Las personas tienden a juzgar constantemente. Juzgan a las madres jóvenes sin saber su pasado o a las madres solteras sin conocer sus esfuerzos. Juzgan a los pobres sin intentar mover un dedo para ayudarlos. Juzgan a los ricos sin reconocer sus logros. Juzgan a los reprobados sin saber sus dificultades. Juzgan a los aplicados, sin conocer sus horas de desvelos. Yo también juzgué y yo también soy juzgado, ya que según ellos soy... el chico malo.

Un joven aspirante a la corona y un deber que trae consigo desde el nacimiento; reinar. Las letras chicas del contrato dicen que antes de poder dirigir su pueblo, debe elegir a su reina. No puede ser cualquier mujer, sino una mujer digna de portar la mano del rey. Y ante todo, debe ser aprobada por los reyes. Una tarea difícil para este príncipe que no tiene escrúpulos si de mujeres se habla. Es todo un reto. Eso significa ella. Ella es todo un reto. Al príncipe le encanta los retos. ¿El resto? Les toca descubrirlo.

Él no era otro chico normal. Ella no era la típica chica. Ellos no son el típico cliché. En esta historia te vas a encontrar con personas que luchan por estar juntos y que a la vez huyen de ellos mismos. ¿El resto? Te toca descubrirlo.

Ambos eran de mundos totalmente distintos. Se dice que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, y ellos dos van a comprobarlo. Dos personas totalmente opuestas. Sin embargo, un puzzle no se completa con piezas iguales.