3. Compromiso desafortunado (3)

1588 Words
Mañana será mi boda y el vestido llegó hoy, hay seis cajas en total, la más grande tiene un hermoso vestido con una blusa blanca y una hermosa falda color de rosa con bordados blancos que forman un decorado de flores, tiene mangas largas que dejan libres los hombros y justo en esa unión hay un borde de joyas pequeñas, en el centro del vestido, sobre el escote, cuelga una hermosa gema rosa muy brillante, es realmente hermosa. Pero..., el vestido es muy largo y la talla del pecho no es la correcta, mi busto es un poco grande, no me queda. – Es realmente hermoso. Desde la noche del compromiso no había visto a Isabela, tampoco sabía que ella estaría presente, su cabello rojo está recogido en un moño con pequeños mechones que redondean su rostro, se ve tan linda como de costumbre. – Es un vestido muy hermoso y estoy segura que te verás hermosa. Solo con verla, nadie adivinaría que me estoy casando con el hombre que ella ama. – Señorita – una de las sirvientas me mira con un gesto extraño, se muerde los labios y sus manos se frotan entre ellas. – ¿Qué sucede? – Bueno señorita, es que – me mira y luego mira el vestido – creo que hubo un error con la talla, es la talla de la señorita Bela. El vestido. – ¡Oh por dios!, el General es muy considerado. – De verdad, es de la talla de la señorita Bela. – Es tan hermoso, señorita, tiene que medírselo. Las tres mucamas que siempre acompañan a Isabela de repente estallan y despliegan el vestido colocándolo sobre su cuerpo, el rostro de Isabela se ilumina mientras mira la tela y la joya en el centro del pecho, me mira un poco aturdida y sonríe – no lo tomes en serio, estoy segura de que fue un malentendido, solo necesita unos arreglos y te quedará bien, es el vestido de tu boda, no podría usarlo – me dice mientras abraza la tela frente al espejo. ¿Qué hay para tomar en serio?, él te ama, todos lo saben, empezando por ti. – Estoy bien, como el vestido es de tu talla, es mejor que tú lo uses. – Pero... – Es demasiado largo, si yo lo usara la tela se arrastraría por el suelo y tropezaría arruinando la boda, además..., es tu color, luce mejor en ti. – Eso es cierto, la señorita Bela es la más hermosa. – Cinthia, no digas eso – la regaña sin soltar el vestido – Marjory no te enfades, haré que venga un modista para arreglarlo. – Pero es una pena, señorita, ¿por qué no se lo mide una vez?, antes de que lo arreglen – le suplican. Ella tiene dudas, desde que sacó el vestido de la caja no ha dejado de mirarse en el espejo, el rosa y el blanco son sus colores, con el cabello amarrado y el corte ceñido a su pequeña cintura hasta yo puedo ver que se verá hermosa. – Dejen eso, el vestido es de Marjory. – Mídetelo, en verdad estoy bien con eso. – Esta bien, pero será solo una vez. En silencio espero en la sala, la sirvienta que trajo las cajas se despide mirándome con lástima, se suponía que hoy me probaría el vestido de novia y en lugar de eso estoy sola en una habitación esperando por un vestido que desde el principio no fue pensando para mí, en silencio camino hacia las cajas sobre el sillón. La más pequeña tiene un anillo con un diamante en el centro, la mediana tiene tocado simple en color rosa con pequeños cristales blancos, una caja ligeramente más grande y aplanada contiene una hermosa gargantilla, la piedra del centro tiene la misma forma y color que la joya en el vestido rosa, la siguiente caja contiene un par de zapatos rosas con piedras blancas que van sobre el empeine y la última caja que no tiene listones y de un tono más simple contiene un vestido de falda negra con una blusa roja y tela semi transparente para las mangas. Esto lo explica. Isabela regresa, antes el vestido se veía hermoso, pero ahora se ve deslumbrante, el efecto es increíble, desde las mangas que le cubren los brazos, el encaje en el pecho y las flores bordadas en la falda, Isabela lo hace parecer más elegante, es como un guante sobre su cuerpo. – Le queda perfecto, señorita, parece una princesa. Isabela siempre ha sido hermosa, pero hoy se ve realmente bella, cada parte del vestido se ajusta a su cuerpo, como si hubiera sido hecho a la medida, ella gira frente al espejo aumentando el efecto, se levanta el cabello y de repente mira las cajas abiertas y nota el tocado – rosas, Tristán adora las rosas, a veces pienso que no puede vivir sin un ramo de rosas en la habitación – toma el tocado y lo coloca sobre su cabello – y combina perfectamente, debió tomarse mucho tiempo para elegirlo. – Señorita, mire el collar. La mucama toma el collar y lo coloca sobre su cuello, el espacio del tocado es perfecto para la gargantilla y una vez que se lo pone parece que fuera parte del vestido, su cuello delgado y blanco luce perfecto, ella se mira en el espejo y hace pequeños movimientos para observarlo desde todos los ángulos, de pronto gira una vez más y me mira. Mi expresión debe ser extraña, porque de pronto cambia y baja la mirada, como si de repente se diera cuenta de que se estaba probando mi ajuar de novia – deja eso, no es correcto, fue solo por capricho, no puedo probármelo todo – intenta quitarse el vestido. Ya no importa. – Esta bien, creo que hubo un error – muestro la otra caja – el General envió dos vestidos, ese es tuyo y este es el mío, puedes quedártelo. – Marjory – me mira con un rastro de tristeza en su rostro. – Señorita, mire el anillo. La pequeña caja que quise esconder en mi espalda es tomada tan rápidamente que no puedo sujetarla, Cinthia la lleva frente a Isabela y ella lo toma y lo coloca en su dedo, de nuevo camina al espejo, el vestido con el tocado, el collar y el anillo hacen un juego perfecto y al mismo tiempo lucen diferentes, no hay duda, el General compró cada pieza independientemente e hizo que combinaran, debió tomar una gran cantidad de esfuerzo, tiempo y dinero. – Señorita, los zapatos. Seis cajas llegaron a la mansión esta mañana, una con mi vestido y cinco cajas con el juego completo para Isabela. No puedo tapar el sol con un dedo. – Será la novia más hermosa, quiero decir – la mucama se corrige de inmediato y me lanza una mirada llena de compasión – señorita, se verá perfecta. – El General realmente se ganó muchos puntos, es una pena – Cinthia me mira con un toque de burla en los ojos, ella tomó el anillo de mis manos sabiendo que yo lo estaba escondiendo – cuando sea la boda tiene que usarlo, hará muy feliz al General. En el día de mi boda, la felicidad de mi futuro esposo dependerá de que mi prima use el vestido que él le regaló. Si lloro ahora, lloraré el resto de mi vida. – Es verdad, tiene que ir a la boda vestida de esa forma. – ¿Eso creen?, yo, no estoy segura, Marjory, ¿no te molesta? – No me molesta, también creo que el General estará feliz de verte usándolo. ¡Te odio por oblígame a decir lo que es tan obvio! – Si tú lo dices, entonces está bien, iré a que mi mamá lo vea, ella había elegido un vestido azul para que lo llevara en la boda, tendré que decirle, Marjory, nos vemos más tarde. De nuevo, estoy sola en la habitación con la única caja restante, dentro hay un vestido, lo extiendo sobre el sillón para mirarlo. La falda es negra y simple, no tiene adornos ni bordados, solo es una falda de tela gruesa bastante común, la blusa es roja, en la parte de arriba del pecho hay una cinta que parece un moño, va desde el pecho hacia los hombros y llega a la parte de atrás donde están los botones. Nada oculta los botones, el vestido de Isabela era un trabajo de alta costura, los botones y cierres eran invisibles, daba la impresión de que el vestido creció naturalmente en su cuerpo. A diferencia del vestido que tengo en las manos, en la tela semi transparente de las mangas hay tres hilos que sobresalen, la bastilla de la falda tiene un defecto de costura, a la altura de la cintura la costura es visible porque el hilo que se usó es de un tono diferente y uno de los botones tiene una imperfección, al final en las muñequeras hay una cinta negra y un botón, la tela es la misma de la cinta y la falda. No importa como lo vea, es un vestido barato comprado en el mercado. Con menos felicidad que antes, paso al vestidor, me quito el vestido azul marino que estoy usando y me calzo el vestido n***o. Es justo como pensé, la talla no es la correcta, el vestido se resbala por mis hombros y la falda es demasiado corta, el General Sigfred no conoce mi talla.  
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