Capítulo 03
Gina Renaux
Volver a casa nunca es como lo esperas. Hay ocasiones que mi madre puede superarse así misma con su ridiculez.
—Mamá son las 3:15 de la madrugada, estoy agotada— comenta Milenne mientras que mi madre saca más vestidos de su guardarropa para que se los pruebe. —Mañana podemos seguir con esto por favor—Yo estoy agotada y no soy modelo. No me imagino en qué condiciones esté mi pobre hermana. Pasó el día entre gimnasio y entrenamiento, para luego encerrarse en un camerino con un caos aterrador. Se que debe estar acostumbrada, pero el bullicio, la adrenalina y el escándalo en los momentos previos a un desfile causan un agotamiento mental gigante. Una vez que se apagan las luces y la adrenalina baja, queda una en tal estado que lo mejor que puede hacer es largarse a dormir lo más pronto posible. En nuestro caso no es ”posible” a menos que yo eche a Dora en este instante de la habitación que comparto con mi hermana mayor.
— ¡Mamá se acabó por hoy!— digo decidida a sacarla
— Giny comprende que es por el bien de tu hermana. Esta es su oportunidad de resaltar y conseguir un contrato como modelo exclusiva de una marca reconocida como la Zandal. No seas egoísta y deja que la ayude.
— ¡Ah mamá por favor!Conmigo no tienes que fingir, conozco más que bien tus planes. Solamente digamos que mueres por ser la suegra del accionista mayoritario de la Marca Zandal. Ni siquiera sabes si ya está casado para estar montando ya este operativo.
—Ginebra Marie Renaux, te prohíbo hablarme así. Recuerda que no me debo alterar por lo de mi Estress, y menos con la invitación del fin de semana en puerta.
— Es soltero— grita Laura en la puerta de la habitación— ya lo googleé y lo sé todo de él— mi madre abraza a mi hermana Laura que entra dando pequeños saltos de felicidad.
— Viva San Google— comenta Milenne
con menos emoción que la de Laura y mamá. — ¿Quien es soltero?— pregunta mi padre en la puerta, y mi madre, Milenne y Laura responden al unísono
— ¡¡¡El accionista de la Zandal!!!.
— ¡Al diablo con él!— alzó la voz exasperada. — Se largan todas. Necesito dormir aunque sea 8 horas seguidas.
Mi hermana menor sale primero y mi madre termina cediendo de mala gana. — Espero que no arruines nada Giny o en tu conciencia pesará la desdicha de tus hermanas— un poco más de drama y resultara ganadora de un Oscar. Creo que mi familia se merece un show como el de las Kardashian.
—Yo también te amo mamá— digo a su espalda.
—Hasta mañana madre— dice casi en un murmuro mi hermana, su rostro denota el agotamiento. Su cama es una maraña de ropa que desparramó mi madre en sus arrebatos.
Me acercó a su cama, y retiró todo de una sola vez, formando un bulto gigante que fue a parar directo al piso.
—¡Listo! , mañana nos haremos cargo de esto. Ahora a dormir — me lanzo a mi cama mientras Milenne me sonríe, a penas pone la cabeza en la almohada queda profundamente dormida. Pobre, mi madre siempre tratando de explotar su belleza como su mayor potencial y ella es tan dulce que ni siquiera reclama.
Avizoro desastre en ese fin de semana en la hacienda de los Luc Grossin.
{***}
El viernes se fue volando. Mamá nos sacó de la cama antes del mediodía y nos hizo recorrer como cabras dementes todo el Boulevard Haussmann, probablemente la calle más comercial de Paris, en esta puedes encontrar desde pequeños negocios hasta importantes centros comerciales y Boutiques.
A mitad del paseo las abandoné ya que había quedado con Solange de encontrarnos para tocar unos asuntos de trabajo que quedaban pendientes para el próximo desfile de la gira de Sezane Paris.
— Tu padre está cada día más tacaño. Nos dejas tu tarjeta de crédito Ginebra— exige mi madre cuando estoy por partir, y cedo sin discutir, ya que se que sería una pérdida de tiempo total. —Con cordura madre, Recuerda que no somos ricos— le digo sosteniendo la tarjeta entre mis dedos mientras ella intenta arrebatármela.
Salgo de allí, tomo un taxi en la avenida directo a Matarata Coffee & Bar. La lluvia amenaza por caer y gracias al apuro de mamá no tome sombrilla. p**o y bajo del taxi corriendo hasta la entrada del café donde ya me espera Solange. Somos amigas desde que éramos niñas y tenemos varios gustos en común. Estuvimos trabajando alrededor de una hora y media y luego nos tomamos dos cervezas.
— Ya quedó— expresa Solange , —ya puedo partir a Vauclese tranquila.
— ¿Te irás esta misma tarde ?— pregunto asombrada.
— Si no es lejos, y mi padre insiste que vaya pronto para ayudarlo a organizar todo. Sabes cómo es.
— ¿Ya están allí sus “ilustres” invitados?— pregunto enfatizando las ultimas palabras y haciendo comillas en el aire con los dedos.
—Mi padre partió esta mañana para recibirlos al mediodía. Son seis personas en total, tengo entendido que tres mujeres y tres hombres.
Sonrío con cara de burla. Mi madre pondrá el grito en el cielo cuando sepan que vienen en pareja. Esto frustra sus planes de matrimonio millonario con la Zandal. Lastima que mi tarjeta de crédito haya sido sacrificada en el proceso. Me río por lo bajo y me concentro en Charlotte que se ofrece a llevarme a casa ya que anda en su coche.
Ya casi son las cinco de la tarde cuando llegamos al pórtico de casa. Invito a mi amiga a pasar para compartir un té. Pero esta se niega
— En otra ocasión será, si salgo a Vauclese ahora estaré allí para la cena— abro la puerta del coche y me dispongo a salir — no llegues tarde a la finca mañana o moriré de aburrimiento con tanto gato estirado. Te espero antes del mediodía— asiento con la cabeza— olvídate de las imprudencias de Dora y trata de estar allí temprano por el bien de tu carrera.
Me despido prometiendo llegar sobre las 10 de la mañana con toda mi familia. ¿Qué puede salir mal?, ya si los empresarios de Zandal están con sus parejas mi madre no será tan estupida de querer lograr ninguna unión a la fuerza. El que trate de ubicar a mis hermanas como modelos exclusivas de buenas marcas, digamos que es lo normal de una madre preocupada que ademas es pequeña empresaria del rublo.
Mas tranquila entró a casa y voy directo al despacho de mi padre. Estoy tan poco tiempo en casa, y ahora esta salida imprevista por la invitación de los Luc Grossin me roba el tiempo para compartir con mi viejito.
— Hola Sexy— saludo arrecostada en el umbral de la puerta. Mi padre se pone de pie para recibirme, me abraza y me besa la cabeza como de costumbre.
—¿Cómo está mi bella e inteligente hija?— pregunta con los ojos llenos de ternura.
— Bien padre, todo está perfecto— le contesto, tomo sus manos y las beso.
—¿Cómo te fue en las compras? ¿Conseguiste algo bonito para impresionar a esos chicos?— se sonríe con picardía y yo ruedo los ojos y resoplo.
— Tu también necesitas casarte, no solo tus hermanas. Quien sabe si en esos estirados encuentras a tu media naranja—Sexy me enarca una ceja y yo comienzo a reír a carcajadas ante tal afirmación.
— Sexy, al único hombre que me interesa impresionar está aquí conmigo ahora. No estoy interesada en lo que me pueden ofrecer esos hombres a no ser que sea trabajo y prestigio. No me gusta ese tipo de personas, demasiado frívolas y como bien dijiste demasiado “estirados“ .
— Antes de dejar este mundo me gustaria verte bien casada Lizza, no con un hombre rico, no vayas a pensar eso.— hace una pausa y pasa saliva antes de continuar hablando—Pero si con un hombre sofisticado que te llene en todos los sentidos. Eres demasiado inteligente, si te llegas a unir en matrimonio con alguien que no te merezca o no te interese del todo será un desastre, y no deseo que seas infeliz hijita mía.
{***}
La noche transcurrió tranquila al menos para mi. Estuve casi todo el tiempo con mi padre en su despacho mientras me comentaba sobre sus últimos trabajos en el campo de la química. Su entusiasmo por lo que hace es contagioso, tanto que me ofrecí para acompañarlo la semana próxima a su laboratorio a que me enseñara en vivo sus últimos descubrimientos.
Después de la animada cena en familia tomaré una ducha y ya con calma haré mi maleta. Optando por atuendos más sencillos que mis hermanas. Me interesa impresionarlos con mi ropa, pero no con la que llevo puesta, sino con la que diseño.
La cena en casa como siempre caótica, con mamá y Laura que no dejan de cotorrear todo el tiempo. Milenne, Papá y yo comemos en silencio escuchando las barrabasadas que no dejan de sorprendernos a pesar de haber convivido con esas dementes toda la vida.
{***}
A las siete de la mañana estamos todos en la planta baja acomodando todo en los coches en que viajaremos. El Honda CR-V de mi padre ya está frente al pórtico, y debido que las pilas de equipaje de mamá y mis hermanas no entran en el baúl papá me pide que acerque mi propio coche que lleva meses en el garaje sin usarse.
Acercó mi Tesla Model S, regalo de Andrew cuando me gradué como ingeniera química. Mamá puso el grito en el cielo con semejante gasto y papá como de costumbre la ignoró. Laura viaja con nuestros padres, mientras que Milenne viaja conmigo al timón de mi propio auto.
{***}
La finca de los Grossin es un lugar hermoso. Es una casona solariega enorme de una sola planta con bungalows independientes unidos a su vez por pequeños senderos de rocas . Su belleza se hace más clásica rodeada de la próspera y verde campiña francesa, aunque la casa ha sido modernizada cosa que le da un aire sofisticado y refinado a la vez, no pierde su esencia como una joya de la arquitectura del siglo XVIII. El pueblo de Vauclese con sus antiguas casas te remonta a los siglos pasados, dandole un aspecto pintoresco a la pequeña ciudad.
Nos acercamos a la entrada de la finca rodeada de árboles con flores rosadas. En el parqueo hay varios coches, algunos de ellos más costosos que todo el dinero que veré aún si juntara mis sueldos de por vida.
Entramos, Solange viene a recibirnos con una amplia sonrisa en el rostro. Milenne y yo nos apeamos del coche primero mientras mi padre aún maniobra para parquearse.
—Bienvenidas— grita Solange acercándose— oh chicas gracias al cielo que han llegado— El resto de mi familia se nos une. — Mi padre y los hombres salieron a montar, solo están sus acompañantes en la alberca tomando el sol— comenta mi amiga una vez estuvimos todos a su alrededor
—¿Acompañantes? ¿Mujeres?— pregunta mi madre boca abierta, e indignada por lo que acaba de escuchar. — Sip, mujeres. Exactamente eso dije doña Dora, sus acompañantes— excepto Milenne, mamá y Laura suspiran decepcionadas.
—Sugiero que nos preparemos para el almuerzo que será un Grill junto a la piscina en una hora— informa mi amiga y me toma de la mano— vamos los guiare a sus respectivas habitaciones.
Mi madre me pasa por el lado y me repara de pies a cabeza.
—Espero que te peines y te quites esos feos jeans— me dice mirando despectivamente mis pantalones. — Tienes que causar buena impresión, o al menos demostrar que sabes lo qué haces y con esos pantalones a penas puedo confiar en tu juicio para vestirte a ti misma. ¿Como podrán confiarte el buen gusto para otros?
Ruedo los ojos y sigo mi camino hasta que Solange me muestra la habitación que compartiré con Milenne. Es cierto que visto con jean, un top n***o sencillo y botas , pero tampoco iba a conducir en vestido y con tacones de 12 centímetros.
Una vez solas en la habitación me meto al baño y me refresco un poco. El verano aquí suele ser demasiado húmedo. Milenne comienza a colocarse un traje de baño de dos piezas con bikini alto que le queda hermoso. Personalmente comienzo a sospechar que si me pongo un traje de baño no haré más que el ridículo. Mi cuerpo posee curvas más generosas que el de mi hermana, Laura también posee un cuerpo como el mío y por eso mi madre la tiene en constante régimen de dieta estricta. Yo me escapé de ese yugo al marcharme a la universidad, tampoco era mi vocación ser modelo. Finalmente no decido si colocarme un bikini u optar por otra opción más conservadora.
Tocan a la puerta, es mi mejor amiga que entra y se queda observando lo bien que se ve mi hermana mayor con su conjunto. — Me gustaría mostrarte algo Gina. ¿Milenne vienes con nosotras?
— No, Me retocare el maquillaje antes de que mamá venga a hacerlo ella misma .
—Es mejor no provocar a la fiera. Regreso pronto— le digo a mi hermana.
— Si mamá te sorprende aun en esas fachas no te las vas a acabar con ella. No te dejes ver—aconseja mi hermana y Solange estalla en risas. Salimos por el corredor tratando de evitar a mi madre.
Llegamos a una de las habitaciones principales de la finca donde se encuentra Ana de Grossin con la cama llena de vestidos de tarde y otro montón de sombreros.
— Gina que bueno que ya estás aquí mi niña—me da un abrazo cariñoso .
— Mamá se ha probado todo esto y no se decide por nada. Aunque yo trabaje todo el tiempo en desfiles de moda no logro que confíe en mi juicio. Por eso me ha pedido que vaya por ti— le ruedo los ojos a mi amiga y me concentro en el desorden total que tiene su madre por toda la habitacion. Hay vestido de diferentes colores y modelos.
—Colores claros, Blanco para ser exactos — puntualizo — eso te resaltará como una excelente anfitriona y será fresco para la tarde en la piscina. Pásame el de allí— señaló un montículo de tela blanca sobre la cama.
Examino el vestido, tiene el largo Perfecto para la ocasión. Es un poco suelto y tiene una camisa encima de la tela ceñida que lo hace un poco más Chick y casual . — Este sería perfecto— anuncio y Ana me observa encantada.
—Gracias Gina, no sé qué hubiera hecho sin ti. Solange insistia que usara colores vivos y llamativos.
— Mi querida Ana es siempre un placer, pero me temo que para los colores vivos siempre tendremos a mi madre— la Señora Grossin se hecha a reír y yo le hago una mueca confirmando que mi madre es una excéntrica.
Salgo nuevamente al corredor en compañía de Solange, con miedo de ser atrapada infraganti por mi madre aun llevando el viejo Jean que uso. Como si la hubiese invocado Dora ábre la puerta de su cuarto y yo empujó a Solange afuera, llevándola conmigo por la primera puerta lateral que encuentro para evitar que me vea.
Una vez a salvo comenzamos a reírnos. Parecemos niñas pequeñas haciendo travesuras. Pero lo cierto es que ya vamos atrasadas.
— De aquí rodeas la fuente y giras a la derecha al final de esta pasarela y llegarás a tu habitación— me dice mi amiga que se lleva las manos al estómago ya que le duele de tanto reír.
— ¿Y mi madre? , de seguro irá por mi, al parecer me ganaré su reprimenda y su largo repertorio de insultos a mi atuendo— me llevo ambas manos al pecho dramatizando como si realmente me importara la situación. Mi amiga comienza a reír nuevamente.
— Yo la distraigo, tu solo entra y cámbiate— asiento con la cabeza—Te avisaré con un mensaje de texto cuando sea seguro que entres. ¿Tienes tu teléfono contigo?— meto mi mano en el bolsillo trasero de mi pantalón y le muestro mi celular. — Esta vez Dora tiene razón, es tu carrera la que se puede beneficiar y para eso tienes que dar una excelente primera impresión.
Sin más vuelve a entrar a la casa por la misma puerta que salimos al jardín y yo camino con paso apresurado rodeando la fuente en espera de su mensaje. Llegó a la puerta por donde se supone que entre nuevamente al corredor que da al ala de las habitaciones de huéspedes pero nada de llegar el mensaje. Transcurren varios minutos en los que no dejó de revisar mi celular y nada. Es casi un hecho que Dora debe estar metida en mi habitación. Me entretengo revisando mi buzón de correos en el móvil , cómodamente recostada a una estructura de la pared exterior de la casa.Una silueta rodea la fuente caminando hacia a mi, no más queda más remedio que levantar la vista del celular y constatar de quien se trata. Paso saliva ante la imagen que camina con un porte caballero andante impresionante. Dios, de donde sacaron a este hombre. Que cuerpo, qué ancho de hombros, y sobre todo que rostro. Tiene los ojos más bellos que he visto en el rostro de un hombre, y me están mirando fijamente a mi. Creo que me he enamorado. Como dijeran en mi universidad ...”Quiero ser la «Química» para ese «Físico»”
Mi celular vibra y bajo la vista rápidamente tratando de no perder de vista a la Encarnación de Ra, el dios egipcio del sol con cabellera negra. Pobres mortales que tengan que compartir la tierra con este hombre. Sin dudas un rostro demasiado hermoso para vivir en este fin del mundo.
Levantó la vista otra vez antes de lograr leer el mensaje de w******p, pero se esfumó, no hay ni rastro de él . No puede haber sido un espejismo.
Solange ?:
en línea
[Corre a la habitación y no te detengas hasta el baño. Convencí a tu madre de ir por un delineador para mi]✅✅
Yo:
[OK? On the way ?♀️]✅✅
Maldita mi suerte que no me pueda quedar a esperar que regrese el dios Ra. Entro a la casa y alcanzó la puerta, y tal como me indicó Solange entró corriendo a mi habitación, Milenne me pasa una muda de ropa y mi bolsa de maquillaje. Parece más una comedia que una visita para conocer a personas influyentes que puedan catapultar mi trabajo.
Tan pronto como cierro la puerta del baño escucho la voz de mi madre afuera. No tendré otro remedio que darme prisa. Me saco el jean y la camiseta y comienzo a examinar lo que me pasó Milenne. j***r un bikini, pero ¿qué le pasa a mi hermana?.
No es momento para estas niñerías . Es solo un bikini n***o, no un gato, así que me lo coloco de una buena vez. Para cubrir el bañador un top corto con pantaloneta transparente a juego también n***o. No es mi estilo pero sin duda no se verá mal. Retoco levemente el maquillaje y me aplicó brillo labial saliendo del baño aún soltándome el cabello.
—Estás absolutamente presentable Giny— Comenta mi madre aprobando mi atuendo, no es que me importe mucho pero al menos así evito que comience con una de sus crisis en una propiedad ajena. Salimos rumbo a la piscina y en el trayecto nos encontramos con la Ana de Grossin que se ve muy bien en el vestido blanco y sandalias de tacón medio que estilizan sus piernas. Solange aún no se ha cambiado y viene tras su madre aun trabajando en los detalles del almuerzo.
Me apartó con ella y con Milenne mientras mi madre se pone al dia con Ana.
—Chicas creo que me he enamorado, acabo de ver al hombre de mis sueño— digo entusiasta.
— No sospechaba que tuvieras hombre de tus sueños— mi hermana se tapa la boca para reirse y evitar la carcajada.
— No te puedo mentir, hasta hoy creo que no lo tenia hasta que vi ese hombre aparecer por el lado de la Fuente del patio lateral
—¿A quien te refieres Gina?— indaga mi hermana sorprendida de que esté hablando en serio.
— ¿Será el accionista de Zandal?— expresa Solange y se queda pensativa. — Llegaron de su paseo a caballo hace unos minutos y están en la piscina.
—No lo creo— digo meditando en la imagen de ese hombre misterioso, — Laura lo googleo y dijo que era rubio y el hombre que vi ciertamente no lo era. Quizás era solo un empleado. Estaba todo manchado de barro.
— ¿Como vestia?— vuelve a interrogarme mi hermana.
— No lo recuerdo, algo oscuro, pero no me fije del todo— respondo cayendo en cuenta que me concentre más es su rostro que en lo que llevaba puesto.
— Eres un fiasco Gina, diseñadora de ropa y a penas te fijas en como visten los otros— levantó los hombros restándole importancia.
— Seguro era un simple peón. Ya lo buscaremos más tarde— me acerco a Solange mi tono de voz es un murmuro para que mi madre no nos escuche —¿ Ya están en la piscina entonces? Ella asiente con la cabeza. — ¿Las chicas que los acompañan siguen allí ?.
— Asi es, sus hermanas no se han movido de su sitio.
— ¿Hermanas?— ¡Rayos!, cuando mi madre descubra qué hay posibilidad de boda no se va a detener ante nada ni nadie. — ¡Solange Grossin !, Ni bajo tortura se te ocurra decir frente a Dora que son hermanos y no parejas— suelto y Milenne me apoya, ella sabe lo que se le viene encima si mi madre entre en modo Celestina Casamentera.