Amante de las historias y los libros ? Considero que la palabra escrita es uno de los tesoros más valiosos que podemos tener, y que a través de esta podemos llegar a miles de personas y tocar su corazón
La vida de la enfermera Elizabeth Rowen da un vuelco de 180 grados, cuando en una misma noche descubre que su novio la engaña y además es testigo de un asesinato.
Sin tiempo que perder, se ve obligada a entrar al programa de protección de testigos e inmediatamente es trasladada a un pequeño pueblo en Nevada, donde le darán una identidad nueva.
Lo que ella no esperaba es que la vida le tuviera reservadas más sorpresas, y que el amor tocara a su puerta cuando ella pretende ser otra persona.
¿Podrá el amor superar las mentiras? ¿Qué pasará cuando ella deba volver a su verdadera vida?
Isabelle es una hermosa mujer a punto de cumplir los 30 años, junto a su esposo dirigen una empresa, y aunque todos creen que su vida es perfecta, no lo es, el dolor de una traición del pasado, la muerte repentina de sus padres, y un matrimonio por conveniencia, hacen que ella no pueda ser feliz... Y ahora el día que se cumplen 10 años de su divorcio, su exesposo reaparecerá en su vida para sacar provecho de la nueva situación de ella ¿caerá Isabelle en sus juegos o él recibirá una lección? Ahora ella es una mujer fuerte y poderosa, ya no es la persona inocente a quien engañaron hace tantos años atrás, pero el pasado no es fácil de enfrentar.
Mi nombre es Margarita, mis padres me pusieron así en honor a Margarita Gautier, la protagonista de La dama de las Camelias, y como si el nombre hubiera sido una condena, cuando quedé huérfana, yo, al igual que ella me convertí en dama de compañía.
Hace un tiempo dejé esa vida, ahora tengo 33 años y junto a mi mejor amiga Elena, dirigimos una fundación para ayudar a mujeres a retomar su vida luego de un difícil pasado.
Ahora todos me conocen como Margarita Parker, Maggie me dicen de cariño, pero durante muchos años yo fui Camelia...
Sin embargo, mi vida da un vuelco cuando un antiguo cliente aparece en mi puerta con una extraña petición
— Camelia, quiero tener un hijo contigo