El lunes llego y con ello un gran dolor de cabeza, la oficina andaba vuelta loca, todo el mundo andaba de un lado a otro, el diablo estaba en pleno proceso judicial contra el contador de España por una malversación de los fondos, o algo así, Amir llego luego del almuerzo y aunque estaba relajado poco a poco se fue estresando, es que la gente hoy estaba como que intensa, así que con una sonrisa cerré la puerta del despacho con seguro. - Tenemos que hablar- le digo y el alza una ceja. - Esas palabras no me gustan para nada. - No es nada malo tranquilo. - Bueno suéltalo… - ¿En dónde estabas ayer? - ¿Ayer?- me pregunta confundido y asiento. - Si ayer, fui a tu casa para verte a ti y a Amid, pero no estaban, una de sus chicas me lo dijo- é