¿Qué quieres hacer?

1285 Palabras
CAPITULO 5 ¿QUÉ QUIERES HACER? Estuve alrededor de una semana asimilando lo ocurrido conmigo, Alan me había dicho que tenía una nueva vida, y que las pequeñeces si las podría cumplir, no niego que me sorprendieron sus “pequeñeces”, era verdad que aun no era millonaria, pero tenía un departamento muy lindo y lujoso en la ciudad de Asunción, el único problema era que él también vivirá allí. Se supone que contaba con un año completo para lograr lo que quería, pero no tenía idea de como hacerlo. Este demonio estuvo fuera del departamento, me dijo que volvería el sábado, y bueno, ese esperado día al fin llegó. –Alan: Bien, ¿Ya has pensado lo que quieres hacer? tienes una semana menos en tu calendario, no olvides eso. Su sonrisa perfecta se perdía en medio de sus mordiscos a una manzana, quien lo viera diría que es un estúpido hombre guapo arrogante. –Sara: Se supone que tu eres quien debe ayudarme con este trato, pero desapareciste por una semana, y cuando volvías lo único que hacías era dormir. Le reclamé enfadada. –Alan: Tienes razón, estuve fuera, te pido disculpas por eso, tenía asuntos que resolver, y ya que lo hice, ahora soy completamente tuyo. Se acerca a mi, yo llevaba puesta una pijama de encaje, mi cuerpo se veía perfecto, así que imagino que tampoco un demonio podía resistirse a eso. –Sara: ¿Qué estás haciendo? Me tomó de la cintura y enseguida bajó sus manos hasta mis muslos. –Alan: Ya que seré todo tuyo por un año, mi cuerpo tiene sus necesidades, y tenemos una buena compatibilidad, podemos disfrutar del sexo, mi condena es que tengo absolutamente cualquier tipo de necesidad que pudiese tener un hombre, a diferencia de que soy inmortal, ya te lo había dicho, pero creo que siempre lo olvidas. –Sara: ¿Tu propuesta es que seamos amantes también? Ni siquiera me has dicho como conseguir dinero, yo te hice caso y no llamé a mi madre. Nuestros labios volvieron a encontrarse, mi cuerpo cedía ante él de inmediato, sin al menos poder pensar, ya estábamos a punto de tener relaciones sexuales. Me detuve y lo miré por un rato. –Alan: ¿Qué sucede? hablaremos cuando acabemos. –Sara: No, quiero saber como conseguir el dinero. Le refuté ansiosa. –Alan: ¿Me está dando órdenes señorita? –Sara: Así es, te estoy dando órdenes, se supone que el deseo es mío, y debes hacerme caso cuando hago una pregunta al respecto. –Alan: Me gusta esa ambición tuya, además de que eres fría con respecto a sentimientos, en el pasado no dejaban de llorar cuando decía a las afortunadas dueñas del deseo que ya no existirían para sus familias, en cambio tu, tienes fuertes probabilidades de ser una demonio. El no deja de sonreír, unos hermosos hoyuelos se dibujan en su rostro. –Sara: Bueno, mi única familia es mi madre y mi amiga Sofía, pero se asustarán si me acerco de la nada a hablar con ellas, además no me sirve de nada perder el tiempo llorando, debo aprovechar la situación, pero no sé como hacerme rica, y ya no me acostaré contigo hasta saberlo. Le doy un beso apasionado rodeando su cuello, él se pega a mi, puedo sentir la poca paciencia de su entrepierna al rozar mi cuerpo, este no era un demonio cualquiera, se comportaba como un hombre humano. –Alan: Definitivamente podrías ser una excelente demonio, si no me gustase tanto hacerte mía, te haría pensar a ti, eres inteligente, pero te ayudaré, ya que el beneficio que obtendré se ve y se siente delicioso. Ambos seguimos besándonos, le quito la ropa que llevaba puesta, una remera totalmente básica, y un pantalón de jeans, -¡Eres un demonio insoportable!- le dije mientras lo ayudaba a desnudarse, al cabo de unos instantes, ya estábamos en la cama. –Sara: Ve directo por favor, necesito que hablemos. -le dije con la respiración agitada.- –Alan: Como usted ordene Bonita. Tomó literal lo que le pedí, ya que al terminar su frase ya estaba dentro de mi, yo abrí mis piernas para que su penetración sea más profunda. Lo que mi cuerpo había descubierto con él, hacían estremecer cada órgano y cada rincón de mi cuerpo, luego me colocó encima de él. –¿Ya sabes que hacer? -me pregunta con una sonrisa lujuriosa. –Creo que sí. Le respondí convencida, empecé a moverme encima de él, ambos sucumbimos al placer, cuando ya habíamos acabado con el deseo que nos descontrolaba, me recosté en su bien marcado pecho. –¿Cómo lograré hacerme muy rica? Dímelo, demonio de la lujuria. –Deja de decir cosas sexys, Bonita, sino dejaré de obedecerte. Su voz gruesa hace que al instante mi piel se erice, pero no dejaría que esa sensación se apoderara de mí, mis objetivos eran claros. –Dímelo. –Eres hermosa, puedes conseguir lo que desees, además tendrás un encanto particular, esa será tu carta de presentación, solo debes encontrar a quien desees conquistar, el trato es por un año, en este tiempo podrás acumular todo el dinero que consigas, y cuando acabe el plazo, tu cuenta bancaria estará llena de dinero, bueno debes restarle una semana. –Pero… ¿Cómo justificar todo eso? Le pregunto dudosa, sonaba a hacer cosas malas. –Ese detalle es lo menos importante, es mi tarea, pero queda completamente a tu cargo y criterio ver la manera de conseguir dinero. –Entonces, debo encontrar a un millonario y hacer que me de dinero. -lo digo afirmando- Eso suena sucio Alan. -Le respondí sentándome en la cama.- –Mira Bonita, tu deseaste belleza como primer punto, no deseaste ser rica. Ahora es tu decisión como hacer que tu belleza genere lo que ambicionas. El se mostraba tranquilo, en ocasiones se veía como un verdadero demonio, hablaba de una manera despectiva y sin interés, pero claro, debía ser así ya que él solamente está cumpliendo con un trato. –Entiendo, entonces debo enamorar a algún hombre rico, y hacer que me de dinero, no creo que resulte difícil lograrlo, con este rostro y este cuerpo que tengo ahora. –Así es, si me necesitas solo debes decir mi nombre, y yo llegaré, te aclaro que no puedo entrometerme en tus acciones, puedo hacer pequeñas cosas por ti, pero ten en cuenta que esos pedidos que me hagas no se podrán recomponer, aun cuando terminemos con el trato. –Bien, entonces comenzaré a leer en internet, y veré quien me conviene para este plan, quiero que sea alguien normal, no quiero nada que ver con algún hombre comprometido, o cosas así. –Como usted ordene, Bonita. –Entonces tu y yo seremos primos, tú serás mi primo gay, ¡exacto! así tu presencia no interferirá con lo que yo haga. –Como prefieras. Me respondió, no sé lo que sucedía conmigo, pero una oportunidad como esta no la podría desperdiciar, me sentía perfecta y definitivamente con ganas de comerme al mundo, no viviría con lo justo, nunca más, yo merecía todo lo mejor, y si mi abuela me ayudó de esta manera, no desperdiciare los veinte años que apostó por mi. Al cabo de unas horas, encontré el lugar perfecto, una empresa multinacional en donde ya habían rechazado mi curriculum, iré nuevamente, y veremos si vuelven a rechazar tenerme como una colaboradora, además allí, el heredero es un hombre joven y soltero, tal vez esto sea una señal, de paso aprovechare para vengarme de la persona quien me haya rechazado en esa ocasión, si tengo a un demonio conmigo. ¿Por qué no aprovecharlo?
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR