Capítulo 16

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  Hacía muchos años que Lily Qiao conocía a Eason Lu. Él nunca había sido una persona amable. Al contrario, siempre había sido un hombre con un corazón de acero sobre todo en los negocios.   Shawn Xing intentó desafiarlo e interceptó sus bienes. Pensaba que era un inversor de fuera y quería hacérselo pasar mal.   Y mira lo que pasó.   A los pocos días, la empresa constructora de Shawn Xing se declaró en quiebra. Una gran empresa como esta se derrumbó con tanta facilidad que Lily Qiao ni siquiera se atrevió a preguntar por los detalles.   Pero sabía que tenía algo que ver con Eason Lu. Chocaba mucho que una persona así fuera tan amable con una niña.   Parecía que cuanto más tiempo pasaba con este hombre, menos podía ver a través de él. Sin embargo, su misterio hizo que ella sintiera que lo amaba más que nunca.   —La gente tiene dos caras. No esperaba que te gustaran tanto los niños. Seguro que eres un buen padre. Si tenemos una hija en el futuro…   Lily Qiao no pudo evitar dar rienda suelta a su imaginación. En el futuro, cuando tuvieran una hija, Eason Lu sería tan dulce como ahora, y los tres serían muy felices.   Pero antes de que pudiera terminar sus palabras, Eason Lu la interrumpió:   —Que se nos pasa la hora. ¿No tenías una cita con el director para hablar sobre el guion? No lo hagas esperar demasiado. El rodaje está a punto de comenzar. Ahora no es bueno que actúes como una prima donna.   Lily Qiao miró el reloj y se dio cuenta de que era la hora.   —Bueno, me voy. Tú descansa y no trabajes demasiado —dijo ella.   —Sí, no te preocupes.   Lily Qiao se alejó y Eason Lu se dirigió hacia la oficina. Cuando se quitó el abrigo y lo puso en el sofá, el pendiente que tenía en el bolsillo cayó al suelo.   Cuando vio el pendiente, su mirada se congeló. Era como si hubiera retrocedido seis años, como si estuviera viendo la cara de emoción de Gina Hsiao cuando él le dio los pendientes.   ¡J*der!   Gina Hsiao había estado inquieta todo el día por culpa del pendiente. Llevaba mucho tiempo en un dilema: ¿debería dejarlo pasar o pedírselo?   Él le había dicho que no quería estar a solas con ella. Gina Hsiao sostenía otro pendiente en la mano. ¿Había sido cosa del destino? ¿Debería separarse de una vez por todas de ese hombre?   Pero ¿cómo podía cortar la relación con ese hombre? Él era el padre de la pequeña Rainy. Ella cuidaría de la pequeña Rainy durante el resto de su vida, por lo que nunca se olvidaría de Eason Lu.   En este momento de incertidumbre, sonó su móvil. Vio los números en la pantalla y los latidos de su corazón se aceleraron sin control alguno.   ¿Era él de verdad?   Gina Hsiao no se atrevió a contestar. Justo cuando la llamada estaba a punto de terminar, presionó el botón de contestar.   —Hola.   —Se le olvidó algo.   Al otro lado del teléfono, el tono de Eason Lu era muy frío, como si ocultara algo en él.   —Vaya —respondió Gina Hsiao automáticamente—. Lo siento, me lo ha dicho el camarero en el restaurante, siento molestarlo.   —Si aún lo quiere, venga a buscarlo usted misma.   No se esperaba que él le dijera eso. ¿No había dicho que no quería estar con ella a solas?   —El director Gao dijo que el decano Lu volverá en unos días. Si no quiere verme, puede dárselo a él… —dijo Gina Hsiao rápidamente.   —Le estoy diciendo que venga a buscarlo usted misma. ¿No me entiende?   La actitud de Eason Lu fue muy feroz, como si le debiera cinco millones de yuanes.   ¿Por qué actuaba así? Ella no quería molestarlo.   —Vale, entonces lo esperaré en la entrada de su casa después del trabajo.   Tras decir esto, Gina Hsiao colgó el teléfono.   *   Después del trabajo, Gina Hsiao cogió un taxi hasta su comunidad y lo esperó donde habían acordado. Al igual que la última vez que habían quedado en la plaza Wenjiang, estuvo esperando mucho tiempo, y el cielo se iba oscureciendo lentamente.   Cuando Gina Hsiao vio entrar su coche en el garaje, dio un paso adelante y caminó hacia él. Eason Lu salió del coche. Parecía que no le gustaba que lo llevaran; siempre conducía él.   Gina Hsiao estaba fuera del garaje esperándolo. Eason Lu salió, se paró frente a ella, sacó el pendiente del bolsillo y se lo devolvió.   —Gracias.   Gina Hsiao no esperaba que las cosas fueran tan bien. Cogió el pendiente apurada y se dio la vuelta para irse, pero él la detuvo.   —Gina.   Gina Hsiao se dio la vuelta para mirarlo. Parecía que estaba bajo de moral, igual que su voz por teléfono. Había algo oculto en su voz; era como la calma antes de la tormenta.   —Gina, no vuelvas a jugar conmigo haciéndote la interesante. Es muy despreciable.   —¿Hacerme la interesante?   —¿A qué te refieres?   —¿A qué me refiero? ¿No estoy siendo claro? Lo sabes mejor que nadie.   Eason Lu cerró los ojos negros con fuerza y liberó lentamente los sentimientos que tenía ocultos.   —¿Crees que lo hago a propósito? ¿Crees que me estoy haciendo la interesante?   Por un momento, Gina Hsiao sintió una presión en el pecho. ¿De verdad pensaba eso?   —¿Qué es si no? —dijo Eason Lu de forma grosera—. Quizá solo fue una coincidencia que te contrataran en el Hospital Everbright, ¡pero lo que hiciste después fue mucho más que una coincidencia! Te convertiste en mi médico de cabecera, me llamabas constantemente y dejaste a propósito el pendiente que te di. ¿No era obvio que te querías hacer la interesante? ¿Pensabas que podría ser bondadoso y perdonarte los errores que has cometido?   —¿Que lo hice a propósito? —Gina Hsiao sonrió llena de dolor—. ¿Crees que hice todo adrede?   —¡Tu sabrás si lo hiciste a propósito o no!   Los ojos de Eason Lu estaban cada vez más llenos de odio.   —Gina, pensé que eras una mujer vanidosa y desalmada, pero no me esperaba que fueras tan manipuladora. Quieres volver a mis brazos ahora que ves que me va bien en mi negocio. Quieres volver a ser la esposa de una familia adinerada, ¿verdad?   —¡Eason Lu!   Después de escuchar estas palabras, Gina Hsiao no pudo evitar temblar.   —¡Puedes vengarte de mí, pero no puedes insultar mi dignidad de esta manera!   —¿Dignidad? ¿Tienes dignidad? —preguntó Eason Lu con una mirada fría y seria—. ¿Te olvidas de por qué me dejaste? ¿No te fuiste porque escuchaste al doctor decir que podría quedar paralizado y que me podía convertir en un vegetal? Eres una mujer tan ingrata y sin moral… ¿No crees que es ridículo que me hables ahora de tu dignidad? Cuando estaba en una situación complicada, te fuiste. Ahora quieres venir y volver a mis brazos porque ves que me va bien. ¡Eres una completa descarada!   —¡Zas!   Al decir estas palabras, Gina Hsiao le dio una bofetada. Después, se sorprendió por su propio comportamiento.   Sin embargo, no era nada comparado con lo que le dolía el corazón. Era una especie de dolor que estaba a punto de destrozarle el corazón…
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