Entre Colmillos y Corazones

5

Crisis

La campana final de la clase resonó y Angie se levantó rápidamente de su asiento, decidida a acercarse a Zane. Había algo en él que la atraía, algo que no podía ignorar y aunque sabía que sus palabras probablemente no cambiarían nada, sentía la necesidad de hacerle una pregunta. Se dirigió hacia él con paso firme, atravesando las filas de pupitres vacíos, pero cuando estaba a punto de llegar, una ola de energía extraña y descontrolada pareció envolver el aire.

Zane se detuvo en seco. Angie lo vio, la tensión en su cuerpo se volvió palpable en cuanto la crisis comenzó a desatarse. Su rostro se torció en una mueca de dolor y sus manos, que antes parecían inofensivas, comenzaron a temblar violentamente. Fue como si algo dentro de él se estuviera rompiendo. Los ojos azules de Zane brillaban con intensidad y algo en el aire cambió, como si la atmósfera misma se volviera más densa, más eléctrica.

Angie dio un paso atrás instintivamente, observando cómo el poder de Zane se desbordaba. Un estremecimiento recorrió su cuerpo y vio cómo los estudiantes cercanos a él comenzaron a reaccionar. Un par de ellos se desplomaron, otros caían al suelo cubriéndose la cabeza, como si una fuerza invisible los estuviera empujando hacia el piso. La energía parecía chocar con las paredes del pasillo, alterando a los presentes, pero para su sorpresa, Angie no sentía nada. No era como si el poder de Zane la afectara de la misma manera que a los demás.

Sintió un escalofrío recorriéndole la espalda mientras veía el caos desatarse alrededor de él. Todos los demás estaban demasiado aterrados para entender lo que sucedía, pero Angie, con una calma desconcertante, observó cómo Zane, con los ojos cerrados en un intento de controlar el torbellino que le recorría, luchaba por mantener el control. Había algo en él, algo poderoso, pero también algo que lo estaba destruyendo por dentro.

Zane abrió los ojos, su respiración agitada y en cuanto los fijó en Angie, una confusión profunda se reflejó en su rostro ¿Por qué ella no parecía afectada? Nadie en el corredor y en aula, excepto ella, se había mantenido en pie sin caerse o sucumbir a la energía descontrolada que él estaba emitiendo. Era como si Angie fuera invisible a la tormenta que había desatado.

Antes de que pudiera hacer cualquier movimiento, los guardias del campus, alertados por el alboroto, llegaron con rapidez. Angie los observó con una mezcla de curiosidad y ansiedad. Sus miradas se centraron en Zane y en ella con una intensidad palpable. De inmediato, se acercaron a ellos, controlando la situación con una eficiencia sorprendente y los escoltaron hacia la dirección. Angie, aún con el corazón acelerado por el incidente, caminó al lado del joven, sin poder dejar de pensar en lo que acababa de presenciar.

Los guardias, tenían una tensión evidente en sus rostros. Era claro que no se trataba de un simple incidente. Los murmullos entre ellos indicaban que la situación era más seria de lo que parecía. Mientras acompañaban a Zane y Angie por los pasillos del campus, su mirada se mantenía alerta, con cada paso más preocupado.

- No es normal, - murmuró uno de ellos, lanzando una mirada hacia Zane, quien parecía aún atónito por lo sucedido. - hace seis meses, un pulso electromagnético similar ocurrió en la biblioteca. Nadie sabe cómo, pero causó una gran conmoción.

El otro guardia asintió, frunciendo el ceño mientras ajustaba la correa de su chaleco de seguridad.

- Exactamente. No se puede ignorar que las reacciones son cada vez más frecuentes. Y con la cantidad de personas de diferentes orígenes en esta universidad, tememos que alguien esté orquestando ataques terroristas. -

Los comentarios de los guardias estaban llenos de preocupación, lo que hizo que Zane se sintiera aún más inquieto. No sabía si los estaban viendo como una amenaza o si estaban simplemente tratando de manejar la situación lo mejor posible. Lo que sí sabía era que algo más grande estaba ocurriendo, algo que no se limitaba a su crisis personal.

Zane echó una mirada furtiva a Angie, que caminaba a su lado. Ella no parecía tan afectada por lo que había sucedido, pero la tensión en su rostro delataba su incomodidad. La joven caminaba en silencio, pero su mente no dejaba de dar vueltas. Estaba procesando el mismo caos que se había desatado en el pasillo, preguntándose cómo era posible que el poder de Zane no la hubiera afectado como a los demás. ¿Por qué no había caído junto con los otros estudiantes?

Los guardias los llevaron a la oficina de la dirección, donde la atmósfera se volvía más tensa a medida que avanzaban. Zane trató de mantener la compostura, pero su mente seguía atorada en la misma pregunta: ¿Cómo había llegado a este punto? Había algo en él que no podía controlar, algo que ni siquiera comprendía completamente y lo que había sucedido en ese pasillo solo era una pequeña muestra del descontrol que sentía constantemente. Si la gente pensaba que esto era algo peligroso, tal vez tenía razón.

La oficina de la dirección estaba decorada de manera funcional, con mesas y sillas ordenadas, pero la mirada de los administradores que los esperaban en el interior indicaba una gran preocupación. A lo lejos, un par de empleados observaban desde una esquina, atentos a cualquier cambio en la situación.

El director no tardó en dar la orden de citar a la familia de Zane y a la de Angie. Su rostro, normalmente relajado, ahora estaba tenso y los ojos de Angie seguían llenos de preguntas sin respuesta. ¿Quién era Zane? ¿Qué había sucedido con él? Y lo más importante, ¿Por qué ese pulso no la había afectado como a los demás?

- Tenemos que llamar a sus familias, - dijo uno de los guardias, mientras se adelantaba hacia el escritorio. - La situación no se puede manejar sin una explicación. Si esto sigue escalando, la universidad podría estar en peligro.

Zane sintió una incomodidad creciente al escuchar esas palabras. Sabía que no era el único involucrado en este extraño fenómeno, pero el hecho de que ahora lo consideraran una amenaza le resultaba cada vez más abrumador. A su lado, Angie permaneció en silencio, observando sin hablar.

- Esto no puede seguir así, - uno de los guardias murmuró, mirando a Zane con preocupación. - Tenemos que saber quién está detrás de esto.

Zane se quedó en silencio, completamente consciente de que las consecuencias de lo que acababa de suceder serían graves. Y mientras la cita con su familia se organizaba, la sensación de que algo mucho más grande y oscuro estaba en juego se asentaba en su pecho.

Angie, por su parte, no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido. ¿Qué le pasaba a Zane? Y lo más extraño de todo: ¿por qué no la afectaba a ella?

El guardia que estaba frente a ellos se acercó a Zane con un tono más grave.

- Hemos tenido informes de actividades extrañas relacionadas con la energía electromagnética. Ayer mismo, se activaron señales en el sistema, y algunas personas sintieron malestares. Estamos en alerta por la posibilidad de que alguien intente sabotear la seguridad del campus.

Zane no entendió por qué la mención de un sabotaje le provocaba una extraña incomodidad, pero algo en su interior le dijo que esto tenía que ver con él de alguna manera. La universidad no sabía nada sobre su verdadera naturaleza, ni sobre lo que su familia era capaz de hacer. La mezcla de vampiro y hombre lobo que había en él era un secreto bien guardado, y las consecuencias de que se supiera eran demasiado grandes. No solo para él, sino para su familia, para todos los que estaban involucrados.

Ellos, sin saberlo, habían presenciado una muestra del poder oscuro que Zane podía liberar, un poder que podría ser fatal si no se controlaba. Sin embargo, lo que nadie sabía era que Zane tampoco tenía control completo sobre lo que sucedía y en su interior, el miedo a perderlo todo empezaba a consumirlo.

Angie, mientras tanto, no dejaba de sentir una creciente confusión. - ¿Por qué no me afectó? - pensaba mientras observaba a Zane, sabiendo que había algo más en él, algo mucho más grande que cualquiera de ellos pudiera entender. La respuesta a esa pregunta seguiría siendo un misterio por ahora, pero en su corazón, Angie sentía que algo mucho más oscuro estaba pasando en las sombras del campus.