POV Gabriel Rosa y yo nos miramos fijamente, el deseo estaba ardiendo en nuestros ojos mientras nuestras respiraciones se entrelazan en un ritmo acelerado. El ambiente está cargado de una tensión irresistible, y sé que no puedo resistirme más, había durado todo el maldito camino de regreso con el único deseo de verla, besarla y tocarla, sé que puedo sonar como un hombre que solo está pensando con la cabeza de abajo, pero cuando veo a Rosa y recuerdo que es mi mujer, mi sangre se concentra en ese lugar tan sensible que despierta cada mañana con tan solo ver a su esposa salir de la ducha en toalla, mientras ella cree que yo aún duermo, ¿cómo explicarle las veces que he tenido que apagar ese deseo en la ducha con tal no asustarla? La deseo, la anhelo, quiero desfogar toda mi lujuria entre