Sarah Lanes llevaba intenciones bien claras, ella se dirigía diligente en busca de Madison. Desde que Natalie se escapó aquella noche, Sarah solo pensaba en cómo podría hallarla y que regresara a casa convencida de cuál era su papel en el compromiso ya pautado entre ambas familias. Después de todo, su hermano menor estaba en una edad ya madura y necesitaba a alguien que le diera un hijo, pues Madison le había prometido que todo iría bien con su hija. Sin embargo, cuando Sarah estaba dentro su auto, vio a Natalie que pasó caminando acompañada de un hombre. A ella se le hacía difícil ver con claridad a través de la ventana del vehículo, pero de acuerdo a lo que podía entrever ellos caminaban tomados de la mano de lo más plácidos. Ella no lo pensó dos veces y buscó cómo tom