Lex sintió que había perdido la respiración, era como si los colores ahora estuvieran desvanecidos, pero ese llanto lo hizo volver a la realidad —¡Asia! —exclamó y la abrazó con fuerza, sin que ella pudiera evitarlo, para ella fue tan raro sentirse cobijada por unos brazos tan fuertes mientras lloraba, nunca tuvo un hombro, ni un consuelo para sufrir, solo en el silencio de su habitación, pero lloró, lloró por un largo rato, permaneciendo abrazados, de vez en cuando, Lex besaba sus cabellos y la apretaba más a su pecho, ella lloraba más, pero al cabo de un rato, ella por fin pudo calmarse, como si por ese momento se hubiese desahogado —Estoy aquí, siempre estoy aquí para ti, te juro que nunca dejaré que nadie te lastime de nuevo, te juro que siempre te voy a proteger, mi am… Asia… Ella
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