Capítulo 26 Emiliano Santorini ¿Extasiado? ....No, ¿Maravillado?... Tampoco...¿Encantado?... No lo cubre. Dichoso... No encuentro una palabra que abarque lo que siento. A pesar de estar agotado no puedo conciliar el sueño. Nunca he sido de los que abrazan a las conquistas de una noche después de haberme saciado sexualmente, pero aquí estoy desconcertado, con una tormenta de nuevas emociones abrazando a una belleza de pelo casi n***o y piel de alabastro. Ginna duerme en mis brazos, después de finalmente haber sido Mía. Mía.... mía y de nadie más. Me niego a soltarla, aunque sé que no se irá de mi lado en los próximos tres días. He dispuesto todo para que así sea. Estoy más deseoso de ella que nunca. Muero por ser yo quien le muestre la magia y el morbo del sexo. Quie