Al día siguiente. Desperté un poco confundida y con algo de dolor en mi vientre. Al despertar pude ver que todos me rodeaban o mejor dicho prácticamente todos, faltaba alguien; mi esposo. —Buenos días Anastasia, nos alegra que hayas despertado, estuvimos muy preocupados por ti— Dijo Enzo mientras sostenía mi mano. —¡Así es! Gracias a Dios que estás bien, eres muy fuerte— Agregó Emily. —¡Muchas gracias por estar aquí! ¿Y Camilo?— Pregunté con voz ronca. —Estuvo durante la madrugada pero debió irse a una junta muy importante en la empresa, seguramente viene más tarde— Respondió Emily. —Por cierto hermanita, Loren te manda saludos, dice que vendrá cuando salga del trabajo. —Muchas gracias a Todos— Respondí mientras trataba de recuperar fuerzas. En la empresa de Camilo. —Camilo no pen