Cuando me separaron de nuestros padres yo tenía 18 años y ella era tan solo una niña de 12 años la cuál preferí que mis padres protegieran por miedo a que se la llevaran también. —¿Qué hace tu hermana de la mano de ese hombre? —Musita Bianca. No respondo su pregunta porque no lo sé, pero mi cabeza se encuentra llena de muchas preguntas sobre todo el paradero de nuestros padres. Mirarla me deja saber que no hay rastros de aquella que vi por última vez hace unos años, ya no hay rastros de aquella mirada dulce e inocencia que la caracterizaba. Los últimos años muy poco supe de ellos y la poca información que me traían los hombres de Antonio era escasa. —Luciano, ¿Doy pasó al siguiente plan? —Musita Ludovico. —Si,da la orden para el ataque. Luciano no quita su mirada de Antonio y