Para Ángeles es extraño restablecer su vida, volver a la “normalidad” luego de experimentar un cambio radical en un corto tiempo. Tampoco será fácil hacerlo cuando el motivo de ese cambio ya no es parte de él. Todo se complica, se torna gris y la empuja a un vacío. Lucha por salir a la superficie pero algo la arrastra hasta el fondo, a tal punto, que dice: “¿Sabes qué? ya no más, hasta aquí permito que me sigas hundiendo. Debo salir, te guste o no, así lo haré.” Acepta que nada le regresará la felicidad que había perdido, y eso era bueno para ella porque aprenderá a vivir con su ausencia. A pesar de que su madre intentó constantemente reanimar el estado de ánimo de su hija, no vio resultados, era como si Ángeles se hubiese apagado y ahora fuese una persona neutra, indiferente o sin sentimiento alguno. Las pocas personas en las que ella confiaba intentaron, de alguna manera, ayudarla a ser quien era o al menos que recuperara una parte su alegría y buen humor que siempre había tenido. Nada dio resultado. Ángeles, deberá tomar varias decisiones que le ayudarán a tomar una medida definitiva que dejará a todos desconcertados, pero que será lo mejor para ella. Gregorio será quién la ayude a tomar la iniciativa y Richard no aceptará que ella se aleje de él sin antes permitirle hacer un último intento. Al final, ella se alejará de su familia sintiendo un vacío, se irá lejos para reencontrase con ella misma. Durante su viaje, ella sentirá que se desprende de un hilo, ese hilo rojo que entrelaza las almas y que te conecta eternamente a esa otra mitad que, no importa cuánto vaya y vuelva, siempre estará para ti… En ésta vida y en la siguiente. Sin poder evitar sentirse triste por alejarse de su madre. Sentirá que algo se desgarra dentro de su ser, que la desangra por dentro y que esa herida tardará en sanar. Pero siempre lo había dicho, “cuando las cosas suceden, es por algo” y ese algo era lo mejor que le podía pasar en ese momento, tal vez ahora si olvidaría todo.

ADVERTENCIA: El contenido de esta historia es altamente explícito, perturbador y totalmente ficticio, los personajes se expresan de diferentes maneras e incluso pueden usar un lenguaje vulgar. Kaiser no tiene una buena relación con sus padres, sobre todo con su madre, quien controla cada uno de sus movimientos, haciendo que Káiser se sienta cada vez más asfixiada. Es la mayor, y la única fémina, del matrimonio Káiser-Bernard y la única nieta. Sus abuelos maternos, Olga y Luis Bernard, son tan estrictos como su madre; mientras que Hanna y Jorge Káiser, sus abuelos paternos, son más amorosos y atentos a sus dudas. Al graduarse de la escuela secundaria, sus cuatro abuelos le ofrecen la opción de ir a estudiar en Austria, para que estudie lo que ella quiera. Eso incluía vivir sola, para que aprendiera a ser responsable, cosa que a Káiser le resultó algo absurdo. Todo había sido un plan de su abuelo Jorge para alejarla del yugo de sus padres y pudiese comenzar una nueva vida, pero ella descubre que Hans también está en Austria, y no sólo eso, también se entera de que él la ha estado vigilando desde los 10 años por orden de su abuelo Jorge; y no sólo eso, sino que también él la había espiado con cámaras de vigilancia desde su llegada a su nuevo hogar, algo que la enfureció, pero manejó la situación y le hizo frente de la mejor manera que pudo. Por medio de Hans, conoce a cuatro chicos, miembros de una banda musical, y con quienes inicia una amistad muy estrecha. Lo que Káiser y Hans nunca imaginaron es que ellos se encargarían de que Káiser desapareciera, y la mantuvieran encerrada en una cabaña abandonada en medio del bosque, haciendo con ella las más crueles barbaridades. Hans hará lo inimaginable para encontrarla, mientras Káiser, cada día, anhela la libertad perdida. Ella luchará por no acostumbrarse al encierro, al tiempo que intentará vengarse de sus captores. Todos los derechos reservados bajo licencia internacional N°2201100220338

Álvaro De la Vega, es un hombre muy ocupado. Ser el dueño de una de las cinco mejores clínicas privadas del país y socio de una filial de equipos médicos, no le resulta una tarea tan sencilla como le hace creer su madre. A sus 48 años, se ha divorciado 2 veces, no tiene hijos y se considera una persona casi completa. Y es que ese “casi” se debe a la ausencia de uno de sus mayores deseos, sin embargo, no ha encontrado a esa persona que haga realidad su anhelo, por lo que su frustración se hace evidente en su carácter. Sophie Calima, es una chica soltera debido a su carácter fuerte. Graduada en psicología, especializada en psicología clínica y laboral junto a una maestría en sexología le hacían sentirse orgullosa de sí misma por sus logros académicos pero a la vez le hacían sentir frustrada porque no encontraba el lugar adecuado para trabajar. Cumplió sus 30 años y se considera una fracasada de la sociedad, tal vez porque no es muy sociable o porque no ha tenido suerte en sus trabajos.

Alguna vez has querido ser libre? Es exactamente lo que a mí no me pasa por la mente. A mi amo, ellas le dicen "torturador" pero no son más que niñas de papi y mami. Debo advertirte que el contenido no es agradable y si eres sensible, mejor busca otra lectura. Basada en hechos reales. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción en cualquier formato (físico o digital).