Capítulo 1 : Escape

1238 Words
Veracruz, México Mi vida los últimos años habían sido una total tortura. Alejada de mi familia cuándo aún era una jovencita, solo porque un maldito se había obsesionado conmigo y me quiso tener como su mujer a la fuerza. Los primeros años habían sido una completa tortura, hasta que finalmente me hice la idea que no podía escapar, ni mucho menos él dejarme ir. Empecé aceptar mi realidad, a tomar mi puesto como mujer de un narcotraficante, con la diferencia de que empecé a relacionarme un poco con sus turbios negocios. —Katrina, debo de salir a solucionar un problema que hubo con la mercancía que debíamos recibir esta noche. —Esta bien —Respondo aún con la vista sobre la revista que sostengo —. ¿Algo más? —Fausto quedará a cargo de todo,regresaré pronto. Se acerca dejando un casto beso en mis labios, sale de la habitación y ruedo los ojos. Me levantó y observo por la ventana las camionetas fuera de la casa. Sube en ella y se marcha con sus hombres dejando a otros custodiando la casa. Fausto era su perro sabueso y él que cuida de mi cuando no esta. Hace mucho había estado planeando mi escapada de aquí y finalmente había llegado el día. Dejó sobre la cama el teléfono que Antonio me había regalado, tomó mi bolso y salgo de la habitación encontrándome con Fausto en la entrada de la casa. —Fausto, dile al chofer que aliste la camioneta, quiero ir al centro comercial del centro. —No se diga más señora. Abre la puerta de la casa haciéndose a un lado, salgo y chifla llamando a uno de los chicos. —Trae una de las camionetas, vamos a salir al centro comercial. Me observa y asiento. —Si, señor. Corre subiendo a una de las camionetas estacionándola frente a nosotros, me ayuda a subir y se sube sentándose a mi lado. El camino se me hace eterno, entre más nos acercamos a nuestro destino mis nervios más aumenta. Fausto teclea en el móvil, el chofer me observa por el retrovisor , asiento dándole la señal y asiente también. —Señor, debo orillarme un momento, al parecer una de las llantas esta baja. —Hágalo Ramon —Respondo. Se estaciona, baja revisando las llantas de atrás. Fausto baja también dejando la puerta abierta y es cuando tomo debajo del asiento una cruceta y bajo lentamente golpeando a Fausto por atrás haciéndolo caer al suelo. Veo su arma, se la arrebató quitándole el seguro y apuntándole al verlo moverse. —Te mueves y te mató. —El señor Antonio la matará si intenta irse. —Eso si me llega a encontrar —Observo al chofer —. Sube a la camioneta, vámonos. Veo las intenciones de Fausto de levantarse y sin temor le disparó en un costado haciéndolo caer al suelo y chistar de dolor. Subo a la camioneta y Ramon maneja rápidamente con dirección al aeropuerto como lo habíamos acordado. No tardamos muchos, al llegar saco de mi bolso el dinero prometido y se lo entrego. —Espero Antonio no te encuentre nunca Ramon. —Yo espero lo mismo señora, cuídese y huya lo más lejos. Asiento, bajo de la camioneta y entro al aeropuerto yendo directamente al área de la boletera. —Bienvenida señorita, ¿Cuál es su destino? —El primer vuelo que tengas disponible para salir del país. —Polonia señorita. —Polonia entonces. —Un momento. Empieza a teclear en la computadora, me dice el total del boleto y se lo p**o. Me dirijo al área de abordaje, entrego toda mi documentación y luego de un proceso un poco largo subo al avión. Ramon me había conseguido un pasaporte con otro nombre y apellido para que así Antonio no pudiera dar conmigo tan fácilmente. "Finalmente lo hice" Suspiro alivianada cuando el avión despega abandonando finalmente México. Abandonando la vida llena de tristezas y sufrimiento que me toco vivir alado de ese maldito. *** Aeropuerto Varsovia-Chopin , Polonia. Fueron muchas horas de viajes, pero finalmente podía respirar paz. Había sacado suficiente dinero de la caja fuerte de Antonio para sobrevivir hasta encontrar donde trabajar y empezar de cero nuevamente. Tomo un taxi pidiéndole me lleve al mejor Hotel de la ciudad, así lo hace y al llegar pido una habitación. Hago todo el papeleo, me entregan mi llave y le sonrió. —Gracias, ¿Sabes dónde puedo conseguir una tienda de ropa cerca? —Contamos con una aquí mismo dentro del hotel —Me sonríe —. A la derecha podrá encontrarla. —Gracias. Voy a la dirección que me dijo encontrándome una pequeña boutique de ropa; compro algunas cosas y salgo con dos bolsas con la ropa que compré. Camino con dirección al elevador leyendo un folleto, mi cuerpo impacta contra alguien o algo haciéndome caer al suelo. Al levantar la mirada veo varios hombres a mi alrededor y uno en específico él cuál me mira de manera fija y seria. Uno de ellos hace el amague para tratar de ayudarme, este hace un gesto para que se detenga y da un paso acercándose y extendiéndome su mano. —¿Está usted bien? Tomo su mano, me ayuda a levantarme, toma del suelo mi bolsas y me las entrega al igual que el folleto. —Gracias. Me retiro rápidamente subiendo al elevador y marco el piso correspondiente. La vibra de ese hombre me hizo sentirme helada, su mirada, su porte y esos hombres, solo significan dos cosas. O es alguien muy importante o alguien que no se dedica a nada bueno. El elevador se detiene, salgo buscando el número de mi habitación y al encontrarla abro entrando y yendo directamente a la cama. "Una nueva vida Katrina" Me levantó despojándome de mi ropa, voy al cuarto de baño tomando una ducha. Al salir me alisto y bajo al restaurante a cenar algo. Al llegar tomo una mesa en el balcón del restaurante, pido una copa de vino y observo la ciudad. Un silencio invade el restaurante, observo la entrada y veo nuevamente a este hombre entrar junto a sus hombres y tomar una mesa también en el balcón. Varios meseros se acercan a su mesa, ruedo los ojos y pido otra copa al terminar la que sostenía en mis manos. Siento una silueta a mi lado, al girarme veo aquel hombre y mi cuerpo se eriza. Me mira en total silencio, observo su cabello azabache, su barba y sus gruesos labios los cuál lleva al vaso de Wisky que sostiene. —¿Qué se le ofrece? —A ti —¿Qué? Un estruendo se escucha y seguido varios disparos, me levantó asustada y rápidamente me abraza tirándome al suelo junto con él. Gritos y estruendos se escuchan por todo el lugar, veo como saca un arma y empieza a disparar mientras tapo mis oídos. Se levanta del suelo, me toma del brazo y me lleva arrastras con él por la salida de emergencia. Veo una camioneta que abre sus puertas y me detengo en seco. Me sujeta por la cintura levantándome y me sube a la fuerza a la camioneta. —¡Déjame ir! , ¡Suéltame! La camioneta sale a toda prisa y empiezo a golpearlo para soltarme de su agarre. —Duérmanla. Siento como colocan un pañuelo sobre mi nariz y boca; mi respiración se acelera y mis ojos se cierran completamente...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD