacio. El timbre sigue sonando así que no dudo más y abro la puerta.
- Ha... - Amanda se queda con la boca abierta al verme. - Querida, ¿Que fachas son esas? Así jamás me darás nietos. - dice mirándome de arriba a abajo.
- También me da mucho gusto verte amanda. - digo forzando una sonrisa. - Pasa, bienvenida a nuestro humilde departamento.
- Gracias querida. - dice y entra rápidamente como si buscara algo. - ¡Valentina! ¡Valentina! - grita por todos lados.
- Aquí estoy señora. - dice valentina saliendo de la cocina.
- ¿Ya tienes listo el café de Harry? - Valentina asiente y después me mira a mi.
- Amanda, Harry se está bañando y yo iré a hacer lo mismo, te quedas en tu casa.
- ¿Van a bañarse juntos mientras yo estoy aquí? - cuestiona poniendo una mano en su pecho en señal de ofensa.
- No, iré a bañarme al baño de mi habitación.
- Ah, cierto, no duermen juntos. - dice sonriendo.
- No, no lo hacemos. - digo y camino hacia las escaleras, mientras subo escucho como Amanda le hace preguntas a Valentina sobre el desayuno.
Unos minutos después termino de bañarme y bajo las escaleras encontrando a Amanda hablando por teléfono en la sala.
La miro y ella ni si quiera nota que estoy ahí, así que me voy a la cocina donde encuentro mi desayuno y un plato vacío en el fregadero.
- Valentina, ¿Ya se fue Harry?
- Si señora, me dijo que le diera esto. - Valentina me da un pequeño sobre.
Lo habrá y dentro de él está una pequeña tarjeta con algo escrito.
"Nos vemos a las 2:00 en el restaurante Ruseell"
Atentamente: Tu esposo.
Sonrio como una boba y comienzo a desayunar.
Después de besarme con Harry, mis locas emociones son un poco más claras. Quiero intentarlo con Harry y pondré lo mejor de mi para que esto salga bien.
Termino de desayunar y regreso a la sala donde aún se encuentra Amanda, me siento frente a ella y sonrío.
- Estaba hablando con una amiga que casualmente dirije la mejor universidad de derecho en Londres, le hablé un poco de ti y me dijo que podrías enviarle un ensayo y ella lo leerá personalmente y bueno, prácticamente estarías dentro. - veo con confusión a Amanda y ella solo sonríe. - Esta es una oportunidad que no puedes dejar pasar, cualquiera querría poder entrar así de rápido a una tan prestigiada universidad.
- Si, cualquiera, menos yo. - miro a Amanda y frunce el ceño. - No voy a estudiar derecho Amanda.
- ¿Cómo? ¿Qué piensas hacer de tu vida entonces?
- Disculpa Amanda pero eso no te incumbe. - Amanda se levanta furiosa.
- ¿Cómo te atreves a hablarme así? Si mi hijo se hubiese casado con Camila las cosas serían muy diferentes. - cierro los ojos y siento que la sangre me comienza a hervir.
- Lo siento, la esposa de Harry soy yo y mis decisiones solo lo incumben a él y a mi. - digo levantándose del sillón y quedando frente a Anmanda. - Si no te importa me gustaría que te retiraras de mi casa.
- Este departamento es de mi hijo y aún así te atreves a correrme. - la miro y asiento. - Harry se va a enterar de esto y verás que primero está su madre.
Amanda amenaza mientras camina a la puerta y yo solo voy detrás de ella para lograr que realmente se vaya de aquí.
- Eres muy poca cosa para mi hijo. - dice antes de azotar la puerta con fuerza.
- ¡Maldita sea! - grito haciendo sobresaltar a Valentina que está frente a mi mirando la escena.
De inmediato comienza a sonar mi celular y corro a mi habitación para contestarlo.
Cuando lo tomo me doy cuenta que Harry es el que llama y eso me pone muy nerviosa, estoy segura que Amanda ya le dijo todo.
- ¿Bueno? - digo nerviosa con el teléfono en el oído.
- ¡¿CORRISTE A MI MADRE DE MI CASA?! - pregunta Harry del otro lado del teléfono con un tono de voz frío y fuerte.
No tengo idea de que contestar, cierro los ojos con fuerza y siento que mi corazón se me saldrá por la boca.
Creo que realmente estoy en serios problemas.