CAÍDA VEINTISEIS A Mamacita le tomó una semana para tener a la pareja comiendo de su mano. Ella había calculado tres semanas más, pero la repentina mejoría de su matrimonio hizo toda la diferencia, Los puso en una juerga de sexo y placer alimentada por drogas, un tributo a Dionisio que incluso él se detendría y apreciaría. Tenían todo lo que le pudieran dar que fuese frívolo y extravagante y un par de cosas más que no lo eran pero de alguna manera también las tenían. Tenían sexo entre ellos, pero después del trio obligatorio, mantenían una posición específica: Tanya penetraría a su esposo en la posición anal del misionero. Era una posición complicada porque requería que él tuviera las piernas hacia arriba en el aire y Mamacita trabajaría el coño de Tanya desde atrás con su lengua y dedo