Remojo mis labios, tomando de uno de los platos, fresas cubiertas con chocolate blanco. «Todo esto está muy intenso» pienso, mordiéndola para saborear el trozo de fruta jugoso y dulce. Sus luceros se quedan en mi acción, apretando sus manos, mostrándome las venas de sus brazos; uno con algunos tatuajes.
Aclaro mi garganta, ante sus luceros expectantes. «Se ven tan apetitosos sus labios» ese pensamiento se incrusta en mi mente y abro los ojos sobresaltados, por eso.
─Logan, yo… ─Un golpeteo de la puerta, interrumpe mis prontas palabras. Elevo mi vista y él se gira, levantándose para apresurar sus pasos a la puerta. La voz de un sujeto, le hace asentir. Logan vuelve a colocar su vista en mí, sacudiendo sus manos en su pantalón y mostrándome su cejo apretado─. Supongo que se ha acabado la
