Capítulo treinta y cinco: Funeral

1541 Words

Nala  Apesar de que pude ver el cuerpo destruido de Belatrix, todavía me cuesta demasiado aceptar que la he perdido para siempre y que nunca más volveré a ver sus hermosos ojos claros y su ceño fruncido mientras descubría cosas fascinantes sobre la civilización humana. Ella siempre fue la inteligente de la familia, la hermosa, la deportista, la que tenía muchos amigos y se la llevaba bien con todos ellos; mientras que yo siempre fui la hermana, normal. No puedo quejarme y decir que era invisible o que nadie me amaba porque no sería verdad, solo que yo era, normal, con notas normales, para nada extraordinarias, con amigos como todo el mundo, pero sin profundizar en la amistad, tanto así que nunca he tenido un mejor o mejor amiga; siempre estuve ahí, en medio de todo aunque sin apegarme

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