PRÍNCIPE OMEGA

Capítulo 3

Alexi miró al hombre, el cual le llevaba alrededor de 5 años de diferencia. Un alfa que no parecía ser agresivo, sino más bien dulce y amable.

—Agradezco su interés por mi— dio una sonrisa y luego miró a su padre —Agradezco que mi padre se preocupe por mi bienestar, también.

—Solo hago lo mejor para que mi hijo esté bien— le dio una sonrisa.

—¿Es eso todo?— preguntó a su padre —Si es así, me retiro.

—Quiero dar un paseo con mi prometido— el hombre miró a Alexi. —¿Está bien?

Alexi lo miró y asintió —Con su permiso, padre— Alexi hizo una reverencia ante su padre y luego se giró para comenzar a caminar, seguido por el alfa.

Al salir del salón del trono se dirigieron al jardín. Alexi se encontraba nervioso, pues nunca antes había convivido con un extraño, y mucho menos con un alfa de esa categoría.

—¿Que opinas respecto al matrimonio?— preguntó el alfa, para romper el muro que estaba comenzando a formarse entre los dos. —¿Es agradable para ti casarte con un hombre que no conoces?

Alexi dejó de mirar en otra dirección y miró al hombre que caminaba a su lado —Realmente no tengo mucho interés en eso. Fuiste mi mejor pretendiente y puedo conocerte conforme el tiempo pase— dio una sonrisa.

—Ya veo— susurró y miró al frente —Ahora me doy cuenta que no conozco para nada al príncipe Alexi, así que puedo preguntar ¿Cual es su estación favorita?

—Invierno— respondió rápidamente —Es la mejor estación porque hay chocolate caliente y me gusta ver la nieve caer, puedo hacer muñecos y jugar con mis hermanos— sonrió para si mismo al recordar los hermosos recuerdos del pasado.

El príncipe notó la sonrisa de Alexi, así que sonrió también —Pues yo prefiero la primavera. Amo ver las flores florecer, me encanta el canto de las aves y la nueva vida que nace.

Alexi miró al hombre. Había desprendido un aroma especial, uno que le era familiar. —La primavera también es buena, pero es mejor el invierno— dijo. El hombre le generaba confianza y seguridad, algo inexplicable.

—¿Tienes algún color favorito? ¿Alguna flor favorita?

—No tengo un color favorito, me gustan todos los colores. En cuanto a mi flor favorita, son las Azaleas.

—¿Hay algo que te guste hacer en tus ratos libres?— hizo otra pregunta, quería saber todo acerca del hombre con quien se casaría.

Alexi pensó, había muchas cosas, pero no todas eran interesantes. —Bueno, yo amo la pintura— lo miró nervioso. Temía que la reacción del hombre no fuera buena.

—¿En serio?— preguntó interesado —¿Puedo ver tus obras?

—En otra ocasión será— el omega se detuvo y fue a sentarse a la banca que se encontraba cerca de ese lugar.

Matthew se sentó también y miró al frente, observando cada detalle del paisaje. —Me gusta la vista— miró a Alexi y este lo miró a él.

—Es mi lugar favorito en todo el reino— dijo —Puedo pasar horas enteras aquí sin aburrirme.

—Es un lugar tranquilo— sonrió también.

Esa era la primera sonrisa que Alexi veía en su rostro y un sentimiento lo inundó. Esa sonrisa le atraía, sentía que ya la había mirado antes, pero no sabía en donde.

—Es tarde— el omega se puso de pie después de haberse perdido en la sonrisa del alfa. —Volvamos— comenzó a caminar rápidamente.

(…)

Y entonces, el tiempo pasó acelerado. Alexi era visitado por su prometido todos los fines de semana, durante casi medio año. Con cada visita Alexi recibía una de sus flores favoritas, así que las guardaba todas. Convivían y una fuerte relación nacía. Alexi comenzaba a sentir atracción por el príncipe, siempre que estaba a su lado se sentía seguro. Alexi estaba seguro que era él con quien quería pasar el resto de su corta vida.

Todo estaba listo para su matrimonio, el príncipe tomaría pronto su lugar en el trono y se convertiría en rey y Alexi se casaría con él. La unión perfecta para el bienestar de dos reinos.

Aunque la felicidad era algo que iba y venía en la vida de Alexi. Un trágico accidente arrancó a su prometido de su lado. Un intento de apoderamiento, un grupo de soldados enemigos había irrumpido el castillo y Matthew había peleado con todas sus fuerzas para poder vencerlos.

—Tu prometido ha muerto, Alexi— su padre dio la noticia y el chico no supo cómo procesar la información.

—¿Qué?— preguntó con las lágrimas comenzando a formarse —No, esto no es posible— las lágrimas comenzaron a brotar —El prometió que vendría, dijo que volvería.

—No hubo mucho por hacer, recibió heridas graves— habló el padre de Matthew —Yo lamento mucho tu pérdida— el hombre se acercó y tomó sus hombros.

—Voy a extrañarlo— susurró, con las lágrimas aún saliendo de sus ojos.

—Los dejare solos para que charlen— el hombre soltó los hombros de Alexi y comenzó a caminar hasta salir del salón.

—Hijo mío— el padre del chico se acercó a él, tomó su mejilla y limpió las lágrimas que había escurrido de los claros ojos de Alexi.

—¿La alianza se romperá?— preguntó. Eso era algo importante también, sin una unión, la alianza se quebraría y la prosperidad se desvanecería. La alianza era importante para el reino, con ella el reino se fortalecería y se volvería poderoso.

—No— el hombre respondió, no muy seguro —Él quiere que te desposes con su segundo hijo— miró a Alexi directo a los ojos —Pero no creo que sea una buena opción.

Alexi tomó la mano de su padre, quien aún la tenía en su mejilla —Descuida— sonrió para él —Si esto es por el bienestar del reino, yo lo haré.

—Pero no lo amas.

—No es necesario amarlo— se soltó y se giró —Solo será un matrimonio arreglado.

—¿Estas seguro de tu decisión?— pregunto. El hombre no quería forzar a Alexi a casarse con un hombre por quien no tenía sentimientos. Anteriormente había aceptado la alianza porque había notado la compatibilidad del príncipe Matthew y Alexi. Su padre sabía que Alexi y Matthew eran el uno del otro.

—Si, padre— asintió —Por favor, dejemos el tema hasta aquí y acepta la proposición del rey— comenzó a caminar —Me voy primero.

Alexi debía ser fuerte para poder superar la muerte de su prometido. Debía ser fuerte para poder seguir y debía prepararse para la unión. Aún desconocía la personalidad y el rostro de su futuro esposo, pero seguramente sería igual de bueno que su hermano.