Leandro Pov: Gatita… Todo, absolutamente todo a mi alrededor desaparece y solo existe ella, sólo ella. Mi hermosa Gatita… Estoy verdaderamente embelesado, aun a la distancia su belleza me es irresistible; la recordaba muy hermosa, pero ¿Así de hermosa estaba la última vez que nos vimos? Se ve muy sorprendida por mi presencia. Sinceramente yo también estoy sorprendido, no espera encontrarme con ella aquí. No puedo controlar mi propio cuerpo y sin darme cuenta voy en dirección a su mesa. Ahora siento el más vivo y puro odio, no para mi Gatita ¡No! Eso nunca; sino para el hijo de puta de Kozlov, una sonrisa se extiende por mi cara. Te las tiene que pagar. De eso me encargo yo. Camino con disimulada tranquilidad aunque mi cuerpo pide a gritos que me apresure, que la abrace, que la