Capítulo 28 Ginna Renaux Tuve un fin de semana de princesa de cuento, pero la mayoría de las chicas sabemos que no todo los cuentos tienen un final feliz. Digamos qué como el hechizo de la cenicienta mi tiempo “encantado” caducó y tuve que conformarme con seguir sin magia, lanzada fuera de mi propio sueño demasiado irreal para durar para siempre. El Lunes fue tiempo de enfrentarse a la dura realidad. En mi vida real no había romances lujuriosos con un magnate millonario e italiano. En mi vida real no habían habitaciones románticas en hoteles de lujo de Venecia, ni dioses Egipcios con cuerpos jodidamente Sexys y mucho menos pollas que duplicaban el tamaño promedio de los miembros de los hombres comunes y corrientes; pero ya habia sido más que comprobado que mi Dios Ra no