You Belong To Me

Azriel Lo único bueno de todos los fastidiosos preparativos para la boda es llegar a este momento, la maldita despedida de soltero, sé bien que mi mejor amigo no me decepcionara y que me dará la mejor despedida de soltero. Necesito mucho alcohol y mujeres al por mayor, necesito sacar de mi cabeza por una noche que mañana me casaré con una mujer que no quiero ni deseo, de no tener tratos con su familia ni siquiera la miraba de ese modo. Un desliz a mis 20 años hizo que la loca se obsesionara conmigo y todos han creído que es “la indicada” para mí, cuando no lo es. La indicada para mí, es alguien a quién he cuidado y protegido desde que era una simple bebé. Acompañado de mi mejor amigo, mi cuñado y dos de sus amigos que han puesto como mis padrinos, llegamos al lugar tan esperado. Estacionamos la camioneta, dos mujeres vestidas con un elegante vestido rojo esperan en la entrada, nos entregan los antifaces y colocó el mío, siendo el primero en cruzar las puertas y ser guiado por una de las mujeres. La música retumba las paredes y los cristales mientras continuamos bajando las escaleras, un extraño hormigueo se instala en mi pecho y permanece ahí por un largo tiempo. — Bienvenidos al Edén – la mujer abre un par de puertas y el gran club exclusivo y secreto nos abre paso. El piso alfombrado, rodeado de enormes vitrinas con mujeres desnudas, animales exóticos, un acuario que cubre casi todo el techo con sirenas que juraría son reales. Voyerismo en todo su esplendor, dos vitrinas son parejas follando y una es libre al público, las mesas están rodeadas de muebles rojos, hay un tubo en el centro de cada una de estás. Una enorme pasarela está en el centro y luces rojas iluminan esa parte. Las meseras tienen una diminuta minifalda y el torso descubierto, tienen un collar que se une a sus pezones, lucen casi igual porque todas tienen el cabello rubio. Nuestra mesa es justo la que está en el frente del escenario, tiene una capacidad de 10 personas y nosotros somos cinco, por lo que otros empiezan a sentarse después de nosotros. — Este lugar cumple cualquier pecado que tengas – murmura mi cuñado. – Es tu última noche libre Warren, disfrutala al máximo. Pienso hacerlo. Es lo único que pienso hacer está noche, olvidarme de todo el mundo, de la mujer con la que contraer matrimonio y con la que, posiblemente, nunca podré casarme. — El Edén es el paraíso del cuál la primera pareja humana fue expulsada, por comer de un fruto prohibido – comienza a hablar el animador. – Siempre hemos creído que fue una manzana la que los llevó al pecado, pero está noche conocerán el verdadero fruto prohibido que hará a todos caer rendidos a sus pies. — Te la conseguire – susurra Cassian a mi lado. – Quiero que mi mejor amigo tenga su mejor noche. Es justo lo qué esperaba. Los primos shows empiezan, un grupo de bailarinas vestidas de bomberos y policías hacen su acto pero no logran siquiera emocionarme, temo que haber pensado en Blair me haya quitado las ganas de querer acción está noche, siendo sinceros me siento jodidamente mal con este matrimonio porque sería la segunda vez que le rompa el corazón. De por sí ya me odia, vivo con ello, a pesar de su constante rechazo en reuniones o fiestas dónde su familia acude, aunque el último año ni siquiera la he visto, me conformé con verla solo en r************* y cuando quería verla en alguno de sus recitales de ballet, siempre tenía trabajo o pendejadas que Genevieve quería hacer para la boda. Bebo mi quinto trago queriendo salir de aquí, el cuarto show termina con un grupo de bailarinas vestidas de colegialas. Quiero descargarme en alguien y olvidarme de todo una noche. — ¡Basta de preámbulos señores! El Edén tiene consigo el show más esperado, la creación del pecado, el fruto prohibido. El sonido del cascabel de una serpiente inunda el lugar, la sombra de un árbol de manzanas aparece en el centro, el siseo de una serpiente y la dulce voz de una mujer hace que nadie quite la vista del centro de la pasarela, la figura de una mujer aparece, con una serpiente de color n***o a su alrededor y cuando las luces se centran en ella todo mi mundo tiembla… la sangre se me hace espesa y la saliva se me vuelve ácida. Reconozco ese cuerpo, ese rostro, esos pómulos, esos ojos. Blair Lysander. La serpiente está enredada en sus brazos y descansa en su cuello, con su mano derecha sostiene su cabeza mientras está sisea, su cuerpo está cubierto de cadenas y joyas, trae puesto un diminuto sostén rojo y una minifalda roja con cadenas, una peluca roja que cae por su espalda en cascada. Sudo. Siento como la sangre viaja por todo mi cuerpo y se centra en un solo lugar. Mi polla. ¿Cuándo comenzó a bailar aquí? ¿No es bailarina de ballet? ¿En qué mundo está metido mi chica? Los gritos eufóricos de todos los hombres en mi mesa hacen que la sangre se me caliente, están mirando con lascivia a la mujer que solo puede ser mía. Blair tiene una sonrisa descarada, contonea sus caderas mientras sostiene a la serpiente, Pray for me comienza a sonar y ella empieza a bailar con la serpiente aún sobre ella. La forma en la que se mueve me deja hipnotizado, mirando sus curvas, sus nalgas, estoy jodidamente caliente. Gatea sobre el escenario, dejando que la serpiente se deslice por su cuerpo, arqueando la espalda, mostrando sus pechos y como las cadenas se mueven y brillan por su piel. Todos los hombres están locos y yo soy uno de ellos, manteniendo mi poco autocontrol que me deja quieto y no me hace subir y follarme ahí mismo a Blair. La canción termina y todo se vuelve oscuro un momento, solo podemos ver su silueta moverse y cuando las luces vuelven a encenderse y Ex Habit comienza a sonar, ahora tiene una mini tanga de color n***o y el sosten ahora es un top de piel que resalta aún más sus pechos. Puta madre. Tengo la garganta seca y los pantalones me van a reventar. Esto es una versión mejorada de mis sueños húmedos, tantas veces que me masturba pensando en cómo sería verla bailar, la flexibilidad que debe tener por ser bailarina de ballet, las formas en la que la imaginaba follandola. Esto es mil veces mejor que todas mis fantasías con ella. — Sube aquí preciosa. — Tenemos un novio ansioso por ti – grita Cassian. Todos sacan fajos de dinero, enormes fajos de dinero, Blair se sube a la mesa riendo como colegiala. Siento que mi cerebro deja de funcionar, dejo de respirar y la sangre sigue fluyendo a un solo punto. Es una hembra en todo sentido, nadie se le puede comparar, es una belleza perfecta, un pecado delicioso y sin duda alguna mi fruto prohibido. Rodea el tubo y pega su coño sobre el metal, ella abre la boca como si ansiara que la tocaran. En ese momento sus ojos se posaron en mí y su rostro se descompone por una fracción de segundo, nadie lo ha notado más que yo. Me ha reconocido. — Acércate preciosa y consiente a mi cuñado. Se acerca sin dejar de moverse, las manos me queman por querer tocarla, ella acorta el espacio y hago lo que tanto he deseado. La tomé de la cintura y la senté en mis piernas, restregando mi polla dura sobre ella. ¡Maldita sea! La saliva se me aliviana cuando paseo la nariz por su pecho. Intenta apartarse pero la sostengo con fuerza, no pienso soltarla nunca más y no me refiero solo a está noche. Vuelvo a mirarla y me encuentro con la perfecta heterocromía de sus ojos, uno gris azulado y el otro café oscuro. El odio destila en sus ojos, pero veo algo más que me hace sonreír. No se moverá, es una profesional y se debe comportar. No se sabe quién doma a quién, si ella a mí con sus movimientos sobre mi polla o yo a ella que la obligó a que se siente y disfrute. Pierdo el control y la tomó del cuello para encararla. — Mi dulce Blair – murmuró a su oído y puedo sentir como se estremece por completo. La empujó más a mi cuerpo, quiero besarla y siento que accedera cuando sus uñas se entierran en mi cuello, pero solo pasa su lengua por mi mejilla. — Nunca me vuelvas a hablar de ese modo – murmura a mi oído y me levanta de mí, para volver a la mesa. Me ha dejado completamente pendejo. No sé qué mierda acaba de pasar. — ¿Primera vez? – se ríe Cassian a mi lado. Tomo mi trago y la rabia vuelve a mí cuando la veo ir a otra mesa, tomando los fajos de dinero con la boca. La detesto tanto como la deseo. El show termina y ella se va contoneando sus caderas, luego aparece lo que fue Eva y comienza un show s****l cuando Adan hace presencia. — Habitación 514 – me habla Cassian cuando ya me he ido a la barra para beber más. — ¿Qué? — Me salió cara – me entrega la llave. – Te veo mañana, no llegues tarde a tu boda. Me termino mi trago y tomó la llave, subo al ascensor y después una camarera me guía a la habitación 514, ni siquiera sé a dónde voy solo me dejó llevar. — Llegará en cinco minutos. Voy a la licorera y sacó una botella de vodka que me empino, hay una cama, un tubo, un sofá y un enorme espejo en el techo. Perfecto. Sea quién sea la chica quiero follarla y olvidarme del hecho que he tenido a la mujer que me ha tenido como pendejo desde que prácticamente nació. La puerta se abre y mi mundo vuelve a moverse. — Mi dulce Blair. Finjo que su presencia no me causa un enorme impacto, que no me descoloca del todo y me vuelve un pendejo. — No me acostaré contigo, solo bailaré contigo. — Mejor – me siento sobre el sofá y la miró. – Reservaré eso para cuando seas mi esposa. — Nunca sucederá eso – se abre la bata de seda y me deja ver un atuendo n***o de piel. — Me lo prometiste a los 7 años – recuerdo, sin dejar de mirar su cuerpo. — Era una niña pendeja – presiona un botón y The Weekend vuelve a sonar en la habitación. – Creía que Santa Claus existía – dijo mientras empezaba a bailar. — Yo me lo he creído y vas a cumplir esa promesa. — Y dime cómo lo haré si te casas mañana – sus manos pasan por sus nalgas y ahora toma el tubo. — ¿Irás? — Ni en tus mejores sueños me verás en ese lugar – se desliza por el tubo arqueando su espalda y dándome de nuevo esa vista de sus pechos. Me saco la polla sin importarme nada y me empiezo a masturbar sin perderme detalle de cómo se mueve. Puedo obligarla a acostarse conmigo, pero realmente dejaré ese momento para cuando sea mi esposa. — Me gustaría verte ahí – jadeo. — Me gustaría el mundo a mis pies. Se abre de piernas y su vista se centra en mi polla, trata de fingir que no le afecta que me este masturbando enfrente suyo, otra canción empieza a sonar y ahora empieza a jugar más con su cabello, se acaricia el cuerpo, me mira sin disimulo alguno y yo hago lo mismo. — Vas a ser mi esposa – declaró justo antes de venirme. — Nunca – sisea molesta. La canción termina, ella toma su bata de seda y prácticamente sale huyendo de la habitación. Me rió un momento y miró la dirección en la que se había ido. — Haré que cumplas esa promesa Blair. ↜↜↜↝↝↝ Tocan a mi puerta mientras trato de ponerme la pajarita, voy a abrir la puerta y veo a Dakota, la madre de Blair y quién me entregará en el altar. Nuestras familias siempre han estado unidas, cuando mi madre murió, Dakota no me dejó solo y Blair nunca le dijo lo que hice porque estoy seguro de que me odiaría igual que ella. — Déjame ayudarte con eso, querido. — Gracias – sonrió y ella se acerca para ponerme la pajarita. – ¿Blair vendrá a la boda? Aunque se la respuesta, Dakota me dará una explicación del por qué no vendrá. — No podrá hacerlo, tiene su última presentación con su compañía de ballet. — ¿Qué? – lo miró confundido. — El director de la compañía se metió en muchas deudas y este último recital será para darle fin a todo, Blair ha estado mal por ello, el ballet lo es todo para ella y ahora se acabara porque su director hizo malos tratos – termina de ponerme la pajarita. – Pero ella te desea lo mejor. Me desea la muerte, de eso estoy seguro. — Lo sé – susurró con una pequeña sonrisa. – Acabaré de arreglarme. — Veré que todo vaya bien con los padrinos. Asiento con la cabeza y en cuanto me deja solo tomo mi teléfono y busco todo acerca de la compañía en la que Blair está, conozco al director y sin duda sé lo pendejo que es. No puedo quedarme de brazos cruzados y dejar que ella pierda lo único que ama, lo que la apasiona. Miró en dirección a dónde será la ceremonia, todo está listo para casarme, pienso en tantas cosas y la idea más razonable es qué termine de arreglarme y me vaya a casar pero la que grita mi corazón es que tome lo que me pertenece, sin importar que el mundo arda. Llamó a Cassian para que venga a mi habitación, en menos de cinco minutos lo tengo frente a mí y le explico la situación. — ¿Quieres que lo haga? – pregunta mirándome. — Sí. — No habrá vuelta atrás. — Lo sé, pero es el destino quién me la puso en el camino, quería que esto pasara. Cassian me mira un momento y después suelta un suspiró. — Bien, me haré cargo de todo ahora y te veré en el teatro. Toma su saco y se va de la habitación, yo término de arreglarme con una emoción creciendo en mi pecho, este día acabará de puta madre. Cuando bajo a dónde será la ceremonia, veo a Angie, la hermana de Blair qué me mira con odio, se cruza de brazos cuando me acercó a ella. — Te ves bien Angie. — Debería estar en el recital de mi hermana pero estoy aquí por mi madre, no por ti – me señala con su dedo y se va en otra dirección. Veo a Dakota con el hijo de Angie en sus brazos, se acerca a mí con una sonrisa y deja que Rafael vaya con su madre. — Todo está listo ¿y tú? ¿Lo estás? Miró en dirección a dónde está la novia arreglándose, estoy listo pero no para casarme con Genevieve, sino para hacer algo más. Le prenderé fuego al mundo y una guerra entre familias comenzará, pero si es necesario quemar el mundo para qué pueda estar con ella, yo mismo le prenderé fuego. — Claro que lo estoy – le sonrió. – Solo tengo algo que hacer, no tardaré. Voy por lo que me pertenece y haré que una chica rebelde cumpla la promesa que me hizo a mis 23 años. ↜↜↜↝↝↝ Blair Azriel Warren es todo lo malo de está vida. En algún momento de mi pendeja adolescencia estaba tan locamente enamorada de él, pero todo fue solo eso, una pendejada. El tipo me humilló frente a todo el pueblo, me quitó la oportunidad de ir a la universidad y por si no fuera eso lo peor se puso de novio de la mujer que me ha odiado toda la vida. Siempre estuvo celosa de qué Azriel pasara más tiempo con una niña que con ella y cuando llegue a la adolescencia sus celos se volvieron odio y repulsión hacía mí. Excepto por su hermano que siempre estuvo tras de mí como idiota. Mientras cepillo mi cabello las imágenes de anoche invaden mi cabeza, apenas si pude dormir cuando volví a mi piso, me enfurecí tanto por estar tan mojada y caliente por su culpa, me fastidia que aún tenga efecto en mí, efecto que no debería tener. Admito que una parte de mi corazón roto se rompió más cuando supe que se casaría, pero ayer, demasiadas cosas pasaron en una jodida hora. Sentir lo duro que estaba, como me hablaba al oído, como me tocaba, todo mi cuerpo se estremecía al pensar en ello. Ver como se marturbaba en mi acto hicieron que me pusiera aún más caliente, me da repulsión ver cuando los clientes hacen eso, pero en él, me sentí tan extasiada que casi me vengo cuando escuche su gruñido al correrse. ¡Basta! No puedo seguir pensando en ello. Él se está casando con la peor mujer que puede haber en este mundo y yo… yo debo seguir adelante, seguir fingiendo que nada de esto me afecta aunque me esté destrozando saber que el único hombre con el cuál dejaría todo de lado si me pidiera estar con él se casa con una mujer que no soy yo, aparentar que todas mis noches en vela y mi tristeza marcada son porque la compañía va a quebrar. Cuando realmente estoy feliz de qué eso suceda, comenzaré de cero y con mi protagonismo y talento podré abrir una academia de ballet y tal vez más tarde mi propia compañía. Miré mi reflejo apagado en el espejo y me obligo a poner una sonrisa. Vamos, demos un último buen show y larguémonos de aquí. Tome mis cosas y llame un taxi, en todo mi camino al teatro no evite pensar en cómo justo ahora Azriel estaba declarando amor eterno a la mujer que más odio, volviéndose parte de la familia que siempre me deseo lo peor a la mía. Enciendo un cigarro y trato de ahogarme en la nicotina, está noche me ahogare en alcohol y en cualquier hombre que me preste la mínima atención que necesito. Después haré mis maletas y me iré de aquí, huiré como siempre. Enfrentarme a mis sentimientos me aterra demasiado y es mejor huir de ellos hasta que deje de sentirlos. En mi camerino me maquillo y me pongo el traje, mis dedos juguetean con la falda de tul cuando veo mi look completo, será la última vez que me vea así y me da un poco de nostalgia, cinco años en está compañía fueron demasiados, pero he soportado tantas cosas aquí que prefiero romperme las piernas a seguir siendo la favorita del director. Yo hice que la compañía quebrara pero eso nadie lo sabrá nunca. — Blair, el director quiere reunirnos antes de empezar. Claro. Bufó y voy en dirección a dónde todas mis compañeras están reunidas. Me quiero poner detrás de ellas, pero en cuanto el director me mira todos me abren el paso para estar al frente. — Nuestra última noche juntos – habla mirando a todas pero enfoca su mirada en mí y eso me estremece. – Quiero que lo hagan perfecto, quiero que dejen su maldita huella en el escenario y que cualquier otra compañía que pise este teatro este bajo nuestra sombra. Está noche hacemos historia. Una sensación de hormigueo se instala en mi pecho, dejo de escuchar lo que el director dice, todos mis sentidos se ponen alerta. Sentí lo mismo justo anoche cuando estaba por dar mi presentación en el Edén, justo cuando vi a Azriel. No. Es imposible qué él esté aquí, jodidamente imposible. Alguien me codea y salgo de mi trance, todos me miran ¿qué pasó? — ¿Qué? – dije sin entender porque me miran. — Parece que nuestra chica está nostálgica por el final – el director me puso en el centro del círculo y me tomó de los hombros, sentir su mera presencia me da escalofríos. – Dije que quiero que des unas últimas palabras a todos. Su manos de desliza por mi espalda y se queda justo donde empieza mi falta de tul, miró a todos y realmente no es qué me sienta tan unida a ellos, la mitad me desprecia por ser la mejor y la otra mitad se quiere acostar conmigo, solo con una de ellas lo hice y después me quiso chantajear con ello, cosa que hizo pero al director solo le pareció sexy que su “chica” tuviera gusto por las mujeres igual. — Demos lo mejor de nosotras está noche – las miró a todas. – Porque es la última vez que estemos en el mismo lugar. La próxima vez que las vea, y será así, yo estaré como directora de mi propia compañía y ellas vendrán a suplicarme que quieren estar en mi grupo seleccionado. Les dia una falsa sonrisa y me separe del director, quiero acabar con esto para poder tener sexo con algún desconocido que me haga olvidar todo lo amargo de mi vida. Lana del Rey instrumental empieza a sonar y todas salen haciendo su primer acto, cuando todas están haciendo un círculo en el centro es dónde yo salgo y guió a todas, me sumerjo en la música y dejo que sea ella quién mueva mis pies, conozco está coreografía al pie de la letra y por ello me permito cerrar un momento los ojos e imaginar que realmente fui a la universidad, que en algún momento Azriel y yo pudimos tener algo, que mi familia no se derrumbo, que Angie y yo tenemos a los hombres perfectos que nos aman y adoran sin importar nuestras imperfecciones. El ritmo cambia y todas nos volvemos una, mirándonos de frente como si fuera nuestro reflejo, moviéndonos al compás, dejaré está compañía y me volveré la mejor en el mundo del ballet. Le demostraré a la vida que hace falta más que la boda del amor de mi vida para que me pueda romper, que hacen falta más cosas para que me pueda ver derribada, que sí quiere verme tirada en la miseria deberá matarme porque nada me puede romper. El show termina y cuando me detengo siento fluir todas mis emociones que quiero llorar, un fuerte aplauso me saca de mi mente, el resto le sigue pero ese aplauso se oye sobre los demás, miró al público y en primera fila está él. El piso se me mueve, las neuronas, el pulso, el cerebro, ¿que hace aquí? Apenas si puedo respirar, está aquí con un elegante traje y una sonrisa de oreja a oreja. El telón cae y yo sigo parada ahí sin entender qué acaba de pasar. Voy a mi camerino escuchando felicitaciones en el paso y las cuales ignoro, me quito todo lo que tengo encima, necesito salir de aquí ya, ahora. Ni siquiera me deshago el peinado cuando ya estoy abriendo la puerta cuando una figura enorme bloquea mi pasó, un aroma amaderado me invade por completo y el coño me cosquillea al recordar ese mismo aroma anoche. Levantó la vista, odio que sea tan alto y me encuentro con esos ojos azules que me impactan como una ola en las rocas, dejó de respirar y él da un pasó al frente, yo doy uno atrás, él da otro al frente y yo otro atrás, es así hasta que ya me tiene acorralada contra la pared y él está en mi camerino. El corazón se me va a salir del pecho, sudo y mis nervios se ponen de punta. — ¿Qué haces aquí? – me sorprende lo débil que mi voz sale. Odio el efecto que tiene en mí. Odio que me sienta tan nerviosa. Odio que me este provocando ansiedad tenerlo tan cerca. Odio que se vea tan guapo en ese traje. Odio que huela tan bien. Odio quererlo aún. — Te dije que cumplirías tu promesa, Blair – dice con la voz ligeramente ronca. — Vete de aquí Azriel, tú y yo no tenemos nada de qué hablar. — Te equivocas – siento su dedo rozar mi mentón y eso me debilita las piernas. – Tenemos mucho que hablar, señora Warren. Lo empujó sin éxito alguno, solo se ríe como sí esto le pareciera gracioso. — Nunca tendré tu apellido – digo con voz clara y fuerte. – Nunca seré tu esposa y estoy segura que la tuya te está buscando. — Seguramente – cínico. – Si me hubiera casado – ¿qué? En ese momento mi teléfono comienza a sonar. – Responde puede ser importante. Fruncí el ceño, busque mi teléfono y cuando lo encontré vi el nombre de Angie reflejado en la pantalla, Azriel no se aparta de mí y eso me sigue poniendo nerviosa. — ¿Qué pasa cariño? – respondí, tratando de sonar lo más estable posible. — ¡Esto es un caos! Azriel no se presentó a la boda, dejó a la novia vestida y alborotada en el altar, aunque no digo que sienta lastima por ella. La prensa está aquí, convencí a mamá de que nos fuéramos y Cassian nos está sacando de aquí. Lo más recomendable es qué no vengas acá, los Bloom ahora mismo están desatando el infierno. — Joder – susurró. – ¿Y qué hay del imbécil de Azriel? – preguntó y él solo se ríe sin dejar de mirarme. — Espero que esté muerto o muy lejos de aquí, porque Uriel quiere matarlo y no dudo en que no lo haga. — Está bien, quédense en casa y ya hablaremos. Le mando un beso y cortó la llamada. Azriel sigue a escasos centímetros de mí, tengo la garganta seca y el coño mojado ¿qué clase de combinación es está? — ¿Qué quieres? – me cruzó de brazos y lo miró a los ojos. – Y sí crees que creeré eso de que quieres casarte conmigo, sigues siendo el mismo pendejo que decidió casarse con una Bloom. — Supongo que soy otra clase de pendejo – suspiró mirándome. – ¿Me odias? — Te odio con el alma Azriel Warren – declaró sin dejar de mirarlo a los ojos. — Bueno, pues creo que me odiaras más. — ¿Qué? Siento un paño húmedo en mi boca y por más que trato de moverme o hacer algo todo se empieza a volver oscuro, mis piernas se debilitan y lo único que puedo ver es la estúpida sonrisa arrogante de Azriel Warren, todo se vuelve n***o.