Ambar tocó fondo. El único padre que conoció en su vida asesinó a su madre e intentó matarla. Todo porque ella es hija del pecado, de una infidelidad. Junto a su misterioso hermano adoptivo, emprende la búsqueda de su padre biológico. Para encontrarse con lo que nunca esperó, el amor. Cuando todo se le viene encima, solo le queda una cosa, reencontrarse consigo misma, encausar su rumbo y comenzar a verse con los mismos ojos de la persona que más la ama en el mundo.

Una chica, una existencia, un teatro. Millones de segundos vividos y una vida por delante. Pero ¿De qué se compone esa vida? Cuando Mónica es despedida de su trabajo y metida por la fuerza a la boca del lobo para que cuide a un niño insolente, descubre que nada es lo que parece. A sus dieciocho años y con una supuesta vida normal, se da cuenta que todo lo que alguna vez pensó, estaba errado. Su vida es un total montaje. Sus horas están contadas continuamente, su miedo acrecienta y su realidad cambia cuando choca con la familia de mafiosos más grande y poderosa del país. Los secretos y las mentiras siempre acaban por descubrirse. Y cuando los puentes de anime se derrumban, Mónica no tendrá otra solución que caer en cuenta de la realidad y de los planes que, sin lugar a dudas, giran alrededor de una vida que no conoce. Se sabe que el mundo continúa girando, las historias de amor son complejas, las mentiras y máscaras terminan cayendo. Y las personas, por más que te aferres, irremediablemente acaban muriendo. Mónica giró en falso y decidió seguir hacia su pasado, desencadenando un sin fin de acciones que le darán un nuevo sentido a su vida.