"Estaré allí en un momento", dijo Jim rápidamente mientras se levantaba al instante. Por un momento, todos en la sala de conferencias lo contemplaban, e incluso Aiden se le quedó mirando fijamente. "¿Está Aiden contigo?", preguntó Bradley. En ese preciso momento, la sede de la Corporación Moris se encontraba en una reunión rutinaria. En la espaciosa y luminosa sala de conferencias, Aiden se sentaba a la cabecera de la mesa, frunciendo ligeramente su ceño. Apartó los ojos de Jim y siguió escuchando el reporte. No obstante, Jim le entregó el teléfono y dijo con prisa: "Bradley te está buscando. Debo irme". Luego del intercambio, se dio media vuelta y se retiró a toda prisa. Aiden miró la espalda de Jim y se preguntó qué le habría dicho Bradley. Por lo general, él era una