Gu Hanzhou estaba lleno de furia, parecía un discípulo de satanás queriendo matar.
Gu Lin pudo sentir la fuerte sensación de odio que desprendía de Gu Hanzhou.
Tan pronto como caminó frente a Gu Lin, lo pateó con fuerza en el estómago.
Gu Ling cayó al suelo respirando profundo y quejándose de dolor.
Gu Hanzhou lo agarró del cuello y lo puso de pie.
No podía respirar bien, miró a Gu Hanzhou con pánico y, con voz asfixiada, dijo:
"Tío... ¡no sabía lo que hacía! Te juro que no volverá a pasar. No puedes matar a tu sobrino por alguien que ni siquiera es tu esposa. No vale la pena".
"¿No vale la pena?"
Gu Hanzhou lo miró con rabia.
Desde el momento en que esta mujer regresó con él, prometió protegerla a como dé lugar.
Pero antes de que pudiera demostrarle su amor
