Alicia de león era una hermosa y delicada chica de Ciudad nunca en su vida había estado en un lugar tan lejos de su casa pero el matrimonio con el señor Smith un importante hombre de negocios que acababa de hacer una fortuna cuando había descubierto oro en su propiedad le daría a su padre la oportunidad de no caer en la bancarrota total Alicia recordó las palabras de su padre diciéndole - yo que pensé que nunca tendría nada de utilidad tener una hija, pero sacaste la belleza de tu madre y eso es algo a lo que podré sacarle provecho - para soltar una carcajada pensaba como sería el hombre con el que se casaría aunque el físico no le importaba solo quería que fuera algo decente y que no la golpeara tanto como lo hacía su padre y su hermano mayor este último la culpaba de que su padre hubiera dejado a su madre y que está se hubiera suicidado de cierta manera está aliviada de salir de aquel lugar solo le suplicaba a todo lo sagrado que conocía que al lugar al que iba no fuera peor Alicia decidió apartar de su cabeza esos pensamientos y mejor se dedicó a ver por la ventana del tren para ver los colores del ocaso se apretaba las manos por los nervios - todo estará bien - escucho la voz de su Nana jacinta Alicia solo sonrió cuando finalmente llegaron al pueblo se sorprendió al ver que realmente está bastante pequeño la carreta que las esperaba las condujo por un accidentado camino hasta la mansión más grande del pueblo ya era tarde y la luz en el interior era tenue de algunas velas distribuidas por el salón los ojos de las dos mujeres tardaron un poco en adaptarse a la poca luz en uno de los sillones estaba un hombre bastante mayor sentado con una copa en la mano jacinta apunto discretamente con el dedo al hombre - buenas noches señor Smith- dijo la anciana adelantando un poco a Alicia con la mano para que se acercará a aquel hombre - buenas noches señor Smith, soy Alicia de león, es un gusto poder conocerlo al fin- dijo Alicia con alivio al ver que este hombre no podría golpearla ni tan fuerte ni tan frecuente como lo hacían en casa de su padre el hombre la vio y le mostró una sonrisa mostrando los pocos dientes que le quedaban -sabia que eras muy bonita- dijo el anciano con ternura ella tomo su mano y también le sonrió - cómo se llama señor Smith - pregunto Alicia - creo que al hombre que buscas soy yo- dijo una voz varonil entre la oscuridad Alicia se levantó de golpe viendo a un hombre fuerte y apuesto entrando al salon - ¿señor Smith?- pregunto Alicia - así, es tu futuro marido- dijo con amargura y de forma tosca encendiendo un cigarrillo algo en Alicia se apagó dejando ver unos ojos vacío y sin vida este hombre era al menos 30 centímetros más alto que su hermano y sus brazos eran mucho más fuertes no pudo soportarlo más su mente se quedó en blanco y se desmayo cuando despertó estaba sola en una habitación oscura y no paraba de temblar pensando en el infierno que pasaría en aquel lugar

Tras perder su trabajo como camarera y tener un accidente de tránsito Esther se ve forzada a vivir con el causante de sus desgracias sin imaginar lo que el destino tiene preparado para ella ni cuánto conlleva está decisión para todos en esa casa. Esther no se imagina cuán rápido puede cambiar el mundo solo con una desición

Marina esperaba con ansias este viaje hacia más de un año que no salía a ninguna parte pero poco a poco su depresión iba cediendo, su hermana y su madre no habrían querido verla como poco a poco moría de tristeza y el psicólogo le había recomendado este viaje sin duda alguna disfrutaría tener un poco distracción , finalmente una van se paró frente a ella y bajo una hermosa chica de cabello rubio - mar- dijo Mirna entre gritos de emoción - hola marina- dijo un joven de tez morena muy atractivo - hola Fernando, solo llámame mar - dijo sonriendo -solo llámame Fer, es un gusto conocerte al fin mirna me a hablado muchos de ti- dijo Fernando sonriendo -muy bien Fer- dijo marina subió sus cosas mientras escucho algunos murmullos mientras subían a la camioneta y cuando marina los miro ellos solo sonrieron y se quedaron mirándola - pasa algo- pregunto marina algo sería Mirna callo por unos segundos - no, solo te extrañaba mucho, eres mi mejor amiga- marina solo sonrió - bien ahora por los demás- dijo Fernando se pusieron en marcha y llegaron a un vecindario que marina conocía bien - no puedo creerlo- grito marina mientras la puerta se abría -holaaaaa- dijo aquel joven con entusiasmo -vlady- dijo Mariana corriendo a abrazarlo -veniste hermosa- dijo Vladimir sonriendo con mucha alegría el joven tomo siento frente a Mariana pensó que estaba muy delgada pero aún así su cabello negro y lacio enmarcaba perfecto su cara que era muy bonita, sus ojos color aceituna, era comprensible por qué tiempo atrás sintió algo por ella el Vladimir miro a Mirna y le hizo señas con los ojos marina sabía que le ocultaban algo era evidente por su forma de actuar, ella los miro fijo y les pregunto abiertamente - que está pasando- con su sonrisa totalmente apagada - mar- Mirna tomo una pausa -no quiero que te enojes pero va a venir Eduardo con nosotros- dijo ella viendo a Vladimir pidiéndole ayuda con los ojos -y Maria lo acompaña- dijo Vladimir viéndola el silencio Reyno por unos cuantos minutos ella despego sus muslos del plástico del asiento haciendo que ese sea el único ruido - está bien- dijo marina finalmente - espero no te moleste, pero el se enteró del viaje y no puede decirle que no, lo siento- dijomirna poniendo su mano sobre la rodilla de marina que estaba sudando seguramente del momento tan incodo que estaba pasando pasaron unos minutos más hasta que finalmente se detuvieran en la casa de Eduardo, ellos salieron con tres maletas -porque tantas maletas- dijo Vladimir asomándose por las ventana finalmente subieron a la camioneta Maria fue la primera en subir para ver de frente a Marina Maria la vio y tuvo que reconocer ue qera muy bonita - hola, Mariana- dijo ella estirando su mano - hola María, Marina - dijo ella - es un gusto conocerte- dijo María -igualmente - respondió marina pensando en que tal vez este viaje no sería tan malo marina no sintió nada la ver a su ex novio con alguien más, finalmente había dejado de sufrir por el tal vez el que la dejara cuando ella acababa de perder a su madre y a su hermana le ayudo a no quererlo -hola marina- dijo Eduardo tímido mientras que Vladimir les sedia el asiento para que ellos se sentarán juntos y el se sentaba junto a Marina el viaje continuo de forma amena entre pláticas y risas, lo típico para ellos al menos nates de que marina callera en esa depresión que casi la mata - hay una tienda ahí podemos parar- dijo mirna señalando al frente -alguien quiere acompañarnos- dijo Fernando -yo, tal vez tengan bolitas de queso- dijo Marina levantándose -tambien voy- dijo Vladimir finalmente todos bajaron comprar gran cantidad de botanas para todo el viaje los chicos fueron a una licorería cercana mientras las tres se quedaron en la tienda -tiene pastillas anticonceptivas- pregunto Mariana a la cajera -si claro respondió- amablemente -podria darme dos cajas por favor- dijo Maria -chicaaa, dos cajas- dijo mirna de forma pícara Maria solo se rió - el mes pasado casi muero del susto por un retraso que tuve, no quiero arriesgarme- dijo María Marina se quedó leyendo las introducciónes que tenía al reverso de la caja -tiene su chiste- dijo consentrada casi para si misma - si no solo es tomarlas tiene que ser a un hora específica- dijo María - vaya que lío- dijo marina dándole la caja a María - y ustedes con que se protegen- pregunto Maria - mi hombre es el que se protege- dijo mirna de manera sarcástica - pero el no sabe que tengo un implante dijo señalando su brazo - y tú- pregunto Maria volteando a ver a Marina - no tengo novio así que no lo necesito- dijo marina golpeando con los dedos el mostrador los chicos llegaron por fin la cajera empaco todo en bolsas y se las entrego, ellas agradecieron y volvieron a ponerse en marcha - a dónde vamos- pregunto Maria -a acampar a un bosque que queda a las afueras de un pueblo que casi nadie conoce- dijo mirna el campamento que Mirna había investigado estaba a más de tres días de acamino

"Cabaliuosmantaes" si este insecto entrara a tu habitación no lo considerarías peligroso ya que apenas alcanza unos 6 y 8 centímetros de diámetro pero este pariente de la mantis religiosa es mucho más terrorífica pues está a demás de devorar al macho después de la copula tendrá que buscar una "incubadora" caliente, húmeda y viva para que después está le sirva de alimento a sus bebés que terminarán de devorar en unos cuantos días si el tamaño de la víctima supera el metro de estatura pero si son unos centímetros lo devorarán en unas horas