Mis mejillas arden ante la pronunciación de aquellas palabras. Hijo de…
Esbozo una sonrisa sardónica, mientras camino en dirección a la puerta.
─Seguro lo hace para practicar─ suelto, dándole una mirada encima de mi hombro mientras tomo la perilla de la puerta.
─¡Lauren!─ Exclama.
Comienzo a reír, caminando con velocidad inaudita hasta el baño. Oyendo los pasos de Kilian detrás de mí.
Al llegar al baño, Kilian se queda en el marco de la puerta, observándome hacer mis necesidades.
─Kilian, tienes que bajarle dos a tu posesión y déjame orinar en paz─ le recrimino dándole una mirada molesta.
Él se cruza de brazos, elevando sus pectorales y marcando los bíceps de sus brazos. Bajo mi mirada recorriendo la figura tan excitante de su cuerpo, hasta su m*****o que se encuentra alerta.
