Capítulo 11
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Chris William enarcó ligeramente las cejas y volteó a mirar a Nick. Había un toque de tranquilidad imperceptible en su expresión facial, entonces dijo: "¿En serio? ¿Ese niño ahora sabe cómo amenazarme?".
"El Joven Maestro definitivamente no se atrevería a hacer algo como eso; es solo que ya terminó el mes y me ordenó que se lo recordara, Maestro...". La frente de Nick estaba cubierta de sudor frío. En los últimos años, no había podido entender qué tan bien se llevaban, padre e hijo, y temía que una palabra mal pronunciada afectara su relación.
Sin embargo, el hecho era que la relación entre Chris y su hijo nunca había sido buena en absoluto, por eso no era de extrañar que, a pesar de que el subordinado estaba hablando del pequeño, en los ojos fríos de Chris no había rastro de emoción.
"Dado que el plazo de un mes ha terminado, libera a su mascota...", dijo Chris sencillamente.
Nick quedó encantado y dijo: "Sí, me iré ahora mismo...".
"¡Medio día!", agregó Chris con frialdad: "Deja salir a su mascota solo medio día y luego vuelve a encerrarla".
Nick instantáneamente quedó perplejo. No cabía dudas de que su Maestro era muy duro, pero no se atrevió a desobedecer la orden, y asintió: "¡Sí, Maestro! Por favor, descanse. Me voy".
Qué pena sentía por su Joven Amo... Y también por su mascota... Sin embargo, él se encontraba en una situación más triste, pues ¿cómo iba explicarle la situación al Joven Amo? Todos estos problemas parecían estar devorando el cerebro de Nick.
...
La puerta se cerró y la lujosa suite presidencial volvió a estar en silencio. Chris no encendió la luz, pues aparentemente con los años había aprendido a vivir en la oscuridad. No importaba cuán lujosa fuera la habitación porque seguiría igual después de que se apagaban las luces.
Entonces, se cambió de zapatos y caminó hacia el baño; giró la llave de la ducha y, como una cascada, el agua caía sobre todo su cuerpo... Quería liberarse del estrés acumulado durante el día y desprender las cosas inmundas de su cuerpo, ya que en su mundo frío, no había lugar para la suciedad.
...
Quizás fue porque bebió algunas copas más de vino en el banquete que, después de ducharse, Chris fue directamente al dormitorio y se acostó de inmediato; no notó nada extraño en absoluto, solo una fragancia familiar pero bastante distante, llegó a su olfato, pero se quedó inmediatamente dormido debido al alcohol que había ingerido en la cena...
...
En mitad de la noche, una voz suave parecía haber aparecido en el sueño de Chris y cautelosamente abrió los ojos. En ese instante, todas las luces se encendieron y una mujer, parecida a una sirena, apareció ante sus ojos.
El hombre apretó los puños y respiró hondo, la escena parecía haberle irritado demasiado, y entonces exclamó: "¡Lárgate!".
Su calma nunca le permitió perder la compostura frente a los demás, pero su voz fría siempre asustaba a la gente, así que Stacy abrió los ojos y su vista quedó empañada por el repentino rayo de luz. Entonces, ella se frotó los ojos, como si todavía estuviera aturdida y trató de hablar: "Yo...".
Lamentablemente no entendía por qué ella se encontraba en ese lugar.
- ผู้เขียน
