El rechazo es un claro indicio de deshonra y decepción. El dolor significativo por la pérdida y el abandono es una herida abierta imposible de cerrar, el disgusto y el odio son raíces que corroen el corazón del rechazado. Charlotte fue condenada a cargar con el rechazo durante toda su vida. Un peso que con el pasar del tiempo se había vuelto ligero, aunque esto no hiciera más amena la agresión o satisfactoria su existencia. Teniendo que huir de un ente desconocido después de su primera transformación, pequeños indicios del verdadero propósito de su vida comienzan a esclarecer el porqué de su sufrimiento, permitiendo que le otorgue una nueva cara al dolor que antes veía con resentimiento y recelo. Cediendo ante la tentación de confiar en alguien más que en si misma se dará cuenta que los malos presagios siempre están al pie de su puerta esperando para atacarla.

Harry ha sido un artista desde temprana edad, destacándose por sus trazos tristes y llenos de colores felices en contraste a su estado de ánimo decadente poco común en un alfa. Teniendo que ser recluido en un hospital psiquiátrico a causa de las alucinaciones que lo golpeaban constantemente se ve envuelto en la idea de ser un peligro para la sociedad. Durante meses siendo olvidado por sus conocidos, Harry solo recibe visitas de una mujer periodista que intenta hablarle y buscar su afecto, recibiendo solamente la fría indiferencia de un par de ojos perdidos entre medicamentos. Entre tropezones ella decide que la estadía de Harry debe acabarse en aquel lugar luego de enterarse que el hombre ha estado siendo medicado con supresores ilegales. Aunque Leire intenta abrirse paso por el corazón del hombre como lo hizo en su juventud, todo con el fin de recuperar al alfa y poder retomar su relación, sus esfuerzos se ven obstaculizados por el tiempo que los presiona, temiendo que cuando Harry se recupere la marca de su unión este tan deteriorada anunciando su inminente muerte. Sin tener una certeza de lo que ocurrirá Leire decide otorgarle paso a la duda devastadora, antes de que una serie de eventos se desencadene, un asesinato tomando forma en el transcurso. Harry no sabe a ciencia cierta si es su mente tomando juego en la historia o si realmente la realidad ha sido cruel con él. ‘’Petit, he tenido otra alucinación’’ murmuro cansado Harry encontrando su mirada grisácea con la de la alfa, orquestado entre delirios de una historia que solo ocurrió en su mente.

Aria ha heredado la floristería de su abuela paterna. Con veintidós años se ve envuelta entre polen y un montón de libros de cómo cuidar plantas, más el inventario que debía ser hecho semanalmente. Con ayuda de Jay, un trabajador de la floristería intenta sobrellevar todo el peso de la nueva tienda. Entre trompicones la idea de trabajar en el legado que ha dejado su abuela Aria se encuentra feliz y bastante complacida. Hasta que el dueño de la relojería del frente llega una noche para hacer su vida dar un vuelco de ciento ochenta grados reclamando los tulipanes que la abuela de Aria siempre tenía para él. Desde ese encuentro y sin darse cuenta Aria terminara dejándole la puerta abierta a más encuentros, una amistad con sentimientos no correspondidos y una propuesta un tanto arreglada. ‘’Aria, necesito que te cases conmigo o perderé la relojería…’’

Kay es una escritora reconocida entre el mundo de las novelas rosas, historias tan idílicas donde el amor prevalece sin importar qué, siendo esto muy contrario a su vida, ha tenido un pasado oscuro y penumbroso, con tan solo veinticuatro años decide huir de la ciudad donde estaba ubicada desde niña, dejando así su hogar, su empleo (a medias), sus amigos y todo lo que estuviese ligado a ese sitio tan oscuro, pero sobre todo a su exnovio abusivo. Comprando una casa a fueras de la ciudad con la idea de escribir su nuevo éxito literario, Kay toma rumbo al lugar que por fin traería paz a la zozobra que se había convertido su vida en tan solo pocos meses. Arribando a su viaje se da cuenta que el llegar a su destino no sería algo fácil, tardándose más de lo necesario. Entre tratas de un astro y el destino mismo deciden jugar con Kay poniendo a un tipo llamado George en su camino, quien luciendo demasiado amable para ser cierto lleva a Kay a lo que sería su prisión durante meses. Es ahí donde ella descubre que nada es como se esperaba y que la luna llena guarda proezas que involucran a almas inocentes con el afán de mantener vivo un amor que trasciende el tiempo.