La obra se parece a los cuadros de Picasso: un mural en el que cada retazo funciona como unidad pero, al mismo tiempo, se embona con la obra total. El inicio es aparentemente tranquilo y en un lugar entre finales de los 90s e inicios de los 2000s. Quedan muchos cabos sueltos que se irán imbricando para formar la totalidad de la obra. Un romance fallido que comienza como un thriller y termina convirtiéndose en una obra de Ciencia Ficción.